Desde que en el grupo SEAT se decantasen por diversificar sus productos han sido muchas las voces que han puesto en duda y han cuestionado los pasos que daban. La apuestan la electromovilidad de la mano de CUPRA puso en entredicho la viabilidad del proyecto, pero eso no ha impedido que la firma española siga creciendo poco a poco. Ahora, que han visto como en 2025 tenían que renovar esos modelos que llegaban a la mitad de ciclo de vida útil, han decidido que el SEAT Arona y el SEAT Ibiza, tuviesen nuevas versiones híbridas.

Han sido muchos los que han dudado de las decisiones que se tomaban y ahora se ha comprobado que están dando los pasos correctos. Por el momento, SEAT se decantará por los coches más pequeños y con un precio más reducido en esos segmentos más convencionales, mientras que Cupra se adentrará en el segmento más alto, ofreciendo un enfoque más híbrido y sostenible. En las últimas horas, se ha podido saber de la mano de Wayne Griffiths que la firma española seguirá los pasos de Volkswagen con el Polo, que se ha decidido actualizar para adaptarse a la nueva normativa Euro 7.

Se trata de una medida que no sorprende y que garantiza la viabilidad de un proyecto que va cada vez más en serio, haciendo frente a críticas feroces a las que sostenerse. La firma se está adaptando a un mercado cambiante y que cada día tiene una novedad distinta y ahora, con esta iniciativa, se observa como se va haciendo a las peticiones de sus clientes, los cuales se vuelven más reticentes a la movilidad sostenible. Por ello, se ha decidido adentrarse en la era híbrida, especialmente para garantizar el sector de la automoción a largo plazo, algo que en SEAT tienen siempre muy presente. 

Con ello, desde el grupo ahora empezarán a producir motores de gasolina híbridos, suaves, de baja potencia y altas prestaciones, lo que le permitirá ser más rentable. De este modo, se han centrado en garantizar la viabilidad de un modelo de negocio donde tanto el terreno de combustión, como el híbrido como el eléctrico, se dan de la mano.

Desde la marca, han querido destacar que no abandonarán el mercado de la movilidad eléctrica, y han admitido que será una manera de seguir vinculado a la sostenibilidad y un paso previo a la movilidad sin emisiones. Se trata de un movimiento lógico, especialmente si se tiene en consideración que no termina de adentrarse a este terreno gran parte de la población. Por ello, se confirmaría su intención de que sea una moneda de cambio vehicular hacia la transición ecológica. 

En SEAT y Cupra quieren tener el paquete completo y lo están consiguiendo. Con modelos que son históricos y que han conseguido grandes resultados, ahora se han propuesto que tengan las mejores alternativas. Eso pasa por dejar a la primera como exclusivamente para vehículos de movilidad urbana de combustión y a partir de 2035 en otros elementos que permitirá que los usuarios puedan moverse por las ciudades sin mayores complicaciones (véase patinetes o motos sostenibles) y en la línea de Cupra, todos esos modelos que se destinarán para la movilidad sostenible, ya sean híbridos o puramente eléctricos. Lo que es evidente, es que su línea de productos rompe con lo establecido, con un diseño bonito y atractivo, manteniendo puramente la mentalidad eléctrica que tanto han estado persiguiendo. Ahora, tocará ver que sucederá finalmente, pero lo que parece es que seguirán creciendo como hasta la fecha.