Klaus Kartoffensen, un orgulloso dueño alemán de un Model S P100D, acabó llevando su coche al servicio técnico ante una serie de comportamientos anómalos. La berlina eléctrica había estado dando muy buen resultado en todos los sentidos, pero empezó a comportarse de forma muy extraña en muy poco tiempo.
Los técnicos de Tesla conectaron en primer lugar la máquina de diagnosis, que dio un código de error muy particular: P0666. Varias centralitas se encontraban muy calientes en el momento de la recepción, lo que explica un poco lo descrito por el cliente. El modo Ludicrous, el de máximas prestaciones, no había forma de quitarlo.
El asesor de servicio recogió comentarios del tipo: “el acelerador está siempre demasiado sensible”, “no deja programar el control de crucero a menos de 250 km/h”, “no deja bajar la música”, “cuesta arriba siempre se embala”, “se come las ruedas muy rápido”, “en el garaje siempre se quedan las luces encendidas desde las 23:58”, etc.
Un aprendiz de mecánico recién salido de un ciclo formativo tiene una teoría. Después de hacer todas las pruebas posibles, le dio por investigar las últimas canciones escuchadas, y se encontró la discografía completa de Iron Maiden en el disco duro. El cliente no había sido, sino su hijo, de los que lleva pulseras de pinchos, vaqueros estropeados de Zara, greñas y usa champú con suavizante de marca cara.
“Todo cuadra”, dijo Otto von Tuerken, el aprendiz mecánico. “El coche ha sido poseído por las movidas de los Maiden, como el miedo a la oscuridad, correr hacia las colinas, el número de la bestia o el no os oigo j***r -con perdón- de las versiones en directo”, añadió. El comentario en inglés tiene un poco más de sentido, pero teníamos que traducirlo. “Lo de ir rápido tiene que ser por el temazo de Wasted Years, quiere aprovechar el momento de forma tan intensa como un buen solo de guitarra”, sentenció von Tuerken.
En Fremont, California, están estudiando este caso. De momento no tienen claro si el coche necesita una reprogramación o un exorcismo. Hay trabajadores de la fábrica que han dejado en el buzón de sugerencias replicar esa programación maligna y ofrecerla como un pack extra de 5.000 dólares para clientes metaleros. Ya lo dice el primer principio de la ingeniería: si algo funciona, no lo toques.
NOTA: lo que acabas de leer es una noticia ficticia, total o parcialmente, únicamente con propósitos humorísticos. espíritu RACER se ampara en la figura legal del animus iocandi, es simplemente humor, chanza y coña. Cualquier persona nombrada, hecho o situación que coincida con la realidad es pura coincidencia.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS