El BMW M4 CSL es uno de los coches más centrados en el conductor que jamás haya salido de la división M. Pero, para aquellos conductores que también necesitan tener en cuenta a los pasajeros, ahora tiene un hermano, el BMW M3 CS 2023. Si te preguntas por qué le falta la “L” al nombre, es porque no es tan “Light” como su hermano de dos puertas por razones que veremos en breve y anunciamos hace unos días.
Pero no pienses que es un M4 CSL amansado. En verdad, reutiliza muchos de sus mismos ingredientes, incluido su motor de seis cilindros en línea doblemente turboalimentado y sus características aerodinámicas, así como el empleo de mucha fibra de carbono. Lo más obvio es que este modelo se basa en la berlina y no en el coupé, algo que no solo facilita el acceso a los asientos traseros, sino que lo hace posible; parte del paquete del programa de dieta que ayudó al M4 CSL a recibir la “L” en su nombre implicó quitar esos asientos.
Pero el BMW M3 CS los conserva, por lo que puedes acomodar a cuatro personas (cinco en un apuro, algo imposible en el M5 CS). Por supuesto, ambos modelos comparten la pareja de asientos semibucket con la cubierta de fibra de carbono y el logotipo “CS” iluminado, así como el volante de tres radios forrado en Alcántara y levas de fibra de carbono. Lo que no es exactamente igual es el salpicadero. Si el M4 CSL conserva el cuadro de instrumentos y el sistema multimedia separados, el M3 CS adopta una gran pantalla panorámica.
Aunque, técnicamente, se compone de dos pantallas separadas, la superficie de cristal hace que parezca una pantalla gigante y le da al M3 CS un aspecto mucho más moderno
Pero, en la práctica, lo que importa es lo que hay bajo la piel. El motor del BMW M3 CS es el mismo bloque de seis cilindros en línea biturbo de 3,0 litros que se encuentra en el M4 CSL, que es solo una versión mejorada de la unidad S58 presentes en los M3 y M4 Competition. La firma bávara le ha dado un impulso al turbo −de 1,7 a 2,1 bar−, el cigüeñal es forjado, el cárter más rígido, el núcleo de la culata se ha fabricado con impresión en 3D y el suministro de aceite se ha mejorado, características derivadas del M4 GT3 de competición.
Todos estos cambios hacen que se generen 550 CV −a 6.250 RPM− en lugar de los 510 CV estándar, aunque la cifra de par motor de 650 Nm −entre 2.750 y 5.950 RPM− no cambia. Eso implica que las prestaciones son sensiblemente mejores, con un sprint de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos (-0,1 s) y una velocidad máxima de 302 km/h (+52 km/h, por la limitación electrónica del M3 Competition). Una energía que va del motor a las cuatro ruedas a través de la conocida caja de cambios automática de convertidor de par y ocho relaciones.
Como va siendo habitual en la línea de modelos de BMW M, la transmisión se encarga de mandar todos los potros a las cuatro ruedas, aunque el eje delantero se puede desconectar
Y, hablando del sistema de tracción total, que BMW llama en este caso M xDrive, cuenta con tres modos de funcionamiento: 4WD, 4WD Sport y 2WD. Con este último activado, el M3 CS se convierte en un sedán de propulsión, aunque te obliga previamente a quitar el control de estabilidad. Esto hará las delicias de aquellos que gustan ir de lado a lado sin preocuparse de lo que cuesta el juego de gomas Michelin Pilot Sport Cup 2 (285/30 ZR20 detrás y 275/35 ZR19 delante); en opción se pueden pedir unos idénticos, pero algo menos radicales.
Tras las llantas de aleación forjadas de 19 pulgadas al frente y de 20 pulgadas detrás hay un sistema de frenos que BMW denomina “M Compound”, con discos delanteros de dos piezas (el propio disco es de fundición de hierro y la pieza central de aluminio) y pinzas fijas de seis pistones (en el eje posterior son flotantes monopistón). Opcionalmente, se puede pedir otro sistema con discos carbocerámicos que tienen mejor rendimiento en pista. Por supuesto, la suspensión controlada electrónicamente y dirección electromecánica se ha recalibrado.
Si bien el M4 CSL se ahorra algo más de 100 kg con respecto al M4 Competition, el M3 CS se conforma con adelgazar 20 kg, inclinando la balanza en unos no tan ligeros 1.840 kg
Cubierto el apartado técnico, veamos cómo BMW ha aligerado el M3. El plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) está presente en el techo, el capó, el faldón inferior delantero, las “tomas de aire” de las aletas, las cubiertas de los retrovisores, el alerón, el difusor, las molduras decorativas del salpicadero y la consola central. Los mencionados asientos ayudan también a reducir la masa (a pesar de estar calefactados y tener ajustes eléctricos), así como el sistema de escape con silenciador de titanio. En total, la dieta ha ahorrado 20 kilos.
Muchos de estos elementos también le dan al M3 CS su aspecto agresivo, ya sea en a través del tono Frozen Solid White (exclusivo del esta versión) que contrasta con las piezas de fibra. Si prefieres algo más llamativo, puedes elegir el color Signal Green (en la foto), Brooklyn Grey y Sapphire Black. Como detalles distintivos, el M3 CS cuenta con la absurdamente parrilla de doble riñón sin marco con detalles rojos y el logotipo “CS”. Los faros láser forman parte de la dotación de serie y se iluminan en amarillo en un aspecto retro, como en el M4 CSL.
Por último, el precio. ¿Cuánto cuesta el M3 más rápido hasta la fecha? Aquí, en el mercado español, 177.650 euros, 57.000 euros más que el M3 Competition xDrive en del que toma base. Pero bueno, sabemos que en un futuro será un clásico muy bien valorado, aunque no sé si tanto como el añorado M3 CSL (E46). Si quieres verlo en detalle, a continuación de proporcionamos una generosa galería para disfrutar desde todos los ángulos del nuevo BMW M3 CS.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS