Han pasado ya más de tres años desde que se presentara el Mercedes-AMG Project One Concept, un espectacular deportivo que estaba destinado a llevar a la calle la tecnología desarrollada en Fórmula 1. De hecho, la transferencia anunciada por Mercedes es tan directa, que el propio motor del megadeportivo alemán es el usado en el monoplaza de F1 ligeramente adaptado a la circulación por vías públicas. Muy, muy ligeramente adaptado.
Más de tres años de seguimiento a un coche tremendamente especial, tanto que no habrá nada parecido en el mercado. Y una muestra de ello está siendo su concepción, que al parecer, ha vuelto a encontrar una piedra en el camino que, nuevamente, ha obligado a retrasar su lanzamiento unos meses, hasta el primer trimestre de 2022. En la primera ocasión, los retrasos se debieron a problemas técnicos para homologar las cifras de emisiones para poder circular por vías públicas, un problema que no tiene el propulsor que se usa en Fórmula 1 y el cual, no se tuvo en cuenta durante el diseño del motor.
No debemos olvidar, que el propulsor V6 turbo de 1.6 litros híbrido que tendrá este Mercedes-AMG One, es el mismo del monoplaza de Fórmula 1 y en la Categoría Reina no hay que cumplir con ningún tipo de normativa de emisiones. En la calle sí, encontrando un escollo que ha requerido algo más de tiempo del esperado, sobre todo para que las prestaciones prometidas no se vieran afectadas. En muchas ocasiones, para que un motor pudiera cumplir con las normativas, ha tenido que sufrir una pérdida de prestaciones que en esta ocasión no estaban dispuestos.
También se ha tenido algunos problemas con el ralentí, pues en Fórmula 1 este se establece a unas histéricas 5.000 revoluciones y los ingenieros debían bajar esa cifra a un máximo de 1.200 revoluciones. Sigue siendo un ralentí llamativamente alto, pero muy lejos del estresante giro que se tiene en Fórmula 1. Este tipo de cosas pueden parecer banales, pero el régimen de ralentí afecta al funcionamiento del motor en los primeros compases, al iniciar la marcha. En competición no importa que tenga un ralentí muy alto, sobre todo cuando los motores giran tan arriba como en F1, pero en la calle lo importante es una salida desde parado suave y progresiva. A 1.200 revoluciones, el V6 del Mercedes de F1 quizá no tenga el par necesario para mover el coche desde parado y es ahí donde han tenido que trabajar, apoyándose muy seguramente en los motores eléctricos (que por si no lo recuerdas, suman cuatro)
El segundo retraso parece ser culpa de los modos de conducción, los cuales, están siendo bastante complicados de poner a punto. El Mercedes-AMG One contará con cinco modos de pilotaje, desde uno que limitará sus prestaciones de forma que sea conducible por carreteras con mala adherencia, hasta uno llamado “STRAT 2”, el mismo que usan los pilotos de Mercedes en F1 para las sesiones de calificación, el cual, libera 20 CV adicionales. I
Dicho problema les ha vuelto a obligar a acudir al circuito de Nürburgring, donde se les ha visto últimamente rodando con algunas unidades de desarrollo. En realidad no sabemos si están trabajando en resolver este problema, porque se les ha visto hacer algunas cosas un tanto raras, como por ejemplo una aceleración desde muy baja velocidad en zona de tierra fuera del circuito (y con la dirección totalmente girada). También se les ha visto circular por las carreteras aledañas a la pista a velocidades muy reducidas.
El Mercedes-AMG One llegará finalmente en 2022, concretamente, como se ha comentado antes, durante el primer trimestre y ya se conocen algunos propietarios del modelo, algo que por otra parte, carece de interés para nosotros pues no influye en el coche, no cambia sus características técnicas ni sus prestaciones. Lo realmente importante es que las pruebas en carretera abierta con coches con muy poco camuflaje, anuncian una presentación inminente, siempre que no haya más retrasos, claro. Es cierto que ya se conocen muchos secretos sobre este espectacular deportivo, pero no por ello dejará de ser una bomba cuando se dé a conocer.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS