La historia de Aston Martin es bastante truculenta, por decirlo de forma suave. Es uno de esos fabricantes cuya historia ha estado marcada por sus números rojos constantes, pero sin embargo, han podido sobrevivir durante décadas con enormes deudas. Una situación que habría supuesto el cierre para muchas otras marcas, pero que no ha ocurrido con la británica. ¿Por qué? Bueno, para conocer esa respuesta tendríamos que revisar toda su historia detenidamente, algo que quizá, algún día afrontemos.

El caso es que Aston Martin es, por desgracia, una ruina desde hace muchísimos años y por más que se ha intentado sacar a la marca de dicho círculo vicioso, pero hasta el momento, poco se ha logrado. Ahora, gracias al dinero del canadiense Lawrence Stroll y a la dirección de Tobias Moers, parece que Aston comienza a recorrer un camino que les llevará, por fin, a dejar de ser un agujero negro. Por el momento, y lo hemos podido ver en directo, han estado a punto de verse obligados a cancelar varios proyectos, entre ellos la puesta en producción del coche destinado a llenar las arcas, el Aston Martin DBX.

No podemos olvidar que tienen en el horno el brutal Aston Valkyrie y que detrás llegará el Aston Valhalla, dos modelos tremendamente especiales que no son precisamente baratos de desarrollar. Además, son coches que tampoco son fáciles de poner en circulación, aunque curiosamente, son bastante más fáciles de vender. Por lo general, cuando estos coches se dan a conocer a la prensa, ya está toda la producción asignada y eso teniendo en cuenta el descabellado precio que tienen.

Tobias Moers, CEO de Aston Martin

Esos dos coches, el Valkyrie y el Valhalla, son dos de los muchos proyectos que Aston tenía, supuestamente, agendados. Pero Tobias Moers, en unas declaraciones a la prensa, afirmó que en realidad, no había planes de ningún tipo cuando se puso a los mandos de la compañía británica. También dice que todo se había pospuesto, evidentemente, por falta de recursos. Ahora el señor Moers dice que los planes son seguir adelante con el actual plan de producto aunque con ligeros ajustes en los plazos marcados, mientras llegan algunos nuevos proyectos y ciertos cambios para aprovechar la relación con Mercedes, propietarios del 20 % de Aston Martin.

Cabe recordar que Tobias Moers fue CEO de Mercedes-AMG y que él fue el responsable de imprimir esa imagen de “muscle car europeo” que tienen ahora todas las creaciones de AMG. Convirtió este sello en uno de los más gamberros del mercado, siendo parte de una de las marcas más “clásicas” entre los premium. No olvidemos aquello de “el coche del abuelo”, una expresión aferrada a los Mercedes de hace algunos años y que a día de hoy está totalmente olvidada.

Moers sabe muy bien qué deben hacer y cómo deben hacerlo. Estuvo 26 años a los mandos de AMG y es una experiencia más que buena para explotar el futuro de Aston Martin. El propio Moers ya ha dejado claro que la firma tiene muchos argumentos, muchos atributos que le permitirán salir adelante si se hacen las cosas bien. Destacó el equipo de ingenieros, las ganas que se tienen de crecer y los buenos resultados que está logrando el primer SUV de la marca, el mencionado DBX. Además, gracias a la inyección de capital desde la familia Stroll y desde Mercedes, Aston Martin tiene liquidez para funcionar con cierta soltura los próximos dos o tres años, cuando debería empezar a notarse los ingresos obtenidos con el Aston Martin DBX.

La primera parada de este viaje se encuentra en los grandes GT de motor delantero. Invirtieron una gran cantidad de dinero en el desarrollo de una nueva plataforma, estrenada con el lanzamiento del Aston Martin DB11, seguido de diferentes modelos a cada cual, no vayamos a engañar a nadie, más interesante. El problema es que no había planes para un restyling a media vida, precisamente, por falta de dinero. Esa revisión, esa puesta al día, es en lo que se trabaja actualmente. Incluso el DBX tendrá su respectivo restyling.

“Creo que nuestros autos deportivos son geniales, pero necesitan mucho refinamiento para el futuro”– Tobias Moers. CEO de Aston Martin

Por el momento, según Moers, el Aston Martin DBX es el modelo que tiene mayor potencial actualmente. El segmento de los SUV parece ser capaz de absorber cualquier nuevo lanzamiento que se haga, dando la oportunidad a los británicos de abrirse un hueco y poder generar ese dividendo que tanta falta les hace. Es más, Tobias Moers ha afirmado que si no existiera el DBX, él nunca habría terminado trabajando en Aston Martin.

Otro de los pasos futuros está en la electrificación, como ya se ha comentado en alguna ocasión. Aston Martin se aprovechará de los desarrollos de Mercedes-AMG, aunque solo usarán los propulsores V8 híbridos (aunque no cierra la puerta a los cuatro cilindros…). También se tiene planeado un DBX especial para el mercado chino, con la batalla alargada y quizá, un asiento trasero más grande, que llegará como tarde el próximo mes de abril del año 2022. El que llegará en 2021 es el DBX híbrido, el primero de muchos que vendrán después.

Aston Martin Valhalla prototype

Un punto importante y muy interesante, es que Aston Martin tendrá acceso a la versión “Black Label” del propulsor V8 de Mercedes-AMG, lo que podría significar que podrán usar el brutal motor del AMG GT73 y, según se dice, todo apunta a que sería el motor del Aston Valhalla. Un motor que acompañará a una evolución del V12 biturbo actual.

No obstante, Tobias Moers también dice que ahora, lo más importante, es cumplir con lo prometido. Hay que cumplir con la hora de ruta y completar los proyectos actuales, sobre todo con la electrificación. Al menos, las cosas han cambiado mucho desde que llegara Moers a la compañía: ha fortalecido el acuerdo tecnológico con Mercedes, ha eliminado algunos proyectos muy costosos, ha paralizado el regreso de Lagonda y ha cambiado todo el proceso de fabricación para lograr ganancias de entre el 35 y el 45 % de eficiencia.

“Vine aquí el año pasado. Hubo muchas promesas, pero no tanta entrega” – Tobias Moers, CEO de Aston Martin.

Ha sido Moers el culpable de la no creación del famoso y comentado motor V6 que equiparía el Valhalla. Cuando llegó a Aston Martin, el motor era un simple concepto, y llevarlo a producción habría costado decenas de millones de dólares. Y como no estaba listo, paralizó su desarrollo, apostando por el ya mencionado anteriormente V8 Mercedes-AMG. Además, Moers también logró acceso a la gestión electrónica, lo que permitirá ajustar los motores a las preferencias de la marca y se podrá tener muchas más aplicaciones.

¿Por qué apostar tanto por el V8 de Mercedes? Pues sencillamente, por las regulaciones medioambientales. Aston Martin tendría complicado lograr que su pequeño motor superara los límites establecidos, pero trabajando en colaboración con los alemanes y su motor V8, será muchísimo más sencillo. Por otro lado, también permitirá alargar la vida del motor más tiempo del esperado.