El camino hacia las cero emisiones tiene muchas ramificaciones. Al igual que ocurrió durante los primeros años del automóvil, que había varias tecnologías en uso (la electricidad era una de ellas y otra el vapor), vemos que ahora, para reducir las emisiones contaminantes, se están abriendo diferentes caminos incluso dentro de una misma marca. Una situación que podría ser muy beneficiosa para los usuarios o una auténtica catástrofe porque no habría estandarización.

La estandarización es un tema básico, antes cada coche era de su padre y de su madre, vamos, que tenías que aprender a conducir cada vez que cambiabas de automóvil. Cada marca tenía sus propias normas, por así decirlo y cada modelo tenía una forma particular de conducirse porque los mandos no eran los mismos. ¿Sabías que los pedales de un Ford T ni siquiera tienen la misma función de ahora? Como ejemplo, el pedal derecho, en actual acelerador, era el freno.

Con la estandarización se lograron muchas cosas, como que cualquiera supiera conducir todos los coches (y todas las motos) y hacía más fácil todo, tanto para los fabricantes como para los usuarios. Ahora, la búsqueda de las cero emisiones pone sobre la mesa un montón de opciones que podrían ofrecer por fin una alternativa real frente al motor de combustión o quizá, podría ponerlo todo patas arriba y complicar aún más las cosas.

Toyota Corolla con motor de combustión alimentado por hidrógeno en plena carrera

Motores de combustión alimentados por hidrógeno

Hasta el momento, la electricidad con baterías es la primera opción de todos los fabricantes, mientras que la pila de combustible es la segunda. Esta última todavía necesita algo de desarrollo, pero promete ser la mejor alternativa de todas. No obstante, hay otra que ya se experimentó hace tiempo y que ahora, gracias a Toyota, vuelve a estar en auge: el motor de combustión alimentado por hidrógeno. Esta tecnología ya la usó BMW en algunos prototipos y básicamente, se trata de adaptar un motor de combustión para funcionar con hidrógeno, eliminando de un plumazo las pesadas baterías y las grandes pérdidas de tiempo en cuanto a recargas.

Según unos informes publicados por diferentes medios (Best Car Web en Japón y Forbes en Estados Unidos, por nombrar algunos), Toyota tiene grandes novedades que no tardarán en llegar, tales como un nuevo Toyota Prius con un propulsor de combustión interna alimentado por hidrógeno e híbrido. Es decir, mantiene el grupo motor híbrido con propulsor de pistones asistido por un eléctrico, pero en lugar de consumir gasolina consumirá hidrógeno.

A día de hoy tiene el espectacular Toyota Mirai, un coche movido por pila de combustible que va por su segunda generación y ha ya ha batido algún récord de autonomía. Es un coche tremendamente caro y dado lo complicado de repostar hidrógeno, no es nada interesante para un usuario convencional. Y este será el problema de un posible Prius alimentado por hidrógeno, el repostaje. No se requiere de mucho tiempo, más o menos como un vehículo convencional, pero es una acción delicada y necesita infraestructura especial (las bocas de llenado y el depósito donde se almacena el hidrógeno es muy especiales).

De llegar a ser verdad, sería la primera vez que se combinan dos tecnologías similares y daría lugar a un vehículo nunca visto pero, aún usado dos tecnologías sumamente limpias, contaría con algunas emisiones locales (el motor de pistones sigue necesitando aceite y por tanto, emitirá pequeñas cantidades de NOx). Aún así, estaríamos ante uno de los coches más avanzados del mercado y si funciona, el Toyota Prius volvería a ser el “prius” (el primero en latín).

Desarrollo en competición usando el 1-6 Turbo del GR Yaris

Toyota está desarrollando su motor de combustión alimentado por hidrógeno en competición. Se presentó en una prueba de 24 horas celebrada en Fuji Speedway este mismo 2021 con un Corolla, que a pesar de tener varios problemas y de pasar mucho tiempo en boxes, pudo acabar la carrera. Obviamente, los problemas con una nueva tecnología son algo muy normal, hasta que se hayan pulido errores, mejorado componentes y se haya encontrado el mejor compromiso entre prestaciones y fiabilidad.

El motor que usó este Toyota Corolla alimentado por hidrógeno, era el tres cilindros turbo del Toyota GR Yaris, pero modificado para poder quemar hidrógeno. Las observaciones de Toyota prometen grandes resultados, porque el hidrógeno se quema mucho más rápido que la gasolina y no se pierden prestaciones. Solo existe el problema del almacenaje, que necesita de depósitos muy especiales (en el caso de este Corolla, cuatro depósitos de fibra de carbono). Y un dato para los más fanáticos de la combustión: seguirá contando con un sonido de escape como los actuales (mira el vídeo más arriba).

Según se dice, conoceremos la próxima generación del Toyota Prius para finales del año 2022, para el mes de diciembre más exactamente. Las ventas comenzarían en 2023. No sabemos si sentará las bases como lo hizo la primera generación, pero está claro que el Prius será nuevamente un referente en cuanto a innovación y avance hacia las cero emisiones.