En España todavía nos queda mucho para tener una cultura automovilística como la estadounidense o la británica, incluso estamos por detrás de la cultura automovilística alemana. Algo lógico, por otra parte, cuando en cuestiones relacionadas con vehículos, España siempre ha estado a la cola. Sirva de ejemplo que fue de los últimos países europeos en introducir el ferrocarril y también uno de los últimos en adoptar soluciones como los velocípedos a vapor. Y eso, amigos, son cuestiones que ocurrieron hace más de 100 años; es decir, todavía seguimos igual.

Por eso, la idea de poder tener un kit car en España es toda una odisea. Los famoso kit car, los coches puedes comprar en cajas y montarlo por tu propia cuenta, son una idea británica –o al menos los más famosos proceden de allí, donde la cultura alrededor de estos coches es enorme– destinada a los mayores fanáticos de los coches. Además, los kit car suelen ser coches que son totalmente personalizables, pues por lo general se venden sin pintar y hasta sin motor, para que cada cliente haga lo que más le convenga. Es más, se pueden adquirir sin ningún tipo de equipamiento, para que sea el propio cliente quien añada lo que crea necesario.

Los kit car suelen ser más baratos que cualquier coche ya montado de fábrica, porque al prescindir del montaje, el ahorro de tiempo y de costes se nota en el precio final. A cambio, se cuenta con peores acabados y es necesario invertir una enorme cantidad de tiempo para montar el coche. Sin embargo, son cosas que muchos están dispuestos a asumir, sobre todo si el kit car es como el Rhino RR01, la última novedad en este peculiar sector.

El Rhino RR01 es un buen ejemplo de kit car, aunque en esta ocasión, de procedencia lituana –es el primer automóvil salido de Lituania– y no británica o estadounidense. Un coche que te llega a casa en cajas y que puedes montar tú mismo, “sin necesidad de amplios conocimientos técnicos”, o eso al menos afirma la empresa. El precio del RR01 es de 25.000 euros sin impuestos, aunque como se ha comentado antes, no se incluye el motor, que debe ser adquirido por el cliente. La empresa ofrece la opción de sumar el motor V10 del Audi R8, pero desde Rhino aseguran que ha sido diseñado para dar cabida a casi cualquier motor y transmisión.

Los detalles del Rhino RR01 son interesantes. El chasis es un monocasco fabricado con aluminio, que incorpora una jaula antivuelco de cromoly. Las suspensiones son mediante un esquema de doble horquilla con amortiguadores on board Nitron R3 de tres vías. La carrocería es de plástico reforzado con fibra de vidrio, que incluye tablero y consola central, revestimientos de pasos de rueda y un difusor trasero.

Si le sumamos 2.500 euros más, se pueden añadir frenos AP Racing de seis pistones delante con discos de 362 milímetros, pedales Tilton 600, asientos Tillett B6 GRP y arneses. Se puede solicitar con sistema de iluminación exterior, pues el Rhino RR01 es un coche destinado a ser usado en circuito, aunque según la compañía, está homologado para poder circular por vías públicas –aunque no sabemos si hablan de Lituania o de toda Europa–. La lista de opciones es muy larga e incluso hasta una serie de elementos aerodinámicas adicionales.

El motor V10 de Audi cuesta 37.500 euros, aunque a cambio, nos entregarán un motor totalmente reconstruido, con volante bimasa y embrague de competición, cambio secuencia con piñones de dientes rectos, diferencial con deslizamiento limitado y una ECU de competición. Desde Rhino anuncian 480 CV, menos potencia que el Audi R8, aunque seguro que se puede montar un V8 Coyote con compresor y más de 500 CV.

Un kit car más que interesante por diseño, aunque como todos, cuando empiezas a sumar cosas, el precio deja de ser tan ventajoso. Además, en España será bastante complicado que tú mismo te montes el coche en el garaje y luego puedas pasar la ITV.