Hace tiempo que los videojuegos son cada vez más realistas y divertidos, sobre todo si cuentas con volante y pedales en casa. Sin embargo, pocos videojuegos pueden presumir de tener diseños creados exclusivamente por parte de las marcas, como lo hace el Gran Turismo. Se trata de uno de los títulos más famosos en el mundo de las videoconsolas y uno de los “simuladores” más logrados, tanto por gráficos como por físicas. Sí, los hay mejores, pero pocos logran reunir tantas marcas, tantas posibilidades de puesta a punto y una comunidad de usuarios tan grande.

Además, también se puede disfrutar de actualizaciones constantes, porque cada dos por tres se lanzan nuevos coches, sean antiguos o modernos, que se pueden adquirir dentro del juego tanto con dinero de verdad, como con créditos del juego. Es bastante normal que cuando se lanza un nuevo coche al mercado, al poco se pueda adquirir en el videojuego, pero no lo que no es nada normal, es que veamos como se crea un coche “de verdad”, a partir de uno aparecido en el Gran Turismo. Es cierto que existen maquetas, prototipos e incluso alguna unidad rodante, pero nunca se ha podido comprar un coche que haya salido de un videojuego; hasta ahora. McLaren ha presentado el McLaren Solus GT, la versión “de verdad” del McLaren Vision Gran Turismo.

El McLaren Solus GT es la materialización de un vehículo conceptual radical de McLaren creado originalmente para el mundo de las carreras virtuales. Diseñado sin ninguna restricción por las normas de carretera o de competición, pero con todo el espectro de experiencia de McLaren para llevar a la realidad, ejemplifica nuestro espíritu vanguardista.” – Michael Leiters, director ejecutivo, McLaren Automotive

Bueno, en verdad no puedes comprar un McLaren Solus GT, a pesar de que se fabricarán 25 unidades. Y no puedes porque todas están vendidas, algo muy común en una edición tan especial y limitada como esta. Se trata de un coche realmente especial, pensado únicamente para ser rápido en pista y nada más, con mucho énfasis en los tiempos por vuelta. Por eso, la aerodinámica aplicada es muy radical, mientras que el habitáculo solo tiene un asiento y detrás del mismo, un propulsor V10 atmosférico nunca visto en McLaren.

Un misterioso motor V10 y un chasis de fibra de carbono

Dicho propulsor tiene 5.2 litros de cubicaje y el capaz de alcanzar las 10.000 revoluciones. Es un trabajo de un tercero, el cual, no ha sido identificado, pero rinde más de 840 CV y más de 650 Nm de par. Al parecer, es un motor derivado de competición, aunque no se han dado más detalles al respecto, sí se ha dicho que por primera vez en un McLaren de producción, el motor es parte integral del chasis, de hecho, la firma asegura que uno de los motivos para elegirlo fue precisamente por sus características estructurales.

Esta forma de diseñar el chasis es muy común en competición, como la propia marca indica en su boletín. Se hace así porque esta configuración permite una reducción del peso al no tener que emplear subchasis, sin que la rigidez general se vea afectada. Algo que tampoco sería un problema, ya que se emplea un monocasco de fibra de carbono del que hablaremos más adelante.

La caja de cambios, igualmente derivada de competición, tiene un total de siete relaciones y cuenta con moldeado y carcasa, que se fabrica con aluminio y magnesio, a medida. Como cabría esperar en un coche tan radical, está montada justo detrás del motor y sirve de soporte para la suspensión trasera. Está compuesta por piñones de dientes rectos y por un embrague multidisco de fibra de carbono.

Como se ha mencionado antes, el chasis es una “bañera” de fibra de carbono, una solución que emplea McLaren desde hace décadas. Para la ocasión, se usa un proceso de fabricación con fibra de carbono pre impregnada, que permite lograr una mayor resistencia estructural y una mayor uniformidad en el acabado del material. Las estructura del chasis delantera y trasera también se fabrica con fibra de carbono, dejando al motor y a la caja de cambios en resto. Se emplean métodos de impresión 3D para elementos de titanio, que forman parte de la estructura del habitáculo y del arco antivuelvo. Según la marca, es la primera vez que se usa este tipo de fabricación para elementos estructurales, en un modelo de McLaren.

Las suspensiones, al igual que el resto del coche, sin muy radicales. Monta dobles trapecios con amortiguación por barra de torsión interior, que se acciona mediante varillas de empuje en la parte delantera y por varillas de tracción en la parte trasera. Se completan con barras estabilizadoras totalmente regulables. En el eje delantero, los brazos de la suspensión, fabricados con acero, tiene una carcasa aerodinámica fabricada con fibra de carbono. Los frenos, por su parte, están formados por pinzas de aluminio mecanizado con seis pistones delante, con discos y pastillas de carbono. Las ruedas son igual de espectaculares, con llantas de 18 pulgadas y tuerca central, calzadas con neumáticos con especificaciones Le Mans Prototype, tanto para seco como para mojado.

No es muy veloz en línea recta por su aerodinámica

El conjunto total del coche pesa únicamente 1.000 kilos, pero no es demasiado rápido en recta por su elevada carga aerodinámica. “Solo” alcanza los 322 km/h, pero es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos y con una aerodinámica como la aplicada, seguramente sea capaz de hacer unos tiempos por vuelta salvajes. Su carrocería está totalmente inspirada en el McLaren Vision Gran Turismo y entre otras cosas, explota al máximo el efecto suelo. El splitter delantero redirige el aire hacia los túneles de efecto suelo, para, después, sacarlo por el difusor trasero de gran tamaño. La entrada de aire situada sobre el habitáculo alimenta al motor con aire fresco (y genera un fuerte sonido de admisión), mientras que detrás, hay un enorme alerón doble que, según McLaren, es la clave para una cifra de carga aerodinámica que supera el peso del coche. ¿Cuál es esa cifra? No lo sabemos porque la marca no lo ha comunicado.

Para entrar en el habitáculo se usa un sistema similar al de los aviones de combate, es decir, toda la cubierta de la carlinga se desplaza hacia delante. Una vez dentro, nos encontraremos con un asiento fijo que será configurado según los gustos de cada propietario. Los pedales y el volante son regulables de forma eléctrica. El volante se inspira en la Fórmula 1, con una pantalla y los controles integrados. Es una solución totalmente obligatoria, porque el piloto dispone del mismo espacio que un piloto de Fórmula 1, es decir, muy, muy limitado. Además, el piloto contará con un mono de carreras, un casco y un HANS a medida, que se regalan con el coche. También se entregarán todos los coches con una maleta de vuelo.

El McLaren Solus GT todavía está en fase de pruebas de desarrollo en circuito, aunque la marca afirma que las primeras entregas se realizarán en 2023.

Galería de fotos