Es muy corriente que de vez en cuando salga un coche con el apellido “Limited”, pero en el caso de Infiniti, la comunidad científica está completamente perdida e irresoluta al haber encontrado una aparente contradicción que no se puede resolver. El origen de esta incertidumbre es el Infiniti QX70 Limited, que incluye dos términos matemáticamente incompatibles entre ellos.
“Si es infinito, no puede estar limitado. Es más, Aristotéles dijo que no existe el infinito. Esto no se resuelve ni con la regla de la cadena ni con la de la correa, hasta hemos probado con L’Hôpital.” – Werner Weißbier, matemático de la Universidad de Hamburgo
Un grupo de investigación del Instituto Tecnológico de Massachussets y la Universidad Pontificia de Barbate han trasladado su preocupación a los responsables de Infiniti en la región de Norteamérica y Europa de abajo, que han pasado la consulta a las oficinas centrales en Japón. Un ejecutivo cometió seppuku a la semana de no haber encontrado una solución, tras haberlo intentado desesperadamente. Desde el fabricante no hay respuesta ante la indeterminación.
Consultando a un concesionario especializado en esta marca, un jefe de ventas que no quiso ser identificado respondió a este medio: “No entiendo a qué viene tanto follón con lo del QX70 Limited, le ponemos ese nombre para asegurar la exclusividad de la marca, en el sentido de que la capacidad de producción de nuestras fábricas es finita y no todo el mundo puede tener un Infiniti.” Por volumen de ventas tampoco parece haber problema: “si quieres ir hacia el infinito, mira a Audi, BMW y Mercedes, sus ventas apuntan en esa dirección.”– añadió.
Una escuela matemática especializada, Caos Infinito, intenta obtener una solucióna partir del análisis del logo de la marca. Ciertamente, nos aseguran que el logo de Infiniti no representa el infinito, que sería “∞”. Según el fabricante, su logo son dos líneas que se dirigen hacia el horizonte, pero Charles McBride, catedrático en cálculo infinitesimal, tiene otra teoría: “Yo más bien veo un metapacman, es decir, un comecocos que está dentro de otro comecocos, en una orientación de 180 grados con respecto al punto de análisis cartesiano.” Por lo tanto, resolver este enigma desde el punto de vista de la semiótica está también jodido, y no queda claro si el Pacman blanco está en condiciones de inferioridad respecto al Pacman negro.
El Infiniti QX70 tiene unas dimensiones de 4.865 mm de largo, 1.925 mm de ancho y 1.680 mm de largo. Es más, todas sus cotas en la ficha técnica se enmarcan en el conjunto de los números reales. Desde ese punto de vista, tampoco se puede considerar que sea infinito, ya que:
En otras palabras, cuando un pasajero acerca su cara al cristal, en el límite del habitáculo, la distancia cara-vidrio acabará siendo cero, evitando por tanto un viaje astrogónico que permita al pasajero llegar a donde está David Bowman y ver el principio y el fin del universo. En el dossier de prensa de este modelo, se indica claramente que sus dimensiones son contenidas para que pueda aparcar en un espacio razonable pudiendo llevar a cinco adultos y un volumen generoso de equipaje.
El colmo de la cuestión viene cuando se miran las especificaciones de equipamiento opcional, donde aparte de los BOSE de rigor, se puede escoger un equipo de altavoces de Infinity, con “y” griega al final, lo que nos lleva a una disertación de la escuela helenística aristotélica sobre lo que representa el infinito, compartida por uno de los padres de este modelo:
“Decididamente, lo finito es perfecto y lo infinito es imperfecto”, declaró Kasumi Kawasawa, uno de los ingenieros del QX70
Después de haber analizado profundamente esta cuestión, en espíritu RACER no podemos concluir que el Infiniti QX70 Limited sea finito o infinito, al menos en el conjunto de los números racionales, pese a que los SUV son por definición irracionales. Antes de seguir gastando nuestros recursos en este artículo, nos despedimos con una conclusión: ¿en qué estaban pensando los de Nissan cuando escogieron ese nombre?
NOTA: lo que acabas de leer es una noticia ficticia, total o parcialmente, únicamente con propósitos humorísticos. espíritu RACER se ampara en la figura legal del animus iocandi, es simplemente humor, chanza y coña. Cualquier persona nombrada, hecho o situación que coincida con la realidad es pura coincidencia.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS