Conozcamos al Renault Mégane 2020. El compacto francés ya está en su cuarta generación y acaba de recibir su primera actualización importante desde que fuese lanzado en diciembre de 2015. Además del pertinente lavado de cara que lo mantienen fresco ante una dura competencia, especialmente tras la llegada del nuevo Golf y León, el actualizado Mégane trae consigo cosas muy interesantes, desde la versión básica hasta el RS Trophy.
Cierto es que se parece mucho a lo que conocíamos hasta entonces, pero ahora hay una versión híbrida enchufable que atrae gran parte de nuestra atención. El Renault Mégane E-Tech tiene, según la compañía, tecnología que se ha filtrado directamente de la Fórmula 1. Son 160 CV que se extraen gracias a un motor de combustión interna de cuatro cilindros y 1,6 litros junto con dos motores eléctricos y una “innovadora caja de cambios multimodo” sin embrague.
La batería tiene una capacidad de 9,8 kWh (400 V), y puede hacer que el nuevo Mégane E-Tech pueda funcionar sin emplear ni una sola gota de combustible a velocidades de hasta 135 km/h. La eficiencia de su sistema de gestión de energía le permite conseguir una autonomía de 50 kilómetros en ciclo mixto, y hasta 65 kilómetros en un ciclo urbano (bajo homologación WLTP). Las emisiones de CO2 son de 40 g/km y, curiosamente, no se menciona el consumo de gasolina.
El modelo presenta tres modos de conducción: Pure, MySense y Sport. El primero es totalmente eléctrico, siempre que haya suficiente energía en la batería. El segundo optimiza el sistema híbrido y viene con una función especial bautizada como “E-Save” que puede ahorrar, al menos, el 40 % de la energía de la batería. Por último, pero no menos importante, el modo Sport permite a los conductores aprovechar el máximo del coche combinando la potencia de las tres unidades.
Un cuarto de siglo y siete millones de unidades más tarde, el Renault Mégane 2020 recibe algunos ajustes cosméticos que solo un fanático de la marca notará de inmediato. El cambio más obvio lo encontramos en la parte delantera, donde los faros ahora emplean una configuración 100 % LED (desde la versión de acceso) para mejorar la visibilidad en un 30 % en comparación con los faros halógenos. La misma historia con las luces antiniebla y los pilotos posteriores, también LED.
Los cambios sutiles en las parrillas superior e inferior también son perceptibles, junto con un parachoques delantero discretamente aderezado. Desde el tercer nivel de equipamiento hacia arriba, Renault aplicará algunos detalles cromados para que el renovado Mégane se vea más elegante. Otros cambios destacados incluyen nuevos diseños de llantas de aleación de 16 y 18 pulgadas y tres nuevos tonos de pintura: Highland Grey, Baltic Gray y Solar Copper.
El interior también se ha modernizado con la integración de un cuadro de instrumentos digital de 10,2 pulgadas que se une al sistema de infoentretenimiento de 9,3 y una consola central rediseñada. Reanult también ha aprovechado la ocasión para integrar más tecnología en cuanto a sistemas de conducción semiautónoma se refiere, ahora con un nivel 2 que permitirá al coche acelerar, frenar y girar durante cortos períodos de tiempo con un aporte mínimo del conductor.
En cuanto a la gama mecánica, la oferta de gasolina comprende el 1.3 TCe con 115, 140 y 160 CV, junto con la variante de 100 CV, disponible con una transmisión manual de seis manual de velocidad o una automática (DCT) de siete. El 1.0 TCe de 120 CV se unirá a finales de 2020. En cuanto a la disponibilidad de propulsores de gasóleo, se podrán escoger cualquiera de las dos vertientes del 1.5 DCi: 95 o 115 CV, el primero manual y el segundo automático.
En el extremo más picante de la gama, el Mégane RS 2020 recibe ajustes menores para mantener el ritmo con el Ford Focus ST y el Hyundai i30 N. Anteriormente, el propulsor de gasolina turboalimentado de 1,8 litros se ofrecía en dos niveles de potencia: 275 o 300 CV. Ahora se ha eliminado la versión de acceso. El par motor se mantiene en 400 Nm cuando se opta por la transmisión manual de seis velocidades, mientras que la automática recibe 420 Nm (+ 30 Nm).
El Renault Mégane 2020 también sustituye el acabado GT Line por el RS Line. En esencia es lo mismo: aportar un aspecto distintivo inspirado en los modelos RS “de verdad”
El Mégane RS Trophy, más allá del RS estándar, se vende con el chasis Cup que aporta una rigidez en la suspensión un 25 % superior delante y un 30 % en la zaga, mientras que la barra estabilizadora es un 10 % más fuerte. Un diferencial de deslizamiento limitado de Torsen ayuda a desplegar la energía del motor al asfalto de manera más efectiva, mientras que la dirección en las cuatro ruedas (4Control) se encarga de hacer que el coche cambie de dirección con gran eficacia.
“El nuevo Mégane tiene que ver con más tecnología para más diversión. El nuevo híbrido enchufable Mégane E-Tech tiene un sistema de propulsión híbrido recargable que incorpora todos nuestros avances tecnológicos, ofreciendo una verdadera experiencia eléctrica y conduciendo con total tranquilidad”, explica en el comunicado Marion Humeau, directora de marketing de coches de tamaño mediano.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Quisiera realizar un pequeño apunte: a lo que los angloparlantes llaman anti-roll bar, nosotros lo llamamos estabilizadora.