A principios de este año salió a la venta la nueva generación del A3 dramáticamente rediseñada, con una gama de motores gasolina y diésel con tecnología mild-hybrid. A finales de año se unirán a la oferta del fabricante alemán la ya estrenada vertiente bifuel g-tron, de gasolina/GNC, y el híbrido enchufable, bautizado como Audi A3 Sportback 40 TFSIe. Bajo la piel, estamos ante la misma configuración que emplean también los renovados SEAT León, Škoda Octavia y Volkswagen Golf.

Siguiendo los pasos del antiguamente conocido como e-tron, este compacto híbrido enchufable está propulsado por un motor de gasolina turboalimentado (TFSI) de 1,4 litros, con una potencia de 150 CV y 250 Nm, y uno eléctrico de 109 CV y 330 Nm. La potencia combinada del sistema es de 204 CV y 350 Nm, dirigida a las ruedas delanteras a través de una transmisión S tronic de seis relaciones. La batería de 13 kWh está colocada bajo los asientos traseros y se puede cargar con una potencia máxima de 2,9 kW, lo que significa que tendrá que estar enchufado durante más de cuatro horas.

En cuanto a prestaciones se refiere, el Audi A3 Sportback 40 TFSIe hace el sprint de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos, alcanzando una velocidad máxima declarada de 227 km/h. El consumo medio de combustible, por otro lado, es de entre 1 y 1,2 l/100 km, con unas emisiones de CO₂ de entre 24 y 31 g/km. Cabe destacar que estas cifras son las extraídas del ciclo de homologación NEDC, no del WLTP. Y aunque esto suene muy bien, lo cierto es que hay una contraparte, y es la capacidad de carga del maletero, que pasa de tener 380 a 280 litros (1.100 litros con la segunda fila de asientos abatida).

A baja velocidad, el sistema de alerta acústica del vehículo impuesto por ley el pasado año emite el sonido reglamentario para este tipo de coches, evitando así sustos inesperados

El sistema que controla la propulsión está diseñado para condiciones de conducción eficiente. Hasta temperaturas de -28 ° C arranca siempre en modo eléctrico. El conductor puede priorizar este modo mediante el botón EV, y puede recorrer una distancia de hasta 65 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP, suficiente para cubrir la mayoría de los desplazamientos diarios con cero emisiones locales. Esto supone casi 20 km más que su predecesor, aunque la velocidad máxima a la que puede circular en modo eléctrico es de 140 km/h (227 km/h con gasolina).

El equipamiento de serie incluye llantas de aleación de 16 pulgadas, faros con tecnología LED, un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 10,1 pulgadas, conectividad Android Auto y Apple CarPlay, la aplicación myAudi que conecta el coche al smartphone del usuario, un climatizador bizona y un volante multifunción forrado en cuero. Características como el techo corredizo panorámico, los asientos deportivos, la pantalla de visualización frontal (HUD), el Audi Virtual Cockpit, y otros elementos de última hornada están disponibles como opcionales.

Al frenar, el motor eléctrico asume la función del generador y permite desaceleraciones de hasta 0,3 G. Este último puede recuperar hasta 40 kW de potencia y, según Audi, la desaceleración debería dar la sensación de estar pisando el pedal de freno de un coche eléctrico. Además, cuenta con funciones específicas para un tren motriz híbrido, incluidos dos modos de conducción (“Battery hold” y “Battery hold”) que se pueden seleccionar a través de la unidad de control MMI, donde se muestra también el flujo de energía del sistema de propulsión.

El Audi A3 Sportback 40 TFSIe se lanzará en Europa este otoño, con precios que comienzan en 37.470,92 euros en Alemania, sin incluir el descuentos inicial de 6.750 euros. Al igual que en la vertiente A3 Sportback 30 g-tron de gas natural comprimido, los precios para el resto de los mercados europeos se darán a conocer según se acerque su fecha de llegada. Y como último dato curioso, Audi también lanzará una versión más potente de este modelo que “enfatizará los acentos deportivos”, siguiendo la línea de las vertientes PHEV del Škoda Octavia RS iV y el CUPRA León.

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