Exactamente 50 años después de que el modelo original comenzara su andadura, y 14 años se cumplen ahora desde que saliera al mercado, en 2007 se presentaba el coche del que hoy os hablaremos. Se trata del bonito Fiat 500. Un éxito rotundo para la marca de Turín y punta de lanza de cómo quedaría estructurada su gama -con permiso del Panda y del Tipo- desde poco después, ya que toda ella gira en torno al 500.
Mito de la cultura italiana como también podría ser la Vespa o la pizza, su diseño final, obra de Roberto Giolito del Centro Stile de Fiat, tomaba muchos elementos del Nuova 500 original de 1957. No era más que la versión de producción del prototipo Fiat Trepiùno que fuera presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2004.
Como hemos dicho, el 4 de julio de 2007, y coincidiendo con el quincuagésimo aniversario de la puesta en marcha del original, nuestro “prota” sería presentado con su aspecto final ante el público. Fue una celebración por todo lo alto, con unos 7.000 de invitados de 63 países: 4.000 comerciales, 1.000 periodistas, 100 analistas financieros…
Tomando la plataforma y numerosos elementos estructurales del Fiat Panda de segunda generación, contaría con unas dimensiones de 3.550 milímetros de longitud por 1.630 mm de ancho y 1.490 mm de alto. Su batalla era de 2.300 milímetros y el peso rondaba siempre la tonelada. Medidas y peso similares al que por tamaño, pero no por concepto, era su mayor contendiente por entonces: el recién estrenado Renault Twingo (II).
A nivel de chasis contaba con suspensiones de tipo McPherson con resortes helicoidales y barra estabilizadora en el eje delantero, y de tipo rueda tirada con eje de torsión transversal para el trasero. En 2010 se le incorporaría también una barra estabilizadora en el eje trasero, para mejorar su comportamiento.
Una de las pegas dinámicas del 500 es que era algo rebotón, pese a sus suspensiones de tarado tirando a blando -en el modelo más potente, que veremos a continuación, iban algo más duras-. Los frenos eran de discos ventilados delante y de tambor detrás, e iban en el interior de llantas de 14, 15 o 16 pulgadas.
Al igual que en el Panda y a diferencia de uno de sus rivales, el MINI de BMW, su posición de conducción era más bien elevada. La palanca de cambios iba situada sobre el salpicadero, cosa que hacía que quedara a mano, pero hacía que los conductores más altos fueran rozando su pierna derecha con la parte baja de la consola central. Curiosamente, hasta 2015 el 70 % de los clientes eran mujeres.
Diseñado y vendido como un cuatro plazas, cuatro pasajeros de tamaño estándar irían relativamente bien, sobre todo por la cota de altura para las cabezas, pero pecando un poco en el espacio para las piernas de los que iban sentados detrás. El maletero cubica únicamente 180 litros. Algunas versiones Abarth, ni eso, como el Abarth 695 Biposto de dos plazas.
Comercializado en inicio con dos motorizaciones gasolina de 1,2 litros y 69 CV -con culata de ocho válvulas- y 1.4 litros y 100 CV, también estaría disponible con una de gasóleo de la gama Multijet. Esta era la de 1,3 litros y 75 CV. En realidad, la cilindrada efectiva del 1.2 y el 1.3 eran muy similares. Todas las mecánicas cumplían con la normativa Euro 5 e iban colocadas en posición delantera transversal. Como era de esperar, la fuerza era enviada al eje delantero a través de una caja de cambios, de muy bien tacto por cierto, dotada de cinco o seis relaciones según la motorización. También estaba disponible una caja automática Duallogic.
En el ámbito de la seguridad consiguió las cinco estrellas EuroNCAP, gracias entre otras cosas a la inclusión de serie de siete airbags (frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor; primicia en el segmento A) y ESP disponible en todas las motorizaciones -de serie solo en el 1.4- antes de que fuese obligatorio.
Como buen coche “cuco”, no le podían faltar ediciones especiales y posibilidades casi infinitas de personalización. Desde Fiat contaban que había 549.936 posibles variantes del 500, ni una más ni una menos. De las ediciones especiales hay que destacar la 500 by Diesel -de la firma italiana de moda, no por su mecánica-, la Ferrari Edition, la Gucci Edition o la Barbie; en un “discreto” color rosa. Salieron infinitas ediciones especiales, aquí solo mencionamos algunas.
Se produjo también en Norteamérica con algunos cambios para facilitar su homologación en lo relativo a seguridad pasiva, el Fiat 500 (FF)
Disponible durante los primeros tres años en carrocería de tres puertas, habría que esperar hasta el año 2010 para el lanzamiento del 500C, con “C” de cabrio. No era más que un 500 normal al que se le sustituía el techo de chapa y la luneta trasera de cristal por un techo de lona y una luneta plástica que se plegaban atrás. Se mantenían los pilares laterales y las ventanillas, lo que le hacía perder poca rigidez estructural.
En 2015 llegaría el restyling después de haber fabricado un millón de unidades. Muy leve, el 500 continuaba vendiéndose como churros. Se modificaba un poco la estética exterior con nuevos faros delanteros, intermitentes que quedaban rodeados por un anillo de luces diurnas de tipo LED y unos pilotos posteriores con chapa del color de la carrocería en su parte central. También era diferente el paragolpes delantero, así como nuevas eran las llantas de aleación de 15 y 16 pulgadas.
Llevando la contraria a muchos otros coches, se han vendido más unidades del 500 de 2015 a 2021 (restyling) que de 2007 a 2015 (prestyling)
En su interior el cambio que más saltaba a la vista era la inclusión de un nuevo cuadro de instrumentos digital, salvo la versión básica, así como un nuevo sistema de infoentretenimiento uConnect con pantalla de 5 pulgadas que sustituía al anterior Blue&Me desarrollado junto a Microsoft. Este último permitía anotar los datos de consumos en un pendrive USB para compartirlos en una comunidad virtual, Fiat ecoDrive.
La motorización 1.2 se mantenía inalterada -ahora con posibilidad de GLP, eso sí-, pero el grueso de la gama quedaba en dos motores bicilíndricos TwinAir turbo. Estos ya estaban disponibles desde 2009 y rendían potencias de 85 y 105 CV con solo 0,9 litros de cilindrada y sustituían al anterior 1.4. En gasóleo el 1.3 Multijet rendía ahora 95 CV, modelo que probamos. Si querías más potencia, tendrías que apuntar al Abarth 500. Luego llegaron los 500 híbridos.
El Fiat 500 fue un éxito incontestable para la marca. Sirva como ejemplo que toda la producción estimada del año de su nacimiento fue vendida en solo tres semanas. Catorce años después continúa sin mayores cambios en los concesionarios de la marca italiana, aunque desde este año, comparte escaparate con su sucesor, que viene exclusivamente en formato eléctrico. Estamos a 2021 y es lo que toca.
Si quieres hacerte con este coqueto y vistoso coche, con una estética que nunca va a envejecer, tendrás que preparar desde unos 3.500 euros, que es lo que te costará uno de los primeros con una buena cantidad de kilómetros en su odómetro. Tendrás para elegir, se han fabricado más de 2,5 millones de unidades en Tychy (Polonia).
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Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)Es mas, incluso diré que los nuevos motores “hibridos ligeros” de tres pistones con bateria incorporada bajo el asiento del conductor y aunque al principio no me hacian mucha gracia, ahora ese zumbido grave de su mecanica y el embrague con retencion extra -para recargar la bateria del sistema hibrido- que hace que no sea casi necesario usar los frenos me esta agradando y todo.
Cuando se ponen en serio los italianos acaban saliendo obras maestras como esta. Obra redonda de estilo e ingenio sin duda. Y si hablamos de las versiones deportivas abarth ya sin comentarios…