Cuando Mitsubishi anunció el resurgimiento de la firma Ralliart en Japón en mayo, se fraguó una leve chispa de esperanza para otro renacimiento: el Lancer Evolution. Dado que Ralliart se eliminó debido a problemas financieros para el fabricante de automóviles japonés, podría parecer extraño que regresara en medio de más problemas relacionados con el dinero, pero tiene cierto sentido.

Los altos cargos de la empresa quieren inyectar lo que ellos denominan el “Mitsubishi-ness” en una gama de productos quizá no demasiado inspiradora. Esto tampoco se limitará solo a algunas piezas decorativas simbólicas: hay planes para volver a ingresar a varias series de las competiciones del motor en todo el mundo. Naturalmente, probablemente estés esperando a que todo esto derive en una nueva iteración del Lancer Evolution. Pero, lamentablemente para los entusiastas del modelo, no es algo que esté sucediendo.

El CEO de la compañía, Takao Kato, así lo declaró al medio local Response en una entrevista reciente. Incluso los los accionistas han solicitado el regreso del legendario sedán de cuatro puertas y tracción integral. Pero Kato vertió agua fría sobre la idea durante la reunión anual de accionistas de la empresa, citando las presiones financieras actuales y la fuerte inversión en electrificación. Sin embargo, no se ha cerrando en banda, puesto que parecía abierto a la posible resucitación de algunos modelos como el “Evo” en un futuro.

Actualmente, Mitsubishi está enfocada en la reestructuración a raíz de las pérdidas del año fiscal 2020, contabilizadas en 312 mil millones de yenes (2.360 millones de euros, aprox.)

“La compañía todavía no es lo suficientemente fuerte”, dijo el presidente de Mistusbishi, y añadió: “Tuvimos un gran déficit en el año fiscal antecedente, así que primero reviviremos la compañía y luego sacaremos los coches que los fanáticos están esperando”. Para cuando llegue cualquier futuro Lancer Evolution, si es que llega, el panorama automotriz será muy diferente de cómo era cuando la décima generación dejó de hacerse hace cinco años. Parece poco probable que su sustituto se alimente exclusivamente de gasolina.

Kato, quien asumió el cargo de CEO de Mitsubishi en 2019, por fin se ha dado cuenta de que la gama actual de la marca deja mucho que desear. De hecho, también mencionó el deseo de fabricar un vehículo que “encarne la esencia de Mitsubishi Motors”. Dicha identidad va a requerir mucho tiempo y dedicación para forjarse, pero Kato cree que la marca tiene ciertas fortalezas que puede capitalizar, incluida la tecnología de electrificación y el alto desempeño en terrenos fuera del asfalto. Así que, nunca digamos nunca, porque nunca se sabe.

Porque resultan cuanto menos sorprendente estas declaraciones (más allá de la situación financiera de la marca), considerando que los accionistas, generalmente, se preocupan más por las ganancias que por la imagen de la empresa. Pero creemos que todos podemos estar de acuerdo en que un deportivo de representación sería fundamental para el esfuerzo de la compañía por recuperar el carácter “Mitsubishi-ness” que tantas alegrías nos dio a los fans de la marca en la década de los 90 y comienzos del siglo XXI.