Echando la vista atrás, pocas berlinas han causando tanto impacto al llegar al mercado como lo hizo el CLS en 2004 (C219). Tomaba la base del Clase E (W211), pero la carrocería se adaptó hacia una línea coupé muy estilizada que, poco más tarde, fue replicada por otros fabricantes como Porsche (Panamera; 2009) o Audi (A7 Sportback; 2010). Tres lustros y pico después, los SUV se han hecho con el mercado, pero eso no ha impedido que el Mercedes-Benz CLS se haya actualizado de cara a 2021.

La segunda generación de la berlina alemana (C257) hizo su debut en 2018, estrenando el nuevo lenguaje de la marca de cara al futuro. No es mucho tiempo, razón por la cual este es un leve lavado de cara que pone al día al sedán. Pero hay más cambios de los que parecen a primera vista, no te dejes engañar. Y es que las cifras de ventas están muy lejos de las casi 35.000 unidades que se vendieron en Europa y Estados Unidos en 2005. El año pasado se adjudicaron poco más de 5.000 ejemplares en las mismas localizaciones.

El objetivo es crear una apariencia más nítida y deportiva al mismo tiempo que proporciona más formas para que el futuro propietario individualice su propio vehículo. Porque el CLS “pertenece a la categoría de coches de ensueño de Mercedes-Benz”, sugiere el fabricante teutónico, señalando que el diseño distintivo que se asemeja al de un cupé es “la razón más frecuentemente citada por los clientes para comprar el CLS”. Ciertamente, la forma básica ha cambiado poco desde el Salón del Automóvil de Nueva York de 2004.

Entre otros cambios, los clientes del Mercedes-Benz CLS 2021 podrán elegir un nuevo tono para el exterior: Spectral Blue Metallic. Otras opciones incluyen el Jupiter Red, Cashmere White Magno y Emerald Green

El parachoques es nuevo y tiene entradas de aire rediseñadas. Asimismo, los faros no han cambiado, pero ahora flanquean una parrilla con un patrón tridimensional de la estrella de Mercedes. La lama horizontal central contrasta con el negro brillante, y si bien sigue siendo un coche atractivo, el frontal del actualizado modelo parecen innecesariamente rebuscados si lo comparamos con el diseño anterior al restyling. Detrás, el parachoques agrega un falso difusor, mientras que el perfil luce un nuevo juego de llantas de aleación.

En el interior, el nuevo CLS tiene un nuevo volante con sensores capacitivos en ambos lados. Adornando el resto del habitáculo, ahora también cuenta con nuevos acabados en madera y cuero, y las opciones personalizadas se expanden a un equipo de 250 miembros de la casa Mercedes-Benz Manufaktur. “El CLS Se puede transformar en una creación muy personal, a medida, si así se desea”, dice la marca, destacando que hay una gran variedad de diferentes selecciones de materiales −todos de primer nivel− a bordo disponibles.

Los paquetes que personalizan un conjunto de elementos, como el “AMG Night Package II”, modifican piezas como la parrilla, la estrella de Mercedes-Benz en la zaga y la tipografía en un cromo oscurecido

Mecánicamente, la berlina de Stuttgart mantiene los trenes motrices que hasta ahora daban vida a la gama CLS. El escalón de acceso lo pone el CLS 220 d con una unidad tetracilíndrica diésel con 194 CV y 400 Nm. Sin salir de los propulsores movidos por gasóleo, es siguiente escalón es el CLS 300 d 4Matic, con el mismo bloque de 2 litros, pero apretado hasta los 265 CV y 550 Nm. El único seis cilindros diésel es el CLS 400 d 4Matic, con 3 litros de capacidad, 330 CV y 700 Nm. Los consumos oscilan entre los 5,5 y 7,4 l/100 km, y las emisiones de CO₂ entre las 143 y 194 g/km (WLTP).

En el lado de la gasolina, la gama comienza con el CLS 350, una unidad de 2 litros y cuatro cilindros turboalimentada que desarrolla 299 CV y 400 Nm. Por encima se ubica el CLS 450 4Matic, ya con un seis cilindros en línea de 3 litros que entrega 367 CV y 500 Nm. Por último tenemos al CLS 53 4Matic+, la vertiente firmada por los chicos de AMG. Esta vertiente hace gala del mismo bloque de seis cilindros, pero ha sido recalibrado para ofrecer 435 CV y 520 Nm. Aquí, los consumos se mueven entre los 7,5 y 9,6 l/100 km, con unas emisiones de CO₂ de entre 171 y 219 g/km (WLTP).

El CLS 450 4Matic seguirá acogiendo en su vano a un motor térmico de seis cilindros en línea junto con un sistema microhíbrido de 48 V que asiste en bajas velocidad con 21 CV y 250 Nm instantáneos

El Mercedes-AMG CLS 53 4Matic+ lidera, por el momento, el lado más prestacional del CLS 2021, marcando un 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y marcando una velocidad punta de 250 km/h, limitada electrónicamente. De serie, todas las vertientes −excepto el CLS 220 d y el CLS 350− cuentan con el sistema de tracción total de la casa (4Matic), pero ninguno excluye a la caja de cambios automática de nueve relaciones (Speedshift TCT 9G). Y salvo para el CLS 53 4Matic+, los acabados se limitan a dos líneas: “Avantgarde” y “AMG Line”.

Como podrás intuir, otro de las grandes atractivos es la dotación de las últimas novedades en material tecnológico. Estos incluyen el asistente de frenado activo, el límite de velocidad activo, un sistema Stop&Go inteligente que se guía por sí solo hasta los 60 km/h, sistema de estacionamiento automático con cámara con visión de 360 grados, las funciones Energizing Confort, que conecta varios sistemas de confort a bordo, o la última edición del sistema de información y entretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience).

De serie, el Mercedes-Benz CLS 2021 tiene dos pantallas de 10,25 pulgadas, dispuestas una al lado de la otra para parecer una sola pantalla. Opcionalmente se puede montar una pareja de 12,3 pulgadas

El modernizado Mercedes-Benz CLS llegará a los concesionario europeos en julio, y lo hará a un precio todavía desconocido. La compañía germana revelará los detalles de las tarifas y los equipamientos específicos para cada mercado según se acerque su fecha de debut, pero deberíamos esperar una factura de entorno a los 70.000 euros para el CLS 220 d y de más de 150.000 euros para el CLS 53 4Matic+ firmado por Mercedes-AMG.

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