Desde su debut en 2018, el MINI JCW Buggy de X-Raid ha logrado un total de 11 victorias de etapa, casi un tercio del total en las que ha participado (35). En su palmarés tiene el título del Rally Dakar 2020, logrado por los españoles Carlos Sainz y Lucas Cruz. Stéphane Peterhansel y Paulo Fiúza, terceros, pusieron la guinda a una edición que marcaría la victoria en cinco ediciones del rally. Por tercer año consecutivo, veremos al “El Matador” junto a su copiloto luchar por un nuevo título en 2021.

Los buggy se distinguen dentro del reglamento de los 4×4 con los que compite por tener tan solo dos ruedas motrices (las traseras) y una suspensión con mayor recorrido. Esta combinación es más efectiva en las etapas de dunas, como las que abundan en Arabia Saudí. Para acompañar al conjunto, se incluye un juego neumáticos de competición off-road firmados por BFGoodrich que incluyen un sistema de inflado y desinflado accionable desde la cabina. Asimismo, se ha hecho hincapié en mejorar la fiabilidad de ciertos componentes, el manejo y reducir aún más el peso.

Para impulsar al MINI JCW Buggy hay un motor que toma su base en el bloque B57 utilizado en los vehículos de calle del Grupo BMW. Este propulsor turboalimentado de seis cilindros en línea desarrolla para la ocasión 350 CV de potencia a 3.500 RPM y 770 Nm de par. Junto a él se acopla una caja de cambios X-trac secuencial de seis velocidades, con diferencial integrado, que ha sido diseñada específicamente para este vehículo. Además de robusta, la transmisión está diseñada para que sus revisiones y operaciones de montaje y desmontaje sean lo más sencillas posible.

La edición del Rally Dakar 2021 verá una lucha disputada entre los MINI JCW Buggy de X-Raid, los BRX Hunter de Prodrive y Baréin, y las Toyota Hilux de Toyota Gazoo Racing

“Estoy listo para el Dakar, tanto mental como físicamente, y el MINI JCW Buggy también está funcionando muy bien. Será mi tercer Dakar con MINI, y hemos mejorado año a año. El primero fue de puesta a punto, con algunos problemas. El año pasado fue excelente y para la edición de este año, aunque ha habido poco tiempo de preparación, el coche va a llegar mejor. Sin duda, es mejor que el de los dos últimos años”, ha declarado Carlos Sainz en el comunicado de prensa.

“Por supuesto, es posible volver a ganar, pero en el Dakar nadie te regala nada. Más o menos tenemos los deberes hechos, y siento que tenemos la velocidad suficiente para luchar por la victoria. Es un coche cada vez más rápido, sólido y fiable gracias al metódico trabajo realizado”, asegura por su parte Lucas Cruz. Ambos pilotos han participado en carreras y se han entrenado para el duro reto que siempre supone el Dakar, como el Rally de Andalucía celebrado en octubre donde Sainz y Cruz acabaron segundos, con sus compañeros finalizando en cuarta posición.

En diciembre, las dos tripulaciones del equipo MINI han corrido dos Bajas en Ha’il (Arabia Saudí) como entrenamiento para el Dakar. En la primera, Sainz y Cruz acabaron en la segunda posición, justo por delante de Peterhansel y Boulanger. En la segunda, los españoles ascendieron a lo más alto del podio, con sus rivales de equipo de nuevo en el tercer puesto. Más allá de estos buenos resultados, lo verdaderamente importante de las pruebas es que pudieron probar ajustes en el coche y entrenar en un año en el que los test y las competiciones han estado muy limitadas.

Sainz y Cruz pelearán por la que sería su cuarto Dakar tras los logrados en 2010, 2018 y 2020, mientras que sus compañeros Peterhansel y Boulanger van a por el decimocuarto de su carrera. MINI, por otro lado, luchará por el sexto de su periplo en el rally más duro del mundo. Los más de 7.000 kilómetros de recorrido y las dificultades que tendrán que superar los pilotos, equipos y coches, serán quienes decidan el vencedor de la 43ª edición de esta dura carrera por las dunas del desierto, la cual comienza el próximo 2 de enero desde la ciudad de Yeda, en Arabia Saudí.

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