Coche del día: SEAT Ibiza GTi 16v Cupra (6K)

Coche del día: SEAT Ibiza GTi 16v Cupra (6K)

El origen de la denominación deportiva de SEAT, que ha terminado convirtiéndose en marca propia


Tiempo de lectura: 6 min.

Cuando pensamos en la denominación “Cupra”, ¿qué se nos viene en ese momento a la cabeza? A mí, la verdad, la primera imagen que visualizo es la del SEAT Ibiza GTi 16v Cupra (6K), que allá por 1997 estrenaba un conocido del pueblo, en un color rojo eléctrico y con las emblemáticas letras de Cupra en blanco colocadas entre la parte final superior de las puertas y las aletas delanteras. “¡Casi na´!”

Muchos años después aquel coche sigue pululando por mi frenética mente, siempre con la idea fijada de que en algún momento debería de haberme hecho con una unidad y haber disfrutado durante una temporada del primer Cupra fabricado por la marca de Martorell. Debemos tener en cuenta que por aquellas fechas SEAT ya era propiedad del Grupo VAG, y evidentemente Volkswagen siempre tendría a buen resguardo a su venerado Golf GTI, hoy prácticamente un icono de la automoción para una inmensa mayoría de los aficionados.

Aun así, la marca española arrancó con una versión deportiva inicial de su Ibiza de segunda generación denominada 2.0 GTi (6K), portando el motor del Golf GTI del momento, con unos escasos 115 CV de potencia. Un poco después llegaría una nueva variante de 130 CV, pero esta vez con el bloque 1.8 dotado de culata de 16 válvulas y 130 cv de potencia, conocida como SEAT Ibiza 1.8 GTi 16v (6K).

SEAT Ibiza GTi 16v Cupra

SEAT Ibiza GTi 16v Cupra

El primer Ibiza Cupra se presentaba como la opción más potente conocida hasta ese momento del utilitario de la marca española

Para aquellas fechas SEAT tenía puestas todas sus ilusiones en el campeonato mundial de Rallyes, y más concretamente en la categoría F2. Ya en 1995 se inscribió con una versión realizada sobre el 1.8, con la que logró buenos resultados. Pero para poder ganar necesitaba evolucionar aquel utilitario deportivo con una mecánica atmosférica, tracción delantera, y que llegara al umbral de los 2 litros, para crear una versión con la que después poder homologar el Kit Car que competiría en la emblemática competición de turismos.

De esta forma, y para el año 1996 nacía nuestro protagonista de hoy, el SEAT Ibiza GTi 16v Cupra, que para la ocasión montaría el propulsor tipo ABF también de origen VAG, que veríamos también en el Toledo GTi 16v coetáneo. A ello le sumaban un kit aerodinámico exterior específico, llantas radiales en 16 pulgadas pintadas en blanco -como no podia ser de otra manera- y un interior con ese toque “CUP-Racing” en el que podríamos sentirnos como lo hacían los pilotos Jesús Puras y Erwin Weber en la versión de Rallye que pilotaron aquella misma temporada.

El caso es que la cosa no pudo salir mejor. Aquel coche conquistaría durante tres años consecutivos -1996,1997, 1998- la categoría F2 del campeonato, dando habida cuenta de la máquina que habían creado desde SEAT y sus departamentos de competición. Por su parte, el Cupra de calle colmaba las expectativas de los jóvenes del momento y representaba el inicio de una carrera por la búsqueda de prestaciones dentro de la firma española, algo hasta ese momento destinado exclusivamente a sus modelo TOP a lo largo de su historia –SEAT 124 Sport, 1430 FU, etc.-

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SEAT Ibiza Kit Car junto al GTi 16v Cupra (6K)

Aquel SEAT Ibiza Cupra, con el que homologarían la versión de Rallye, sería todo un éxito de imagen entre los jóvenes del momento, gracias a su potente mecánica y una imagen cargada de espíritu RACER

Técnicamente el Cupra de calle montaba el ya mencionado tetracilindrico de 1.984 cc, posicionado transversalmente y asociado a un cambio de cinco relaciones. Las cotas internas del bloque procedente del Golf GTI de la época eran de 82,5×92.8 mm, mientras que la compresión establecida llegaba hasta los 10,5:1. La culata, como ya hemos hecho mención, portaba 16 válvulas y la distribución era del tipo DOHC. La alimentación se daba mediante un sistema de inyección de combustible MPi.

El resultado final en cuanto a prestaciones se refiere era bastante satisfactorio, ya que este Ibiza en su versión más racing hasta el momento, lograba alcanzar una potencia máxima de 150 CV a 6.000 RPM, con un par máximo de 180 Nm a 4.600 RPM. Por su parte, la velocidad máxima llegaba hasta los 216 km/h, con una aceleración en el 0 a 100 desde parado cifrada en 8,3 segundos.

Todo ello con un consumo homologado de 8,4 litros cada 100 kilómetros recorridos, aunque este último aspecto podría verse incrementado exponencialmente si presionábamos sin delicadeza el acelerador, llegando a cifras de prácticamente el doble en conducción deportiva.

SEAT Ibiza GTi 16v Cupra 6K 1

En la parte de bastidor el nuevo Ibiza GTi 16v Cupra contaba con suspensión independiente tipo McPherson en el tren delantero y en la zaga un eje torsional. Por otro lado, en la frenada encontrábamos un equipo de discos en todas y cada una de sus ruedas, siendo autoventilados en las delanteras. Estos quedaban instalados dentro de las llantas específicas del modelo de 16 pulgadas y calzadas con neumáticos 195/45 R16.

Una puesta a punto de gran nivel, junto a una parte dinámica que le venía como un guante, hacían del Ibiza Cupra de primera generación un arma afilada en manos expertas

Una vez puestos a sus mandos, no eran muchos los detalles que lo hacían diferente a sus hermanos por la parte baja de la gama. Si bien es cierto que esta versión estaba provista de unos asientos especiales -que en la segunda fase del modelo vendrían tapizados de manera mixta en tela y piel- no había demasiados elementos diferenciables respecto a otras variantes.

Entre los que si cambiaban encontrábamos un cuadro de instrumentos con fondo blanco, con su velocímetro tarado hasta los 240 km/h, así como dos pequeños indicadores de presión de aceite y voltímetro en la zona baja de la consola central, rematados en la misma tonalidad que el panel de instrumentos.

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SEAT Ibiza GTi 16v Cupra (6K) y Córdoba Cupra (6K2)

En la última actualización del modelo se incluyó además de la ya mencionada tapicería mixta, un equipo de cinturones de seguridad en rojo, acrecentando aún más esa atmósfera racing de su interior. En cuanto al equipamiento, la variante más deportiva de la segunda generación del Ibiza contaba con los elementos básicos y necesarios para hacer de su habitáculo un lugar confortable. Elevalunas eléctricos, dirección asistida cierre centralizado o aire acondicionado eran parte de la dotación de serie.

Para 1999 la marca española dio el relevo a su primer Cupra en favor del nuevo modelo (6K2), que además y por primera vez asignaría esta denominación también al SEAT Córdoba Cupra. En la actualidad, y como la mayoría de este tipo de “GTi” de los 90, sus precios se han incrementado de manera importante, no pudiendo encontrar unidades medianamente decentes por menos de 5.000 euros.

Evidentemente, no son baratos, pero lo que sí es seguro que su funcionamiento Old School y el sonido que emanaba el propulsor germano te harán pasar grandes ratos a sus mandos en días en los que pidas exprimir todo su potencial.

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J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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