Ser diseñador, y además, ser un diseñador de éxito, a veces permite ciertas salidas de tono sin que nadie se tire de los pelos, o bien, con una enorme polémica por el resultado final. Caso que podríamos atribuir a Raymond Loewy, uno de los diseñadores que más han influido en los diferentes productos que consumimos habitualmente, pero nadie sabe de ellos. Por ejemplo, Lewy diseñó la botella de Coca Cola, el paquete de los cigarrillos Lucky Strike, el logotipo de la petrolera Shell, el Studebaker Avanti, las locomotoras Pennsylvania Railroad S-1 y T-1, el autobús Greyhound Scenicruiser e incluso la decoración del Air Force One, el avión en el que se desplaza el presidente de los Estados Unidos.
No cabe duda que algunas de esas cosas las has visto y seguro que nunca te has preguntado a quién se le ocurrió la idea. Y esto es un pequeño ejemplo de lo más llamativo, la lista de trabajos de Loewy es enorme y destaca por incluir uno de los coches que, quizá, sea más extraños de la década de los 60. Extraños, feos, originales, con personalidad… elige lo que más te guste, pero es evidente que el Lancia Flaminia Loraymo no te dejará indiferentes.
El Lancia Loraymo, como también se le conoce, se presentó en el salón del automóvil de París de 1960. Era un Lancia Flaminia que Loewy había rediseñado bajo sus gustos y el cual utilizó durante como su coche personal, primero en Europa, posteriormente en Estados Unidos. No obstante, aunque había un Flaminia bajo tan particular apariencia, se retocaron varias cosas. Por ejemplo, el motor, un V6 de 2,5 litros atmosférico, que originalmente rendía 119 CV, pasó a generar 150 CV gracias al trabajo de Nardi & Danese, que consistió, entre otras cosas, en cambiar los carburadores por tres Weber de doble cuerpo y un nuevo árbol de levas. La fabricación de la carrocería fue responsabilidad del carrocero Rocco Motto, con sede en Turín –se emplearon paneles de aluminio–.
Loewy presentó el diseño a varios fabricantes y las opiniones estaban algo divididas, pero ningún fabricante aceptó el diseño tal y como estaba. Loewy no quería se cambiara nada, por eso acabó como su coche personal antes de venderlo. Tras su fallecimiento, el coche fue descubierto en Estados Unidos por miembros del American Lancia Club y en 1987 lo entregaron al Museo Lancia, que lo restauró a su estado inicial. El coche forma parte de la exposición del museo del Grupo FIAT y se exhibe en alguno de los eventos de vehículos clásicos que se realizan por Europa.
Como curiosidad, la denominación del vehículo: Loraymo, procede de la dirección cablegráfica de la oficial de Loewy en Nueva York: Lo –de Loewy– Raymo –de Raymong–.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS