La octava iteración del popular superdeportivo estadounidense ha sido el salto generacional más destacado en sus ya 70 años de vida. La configuración de motor central-trasero fue solo el primer paso, y hacer que la versión Z06 pudiera estar realmente al nivel de sus rivales del Viejo Continente fue el segundo. Bien, el Chevrolet Corvette E-Ray se une a la gama para mejorar el currículum del biplaza con la llegada de la propulsión electrificada y un sistema de tracción total.

Desarrollado para que entusiastas del Corvette puedan llegar a cualquier lugar, sin importar la temporada, el E-Ray está disponible en con ambas carrocerías: coupé-targa (con el techo practicable) y descapotable (techo rígido). La idea de la electrificación aquí no es convertirlo en un superdeportivo híbrido de circuito, si no en emplear ese plus energético para mejorar las prestaciones en línea recta y aportar un extra de confianza aunque llueva, al igual que el poder arrancar por las mañanas sin despertar a todo el vecindario.

Visualmente, el Corvette E-Ray toma prestadas algunos elementos de diseño del Z06, como su carrocería 91 milímetros más ancha y las salidas de aire traseras más largas y delgadas. Pero, en el fondo, comparte mucho más con el Stingray de acceso, cuya configuración de cuatro salidas de escape comparte. Esto se debe a que tras los asientos no se esconde el V8 LT6 de 5.5 litros y cigüeñal plano del Z06, sino el bloque LT2 de 6.2 litros que usa el resto de la gama, con los mismos 502 CV y 637 Nm dirigidos a las ruedas traseras.

Con el nuevo sistema híbrido de 655 CV combinados, el Corvette E-Ray hace el 0 a 96 km/h en 2,5 segundos (por 2,6 s del Z06) y cubre el cuarto de milla en 10,5 segundos a 209 km/h

La diferencia en el Corvette E-Ray es la presencia de un único motor eléctrico instalado en el eje delantero. Aprovechando que la batería está ubicada debajo del túnel central, el motor envía 162 CV y 170 Nm a las ruedas delanteras y, en ocasiones, permite que se conduzca con energía eléctrica. Así es, este es también el primer Corvette con tracción delantera del mundo. Sin embargo, hay que matizar que este híbrido no se enchufa como otros rivales del segmento (véase el Ferrari 296 GTB o el McLaren Artura). Es más tradicional.

El equipo de ingenieros de General Motors al cargo ha optado por un diseño que se basa en el frenado regenerativo y en la potencia excedente del ocho cilindros para cargar la batería. La desventaja de esa decisión es que no goza de una autonomía eléctrica muy extensa (aún pendiente de confirmar), y en caso de querer rodar en completo silencio no podrás rebasar los 72 km/h (45 mph). Sin embargo, dada la pequeña capacidad de la batería, de apenas 1,9 kWh, tendrás suerte si consigues rodar más de 5 kilómetros sin gasolina.

El Chevrolet Corvette E-Ray quiere posicionarse como la alternativa más práctica y cómoda para los clientes que quieran usarlo todos los días; para ir a los circuitos ya está el Z06

Aún así, Chevrolet afirma que se ha ajustado el propulsor eléctrico del E-Ray para extender el tiempo que el motor V8 puede funcionar con la mitad de sus cilindros durante escenarios de conducción donde se demanda poca “chicha”. Por desgracia y con mucha lógica, este es el Corvette más pesado hasta la fecha. La incorporación de un motor eléctrico y una batería aumentan la masa del conjunto hasta los 1.712 kilos (1.749 kg en el caso del Convertible). El modelo de entrada parte en 1.530 kg, mientras que el Z06 engorda 11 kg.

A bordo, el Corvette E-Ray luce un esquema interior Artemis Dipped completamente nuevo, con tonos verde intenso en casi todas las superficies interiores. Solo estará disponible en los modelos vendidos para este año. Los botones Charge+ y Stop/Start y las actualizaciones en los gráficos las pantallas completan los cambios visibles. También hay hasta seis modos de conducción: Tour, Sport, Track, Weather, My Mode y Z-Mode, así como la función Charge+ antes mencionada, que maximiza el estado de carga de la batería.

A nivel estructural, el Chevrolet Corvete E-Ray integra el juego de amortiguadores Magnetic Ride Control 4.0 con tres configuraciones disponibles. Estos qudan conectados a unas llantas de cinco radios con un diseño exclusivo para esta versión, las cuales abrazan un paquete de discos de freno carbocerámicos firmados por Brembo. Y si quieres personalizarlo, la marca ofrece los vinilos Electric Blue, un calzado de fibra de carbono junto con otras piezas de la carrocería en el mismo material y hasta 14 colores, pasando por caja, claro.

Este nuevo modelo aúna tradición y modernidad con un motor de dos válvulas por cilindro y un diseño de válvulas en cabeza (OHV) un sistema híbrido que lo hace más eficiente

Hablando de dinero, si bien el Corvette Stingray de acceso parte en 64.500 dólares −sin los cargos de destino que se aplican en Estados Unidos−, su versión híbrida hace lo propio con una tarifa de entrada superior a los 100.000 dólares. Al final, el Corvette E-Ray se puede ver de dos maneras: como una alternativa gran turismo del Z06, o como el hermano más fresco del Stingray. En términos aún más simples, reúne lo antiguo y lo nuevo en un paquete muy especial. La esencia de un V8 de la vieja escuela y tecnología contemporánea.

“El Corvette ha sido el coche halo para Chevrolet desde 1953″, manifiesta el vicepresidente de Chevrolet, Scott Bell en la nota de prensa. “La combinación sin precedentes de confianza, rendimiento, sofisticación y estilo del E-Ray brinda una nueva razón para que más personas experimenten lo que es el Corvette”. El ingeniero jefe ejecutivo del modelo, Tadge Juechter, añadió que “esta tecnología de electrificación mejorará la sensación de control en todas las condiciones, agregando un grado inesperado de compostura”.

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