Kia ya es una marca más dentro de las generalistas. Probablemente incluso más que eso, ya que podríamos decir que en cuanto a percepción de calidad y de marca fiable por parte del público, está entre las mejores. Hoy os vamos a hablar del modelo que inició esta percepción e hizo abandonar para siempre el sentimiento low cost hacia esta marca de Corea del Sur. Este coche es el Kia cee’d (ED), el de primera generación.
Presentado como cee’d concept en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2006 en forma de hatchback de cinco puertas, le seguirían los concept del familiar cee’d sporty wagon y el de tres puertas, pro_cee’d en el Salón del Automóvil de Paris de 2006. También se presentaría el concept de una versión descapotable que nunca vería la luz.
Finalmente llegaría al mercado pocos meses después, ya en el año 2007, en su versión definitiva de cinco puertas, a la que posteriormente seguiría la versión de producción del familiar y del tres puertas en 2008, el pro_cee’d.
Hay dos teorías principales acerca de su “extraño” nombre, cee’d. La primera el símil con “seed” -semilla en inglés-, indicativo de que este modelo iba a iniciar una nueva Kia y abanderar la expansión de la marca en el continente europeo.
La segunda -y la que al final confirmó la marca como la verdadera-, era el acrónimo de Community of Europe with European Design -comunidad europea con diseño europeo-. Tiene sentido. Fue diseñado en Europa, pensando en Europa y fabricado en Europa -concretamente en Zilina, Eslovaquia-.
Las motorizaciones con las que salió a la venta fueron tres de gasolina y tres de gasóleo, todas con culata de 16 válvulas y cuatro cilindros. Iban colocadas en posición delantera transversal y siempre movían las ruedas del eje delantero.
En gasolina, como nivel de acceso un 1.4 de 109 CV -exclusivamente asociado al acabado más básico, Concept-, al que le seguía un 1.6 de 126 CV con acabado intermedio, Active. Se culminaba la gama con un 2 litros de 143 CV, asociado exclusivamente al acabado tope de gama, Emotion. Todas estas motorizaciones eran atmosféricas y de inyección indirecta. Kia no había experimentado todavía con las motorizaciones turbo gasolina, que ya llegaron a la generación siguiente.
En Diesel -los CRDi-, dos motores de 1.6 con 90 o 115 CV de potencia -acabado Concept para el primero, y Active para el segundo-. Se trataba del mismo bloque con diferencias en la programación de la centralita electrónica y la turbina del compresor, variable en el segundo. Como culmen un potente 2 litros de 140 CV y 305 Nm de cifra de par, solo en acabado Emotion. Todos eran de inyección directa por rail común e iban dotados de turbocompresor de geometría variable e intercooler. Las primeras unidades llegaron sin filtro de partículas diésel.
Todos los cee’d disponían de cuatro frenos de disco. Había disponibles cajas de cambios manuales de cinco o seis velocidades -esta última solo para el 2.0 CRDi- y en opción una automática convencional solo para el 1.6 de gasolina, y de únicamente cuatro relaciones. Aunque los diésel iban muy revolucionados, el consumo real era bastante ajustado, algo menos de 5 l/100 km, y a bajo régimen (menos de 1.500 RPM) “protestaban” mucho.
Desgranemos un poco los niveles de acabado. El cee’d Concept iba un poco justo de equipamiento (no podía montar control de estabilidad ni en opción y el aire acondicionado manual era un extra). El cee’d Active era la versión ideal, ya que contaba con un buen equipamiento (climatizador automático, control de estabilidad, llantas de aleación de 16 pulgadas, conexión USB/AUX y bluetooth para dispositivos, entre otros), mientras que el cee’d Emotion añadía equipamiento superfluo como tapicería mixta en cuero y tela, navegador o llantas de aleación de 17 pulgadas.
En el exterior del cee’d nos encontraríamos con una estética conservadora, incluso algo germana y muy del gusto europeo, con algunos acentos asiáticos apreciables como en la forma rasgada de sus faros delanteros. Los colores de pintura eran muy conservadores, e incluso sosos en algunos casos.
Los diferentes Kia cee’d se distinguen rápidamente por sus llantas: de acero 15″ con tapacubos, o en aleación 16″ o 17″
Las dimensiones de su carrocería eran de 4.235 milímetros de longitud, 1.790 mm de anchura y 1.480 mm de altura para los tres y cinco puertas. El cee’d_SW, Sporty Wagon, SW o familiar crecía hasta los 4.470 milímetros de longitud y su altura se veía incrementada hasta los 1.525 mm. Compartía con los hatchback anchura y una distancia entre ejes de 2.650 milímetros.
Abriendo sus puertas nos toparíamos con espacio a raudales en todas sus plazas para ser un coche del segmento C, pecando únicamente en la cota de anchura interior, aunque estando en la media. Buena calidad de materiales y ajustes, con plásticos de tacto blando en casi todas las zonas “tocables”, además de una estética moderna pero sin florituras, que ha envejecido francamente bien después de 15 años. Algunos plásticos se pelan con el tiempo.
Con todos los ingredientes descritos, era fácil de esperar que fuera un absoluto éxito de ventas para la marca, y así fue. Entre sus motivos: Kia con este modelo empezó a ofrecer sus famosos 7 años de garantía o 150.000 kilómetros, el cee’d tenía una calidad superior a la de los modelos típicos generalistas (como el Ford Focus o el Renault Mégane por poner algún ejemplo).
También hizo gala de muy buenas cualidades dinámicas, con un excelente equilibrio entre dinamismo y confort (gracias entre otras cosas al equipar suspensión completamente independiente en el eje trasero en todas sus versiones), un precio generalmente por debajo del de sus rivales y uno de los modelos con mejores plazas traseras, además de un buen maletero en la media del segmento, que cubicaba 340 litros.
Los precios para la versión de cinco puertas y sin descuentos iban desde los 13.256 euros del 1.4 gasolina hasta los 19.322 euros del 2.0 de gasóleo -unos 16.000 y 23.300 euros, respectivamente, de 2021 aplicando la inflación-. En relación al producto comprado, eran y son tarifas muy razonables, aunque la carga tecnológica era la justa, lo habitual esos años.
Recibiría en 2009 un leve restyling, a mitad de su corto ciclo de vida, ya que en 2011 sería sustituido por la segunda generación (JD). Además de los típicos cambios exteriores e interiores, se adaptó a Euro 5, las relaciones de cambio se alargaron, llegó el Stop&Start (ISG), etc.
Si quieres hacerte con uno de ellos, necesitarás desde 2.000 euros para hacerte con uno de 2007 con un buen pico de kilómetros en su odómetro, hasta unos 7.000 euros por una de las últimas unidades de 2011 con pocos kilómetros. Nunca será un clásico, pero disfrutarás de un modelo con una buena calidad, asequible de mantener y con una fiabilidad demostrada. Pese a su juventud tecnológica, no es raro ver a los 1.6 CRDi pasar holgadamente de los 300.000 kilómetros.
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Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)COMENTARIOS