El Ferrari 288 GTO es uno de los modelos de la casa del cavallino más exclusivos jamás fabricados. No tanto como el primigenio, el 250 GTO, que, aun siendo el coche más cotizado del mundo y una obra de arte, también hay quien lo disfruta a fondo. El 288 GTO fue un coche de competición que jamás fue, pero sí que llevó la competición a las calles.
Creado con la idea de participar en una serie que nunca existió, este oda a los exceso de los años 80 es un escanladoso coche de carreras que solo se construyó para ser homologado en el Grupo B del mundial de rallies. En caso de que no conozcas la historia -y se te de medianamente bien el inglés-, el ex piloto de Fórmula 1 y presentador de televisión británico Alain de Cadenet, hace un breve repaso en un nuevo vídeo de Petrolicious.
La denominación GTO viene de la unión de las iniciales de “Gran Turismo Omologata”. Fue utilizado por primera ver en el modelo 250 de 1962, del que se construyeron 36 unidades. La segunda iteración de esta nomenclatura llegaría en 1984. Empleando la base del Ferrari 308 GTB, el 288 GTO abandonaba en cierta medida el concepto de gran turismo, pues a diferencia de su antecesor, no hacía gala de un motor V12 al frente.
El Ferrari 288 GTO se convertiría en el banco de pruebas para otro de los modelos más especiales de la casa italiana, el F40
Tras los asientos, el Ferrari 288 GTO escondía un propulsor de ocho cilindros en uve con 2.885 cm3 de cubicaje, Con la ayuda de una pareja de turbocompresores, el bloque era capaz de entregar 400 CV a 7.000 RPM y 496 Nm a 3.800 RPM a las ruedas posteriores. Asociado a una transmisión manual de cinco velocidades, podía alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,9 segundos. Su velocidad máxima era de 305 km/h.
Este coche se construyó como parte de los requisitos de homologación para el Grupo B, que requería un mínimo de 200 ejemplares destinados a su uso por la vía pública. 272 unidades salieron de Módena. La idea básica detrás de esta categoría es enfrentarse a los mejores superdeportivos del planeta sobre pistas de tierra, de asfalto o congeladas. Ganar demostraba a la competencia la superioridad técnica del vehículo, y de sus pilotos.
Pero como hemos mencionado anteriormente, eso nunca sucedió. Una serie de graves accidentes y muertes de pilotos y espectadores causaron que el Campeonato Mundial de Rallyes del Grupo B perdiese popularidad, hundiendo la serie para siempre. Así que la competición que parecía lista para enfrentar a los superdeportivos de los años 80 de Ferrari, Porsche y Jaguar uno contra el otro nunca llegó a buen término.
El resultado es un coche brillante, ruidoso y sorprendente construido para un futuro que no existía. Sin embargo, sí que acabaría siendo la base del Ferrari F40 cuando se desarrollaron la media docena de 288 GTO Evoluzione. Estos prototipos tenían un chasis más rígido, una carrocería más aerodinámica, un peso por debajo de la tonelada (940 kg) y un motor más potente (650 CV). Podía alcanzar los 370 km/h.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS