El éxito de los SUV es abrumador, no importa la marca que punga uno en circulación, no importa el precio ni importa la tecnología incorporada, siendo un SUV, se venderá solo. Es increíble hasta donde ha llegado la popularidad de estos coches, y el potencial que todavía tienen para seguir arrasando en ventas. Sobre todo convertidos en coches eléctricos, una combinación que parece ser la receta del éxito en un creciente segmento que pronto será el presente del automóvil. Ahí están, por ejemplo, los Audi Q4 y Q8 e-tron, los BMW iX o los Mercedes EQC, sin olvidarnos uno que ha levantado ampollas, el Ford Mustang Mach-E.

Precisamente el Mustang Mach-E se posiciona como un coche bastante provocador, al haber cogido un sello mítico como es el Mustang y convertirlo no solo en un SUV, sino en un coche eléctrico. Un movimiento que a los puristas y a muchos otros fanáticos, les hizo poner el grito en el cielo, pero que, como cabría esperar, ha sido una bomba en ventas y podría ser el detonante de otro lanzamiento que, muy seguramente, pondrá el mercado patas arriba, creando una oleada de comentarios y opiniones de lo más diversas: un Corvette SUV. Son muchos los rumores sobre la llegada de un SUV basado en el Corvette, o más que basado, aprovechando su imagen y su tirón comercial, como ha hecho el Mach-E con el Mustang.

Todavía no hay nada oficial, pero que a nadie le sorprenda si de aquí a unos años, nos encontramos con el lanzamiento de un SUV que luzca orgulloso las famosas banderas que forma el logo del Chevrolet Corvette. Básicamente, porque los “Sport Utility Vehicles” aseguran una enorme cantidad de ventas, ni siquiera Ferrari ha podido resistir la tentación de poner su propia propuesta en el segmento tras el desproporcionado éxito del Lamborghini Urus. Incluso McLaren acabará por tener un SUV en su catálogo, a pesar de las diferentes declaraciones en contra que se han hecho desde la marca. Y es que una cosa es clara, los deportivos, aunque pasionales y emocionantes, tanto para usuarios como para los propios ingenieros, tienen un nicho de mercado muy limitado, mientras que los SUV se posicionan en el lado contrario, su nicho de mercado es enorme.

Por eso, la llegada de un Corvette SUV se da por sentada y además, también se da por hecho que será un SUV eléctrico, al estilo del Ford Mustang Mach-E. Hay muchos rumores con respecto al Corvette SUV eléctrico, incluso se dice que contará con una arquitectura de 800 voltios y la nueva tecnología Ultium de General Motors con capacidad para cargas con hasta 350 kW de potencia. Llegará después del Corvette C8 eléctrico y podría compartir gran parte del apartado mecánico con este.

No podemos hablar de cifras de potencia, autonomía o dimensiones, ni siquiera se ha aventurado nadie a especular sobre dichos datos. El Mustang Mach-E, el que, a priori, es el principal rival, tiene varias versiones con potencias que van de los 269 a los 487 CV. El Corvette SUV apuntaría, seguramente, a la más potente, sería muy raro que el Corvette SUV se ofreciera con menos de 400 CV. La autonomía del Mach-E es de 490 kilómetros, una cifra que ya se puede considerar como estándar y que debería ser a la que aspire el Corvette SUV en caso de llegar. Podría emplear, quizá, el grupo propulsor del Cadillac Celestiq, que emplea una batería de 111 kWh y dos motores eléctricos –uno sobre cada eje– que rinden 600 CV y 868 Nm de par. La autonomía del Celestiq, a pesar de su gran batería, es de solo 483 kilómetros, suficiente para enfrentarse al Mustang Mach-E.

General Motors quiere convertirse en uno de los principales protagonistas del mercado eléctrico global y su próximo objetivo es regresar a Europa con más fuerza que nunca, aprovechando la obligación de los coches eléctricos a partir de 2035.