La marca alemana está realizando ensayos en una nave de pintura en la factoría de Ingolstadt, con el objetivo de desarrollar una técnica que permita con una sola pulverización pintar dos piezas en colores o tonos diferentes..

Como todos sabemos, en la actualidad están muy de moda los coches que permiten posibilidades de personalización -techos, llantas o retrovisores pintados en un color distinto al resto de la carrocería, vinilos…-. Así vemos esto por ejemplo desde en modelos pequeños como un Audi A1 o un DS 3 hasta en modelos de extremo lujo de marcas como Bentley o Rolls-Royce.

En la actualidad, es necesario cubrir antes del pintado las partes que tienen un color de contraste, con la pérdida de productividad que ello conlleva

Con la técnica de pintado que está desarrollando Audi se aplica la pintura en tiras de 1 mm de anchura y se consigue que no se forme una nube de pintura, de manera que ambos colores no se mezclan. Esto es algo que se puede conseguir estudiando, entre muchos otros parámetros, la presión de salida de la pintura o la magnetización de las partículas de la misma, aunque por supuesto la marca no da ningún tipo de información en este aspecto.

Las ventajas de este proceso, encaminado sobre todo a los vehículos que llevan el techo pintado en color de contraste, son un ahorro muy considerable de tiempo -los operarios ya no tendrán que cubrir manualmente las partes- y un ahorro de dinero porque al no formarse una nube de pintura se aprovecha una mayor cantidad de esta, además de que se reduce el número de horas de mano de obra de los operarios.

La marca de Ingolstadt ha estimado que en un periodo aproximado de un año podrá trasladar esta técnica a los vehículos destinados para el público.