Opel ha encontrado en PSA la salvación y ha podido escapar de la debacle a la que estaba encaminada bajo el mandato de General Motors. La compañía alemana ha podido mejorar resultados, aumentar su atractivo y enfilar un futuro que parece mucho más prometedor, aunque todavía quedan retazos de la época de General Motors, como el Opel Insignia, que se renueva y se presenta oficialmente en el Salón del Automóvil de Bruselas.
A finales de 2019, en diciembre, la marca del grupo PSA dio un pequeño adelanto de la renovación de su buque insignia (nunca mejor dicho), aunque la información fue escueta y ni siquiera ofrecieron imágenes de su habitáculo. Ahora, Opel nos ofrece más información y muestra también la variante GSi, el último Opel en conservar mecánica de origen GM. Además, desaparece la versión diésel del catálogo y el gasolina pierde 30 CV, aunque esto lo dejamos para un poco más adelante.
El Opel Insignia debería recibir una renovación total, adoptando ya la tecnología de PSA, en el año 2022. Según se dice, podría sufrir una transformación brutal y pasarse a la filosofía crossover de forma similar a la sufrida por el Citroën C5. No obstante, se trata de rumores y bien podría fijarse más en el Peugeot 508, aunque por el momento la realidad es que el modelo alemán pule algunos detalles y mejora, principalmente, sus niveles de consumo, la calidad interior y el equipamiento.
Así al menos lo afirma la marca, que asegura haber reducido un 18 % los consumos (según ciclo NEDC), tanto en gasolina como en diésel. Las cajas de cambios ahora tienen menos fricción entre sus componentes internos, lo que ayuda a lograr esa reducción de consumo y también a mejorar el confort. Opel ha revisado tanto las opciones manuales, siempre con seis relaciones, como las automáticas, que pueden ser del tipo CVT con ocho relaciones o de convertidor de par con nueve.
Con un somero vistazo a su exterior, nadie podría diferenciar este nuevo Insignia del que hemos visto en las exposiciones hasta ahora, pero los ingenieros han mejorado la aerodinámica incorporando una calandra con parrilla activa. También podrá contar con una nueva evolución de los faros matriciales IntelliLux LED Pixel, que son completamente adaptativos y tienen 84 diodos LED por cada proyector.
La propia marca destaca la incorporación de un potenciador de frenos hidráulico (servofreno), que asegura, será una plataforma tecnológica necesaria para la futura conducción autónoma. Se trata de un sistema by wire, es decir, sin conexión mecánica, que permite emplear el sistema eBoost que mejora el funcionamiento, la comodidad de uso y los consumos al no suponer un periférico extra para el motor de combustión.
En otras palabras, el pedal de freno manda señales eléctricas y una centralita decide cómo y cuándo se aplican las pinzas de freno contra los discos. Esto ya se ha visto en multitud de modelos híbridos.
Bajo el capó encontramos unos cambios lógicos y, por otro lado, esperados. La gama anterior de motores deja paso a bloques de tres y cuatro cilindros que, en el caso de la gasolina, arrancan con el 1.4 de 145 CV y en diésel, con el 1.5 de 122 CV. Los propulsores de tres cilindros, también usados en el Opel Astra, pesan 50 kilos menos que los anteriores. Como tope de gama dentro de las opciones motoras, Opel adopta el 2.0 con 200 CV, que llegará a finales de 2020 y, por supuesto, el GSi, que se conforma como hemos dicho anteriormente con 30 CV menos.
Así, el Opel Insigia GSi anuncia 230 CV y solo se podrá elegir gasolina. Mantiene la tracción total con reparto vectorial con el diferencial trasero Twinster, el mismo del último Ford Focus RS. La caja de cambios es nueva, con convertidor de par y nueve relaciones que se pueden seleccionar con las levas instaladas tras el volante.
Opel ha rematado la configuración del bastidor en el trazado alemán de Nürburgring, disfrutando también del chasis FlexRide y cuatro modos de conducción: Estándar, Tour, Sport y Competition (exclusivo del Insignia GSi).
En la lista de equipamiento, donde se encuentran los imprescindibles asistentes electrónicos a la conducción modernos, destaca la presencia del Apple CarPlay, Android Auto, servicios conectados y la carga inalámbrica.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Por lo que tengo entendido no se trata de motores PSA, al igual que tampoco en el opel astra actual se han cambiado. Al ser plataformas GM por lo visto el coste de la adaptación a otros motores supera en costes lo aconsejable.
Buenas Deivissa. Por lo que sabemos, los gasolina continúan la herencia GM, aunque el diésel sí parece proceder de PSA.
He visto poquísimos desde su nacimiento y es una pena, porque se trata de un sedán competente en cualquier apartado.