El Lamborghini Miura está considerado como el primer superdeportivo de la historia. Apareció a finales de la década de los 60 y rompió esquemas a todo el mundo pues, no en balde, presentaba una configuración y unas prestaciones más propias de un coche de competición. Y no olvidemos su estética, diseñada por el señor Marcello Gandini –que, por cierto, tenía 27 años en ese momento–.

Pero no solo eso, el Miura también presumía de ser el coche más rápido del mundo en su época, gracias a una velocidad máxima de 280 km/h y a un 0 a 100 km/h en 6,7 segundo. Cifras, no obstante, curiosas, porque no parecen cuadran los datos de aceleración con los de velocidad, pero claro, en aquellos años, los neumáticos no son como ahora y además, no había sistemas electrónicos que ayudaran en la aceleración, todo era cuestión de chasis y de habilidades del piloto.

El Miura, con su motor V12 central, y para colmo, transversal, estableció una serie de características que, al final, acabaron por adoptar los supercoches, los automóviles de altas prestaciones y todos los Lamborghini. Desde entonces, y hasta la llegada del Lamborghini Urus, la marca no volvió a desarrollar coches con motor delantero. Bueno, sí, el LM002, aunque no olvidemos que aquel coche, en realidad, había nacido como coche militar y llegó a producción casi de rebote.

Después de sorprender al mundo y de obligar a Ferrari a ponerse las pilas, el Miura comenzó a recibir diferentes versiones que le llevaron, en 1971, a poner en circulación la versión más potente del catálogo. Ojo, del catálogo, es decir, a la venta, hubo una todavía más potente de la que existieron, según se dice, tres unidades. Hablamos del Lamborghini Miura P400-SV –por Super Veloce–.

El Miura P400-SV se colocaba inmediatamente por encima del P400-S, versión que, además, reemplazaba. Con respecto a P400-S, había cambios como un aumento de la vía trasera en 13 centímetros para montar nuevos neumáticos –lo que obligó, también, a modificar la geometría de la suspensión trasera–, unos nuevos faros delanteros y algún retoque en la parte trasera, aunque casi todas las modificaciones se centraban en el motor, que por supuesto, mantenía su configuración V12 transversal, aunque diferentes modificaciones permitieron elevar las capacidades de dicho propulsor hasta extraer 385 CV.

Con esa cifra de potencia, el Lamborghini Miura P400-SV se convirtió en el modelo “de producción” más rápido del momento gracias a una velocidad máxima de 300 km/h.

Desde finales de 1966 y hasta diciembre de 1972, se fabricaron 765 Lamborghini Miura. 475 de ellos fueron Miura P400, mientras que del Miura P400-S se fabricaron 140, el tiempo que las otras 150 unidades restantes fueron del Miura P400-SV.

El P400-SV solo estuvo en el mercado durante 18 meses y, en realidad, se acabaron fabricando unidades hasta 1973.