Carlos Tavares, el CEO de Stellantis que tanta controversia ha creado con algunas declaraciones y con su forma de trabajar, ha dimitido. Y si esto te pilla por sorpresa, es que no has estado al tanto de lo que ha ocurrido hasta ahora. De todas formas, la dimisión de Tavares es un simple adelanto de los acontecimientos, pues el directivo ya tenía fecha de salida.
La dimisión de Carlos Tavares no se la esperaba nadie, pero tampoco podemos considerarlo como una sorpresa. El CEO de Stellantis tenía contrato hasta 2026, aunque se sabía que dejaría su cargo a comienzos de 2026, pues la compañía anunció que no se renovaría su contrato y habían empezado con la búsqueda de un sustituto. Un movimiento que, según dijeron desde el grupo automovilístico, estaba dentro de una reestructuración profunda de los órganos de gobierno de la empresa, que actualmente está sumida en una notable crisis que les afecta desde varios frentes.
Por un lado, están los coches eléctricos, cuya ralentización de las ventas es un problema no solo para Stellantis, que actualmente apuesta fuerte por la tecnología –todos sus lanzamientos son, en primera instancia, eléctricos, para luego poner en circulación el resto de variantes con motores de combustión–, en realidad es un problema para todos los fabricantes, y lo hemos visto con los diferentes cambios de estrategia. Por otro lado, las ventas en Estados Unidos también es afecta de manera importante, no debemos olvidar que el grupo industrial tiene varias marcas emplazadas allí y supuso un mercado de vital para las cuentas.
Cuentas que pusieron a Tavares en la cuerda floja. En el primer semestre del 2024, las ventas en Estados Unidos han caído un 18%, lo que supone amontonar stock al que no se podía dar salida. También se le ha criticado por ser un poco radical en su obsesión por la reducción de costes, un tema que ha sido uno de sus pilares desde que se puso al frente de Stellantis: todas las marcas debían demostrar su rentabilidad y no le temblaría el pulso si tuviera que liquidar alguna de ellas.
Hasta la designación de un nuevo CEO, Stellantis estará dirigida por un Consejo de Administración, con John Elkann, presidente de Stellantis al frente. Entre las funciones de este Consejo de Administración está la designación de un nuevo CEO, que deberá ser presentado durante el primer semestre de 2025.
Sin embargo, no todo ha sido malo, pues Tavares ha sido quien puso mucho de su parte para la creación de la propia Stellantis y quien devolvió a Opel a la senda de los beneficios cuando fue absorbida, a pesar de los problemas que escondía. Con Alfa Romeo no ha habido tanta suerte, aunque es cierto que la marca italiana rinde mejor que antes de la afirmación de Stellantis –a costa de perder algo de personalidad, todo sea dicho–.
Durante el mandato de Tavares, las cifras de beneficios que anunciaban desde Stellantis eran de órdago, con nada menos que 18.625 millones de euros de beneficios en 2023. El portugués también es actor principal en la transformación de Peugeot y sí, de Citroën, que ha recuperado algo de su excentricidad, pero siempre a una distancia prudencial de Peugeot.
Elkann, en un comunicado, ha dicho: “agradecemos a Carlos por sus años de dedicación y el papel que ha desempañado en la creación de Stellantis, además de en las anteriores transformaciones de PSA y Opel, que nos ha colocado en el camino de convertirnos en un líder global en nuestra industria. Espero trabajar con nuevo comité ejecutivo, apoyado por todos nuestros colegas de Stellantis, mientras completamos el proceso de nombramiento de nuestro nuevo CEO. Juntos garantizaremos el despliegue de los intereses a largo plazo de Stellantis y de todos sus accionistas”.
¿Cuál ha sido el motivo para que Carlos Tavares presentara su dimisión? Desde la marca, obviamente, no se ha dicho nada. Se sabía que el directivo presentía mantenerse al mando hasta el fin de su contrato, fechado en 2026, pero es evidente que algo ha ocurrido internamente para que haya decidido irse antes. Es lógico pensar en presiones internas por los resultados actuales, algo que, más o menos, confirma Henri Castries, director independiente sénior de Stellantis, quien ha insinuado “acuerdos con Tavares”.
Según Castries: “el éxito de Stellantis desde su creación se ha basado en una alineación perfecta entre accionistas de referencia, el directorio y el director ejecutivo. Sin embargo, en las últimas semanas han surgido diferentes puntos de vista que han dado lugar a que el directorio y el director ejecutivo hayan tomado la decisión”.
No podemos olvidar tampoco que la UAW –United Auto Workes, el sindicato de trabajadores de la automoción en Estados Unidos– ha estado encabezando una campaña contra Carlos Tavares, para la cual, incluso se llegó a crear una página web –shitcancarlos.com, y no es broma, pues significa algo como “Carlos es una mierda” y podría parecerlo– en la que afirman que el directivo está fuera de control. Además, la UAW también habló sin tapujos sobre el despido y han convocado huelgas, en consonancia con sus compañeros italianos, quienes convocaron la primera huelga en 20 años.
Por supuesto, la información, acompañada de especulaciones, aparecerán poco a poco a lo largo de las próximas semanas, las cuales, prometen ser intensas.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS