Tras el rally Montecarlo, el mundial de rallies vuelve a la carga con otra prueba muy particular, la única que se disputa enteramente sobre nieve.

Los tramos lucen una cantidad de nieve decente, pero como viene siendo ya preocupantemente habitual estas últimas ediciones, las altas temperaturas harán que las pistas se degraden rápidamente, en previsión de esto Michelin ha preparado un mayor número de neumáticos de clavos por equipo. Esta previsible escasez impedirá a los pilotos ayudarse de la nieve en las cunetas para tomar las curvas, una de las técnicas propias particulares de esta prueba. Además, puede marcar diferencias según el orden de salida a los tramos.

Para esta 67 edición del rally, un veterano “finlandés volador” realizará la ya tradicional aparición al cumplir 50 años, 51 en su caso. Hablamos del bicampeón mundial Marcus Grönholm que se impuso aquí en 5 ocasiones. Esta vez se ha inscrito con un cuarto Toyota y se medirá contra un contemporáneo suyo, Seb Loeb, aunque el finlandés ya ha dejado claro que el galo lleva mucho más rodaje en competición, por lo que las comparaciones serán complicadas.

Independientemente del resultado de la prueba, ya sabemos que un récord será batido, ya que Jari-Matti Latvala superará a Carlos Sainz como piloto con mayor número de participaciones, con nada menos que 197. El finlandés buscará en Suecia recuperar las sensaciones con el Yaris tras un Montecarlo gris, no en vano, este es uno de sus rallies favoritos y el que dio la primera victoria a Toyota en su vuelta al WRC en 2017.

Este fin de semana veremos si Thierry Neuville consigue la revancha sobre Ogier tras ganar éste en la anterior prueba por un escasísimo margen. El belga, que el año pasado venció añadiendo su nombre a la limitadísima lista de vencedores no-nórdicos, ya ha presentado su candidatura marcando el mejor tiempo en el shakedown así como en la primera especial del jueves en el tramo-espectáculo de Karlstad.

El rally este año será prácticamente un calco del anterior, pocas sorpresas aquí, siendo la única prueba de la temporada en disputarse en dos países distintos, Suecia y Noruega, llegando a disputarse incluso, un tramo cruzando la frontera, la especial del viernes de Röjden.

La acción este día estará compuesta por dos pasadas a un bucle de tres tramos, empezando por Hof-Finnskog (21,3 km) y Svullrya (24,9 km), y terminando con el ya mencionado Röjden (18 km). Tras la segunda pasada a estos tramos, la caravana disputará la especial de Torsby (9 km), terminando en el parque cerrado en ese mismo punto.

Al final del viernes ya deberíamos de poder sacar algunas conclusiones ya que los pilotos seguro intentarán marcar diferencias pronto en esta etapa, la más larga del rally, con 137 km, el 43 % del recorrido total.

Pero el menú para el sábado no será escaso con sus 126 km, y comenzará con el tramo de Rämmen (23 km), especial que no se disputaba desde 2016 y que es uno de los pocos cambios respecto al pasado año, siguiendo con Hagfors (23,4 km) y Vargåsen (14 km). Por la tarde, a la repetición de estas especiales se les añadirán las cortas Karlstad (2 km) y Torsby sprint (2,8 km) ya por la noche.

Uno de los mayores atractivos este día será ver quién se marca el vuelo más largo en el salto de Colin’s Crest en el tramo de Vargåsen.

Para el domingo por la mañana quedarán los últimos 51 km de nieve, con dos pasadas por Likenäs (21 km) y una nueva pasada por Torsby (9 km), que hará de power stage, repartiendo un jugoso extra de puntos que los equipos no dejarán pasar.

Este rally, que se disputará en paralelo a la prueba de históricos con los clásicos barriendo las cunetas de nieve con cruzadas imposibles, pondrá fin al dúo de pruebas con condiciones particulares con las que da inicio el WRC.

Destacar también la participación española de Jan Solans y Mauro Barreiro a bordo de un Ford Fiesta R2, que buscarán adquirir experiencia en pruebas mundialistas y en el blanco elemento al mismo tiempo.