¿Quién no ha sentido alguna vez a Alberto Chicote en sus papilas gustativas? No hace falta acudir a un restaurante exclusivo, puede haber convertido la tasca más mugrienta y repulsiva de tu barrio en un lugar donde se practique la alta cocina, al menos el primer mes desde que han pasado las cámaras. Pasada la presentación, tenemos que hablar del próximo proyecto del chef.
Hemos sabido que inaugurará próximamente un templo gastronómico para los amantes del automóvil y la conducción. Uno de los atractivos del restaurante será la preparación de grandes piezas de carne con denominación de origen en parrillas que vengan de coches reales. El chef nos contó: “Necesito una parrilla bien grande, donde la carne quede bien hecha, jugosa, pero sin exceso de grasa ni que se carbonice”.
De momento Chicote se ha fijado en las parrillas de tres fabricantes, Audi, BMW y Lexus, las cuales permiten el máximo de superficie útil para preparar esas exquisiteces gastronómicas. “La parrilla de un Tesla no vale para nada, ahí no me caben ni varitas de merluza congeladas, en este caso el tamaño importa”. Otro atributo en el que se está fijando Chicote es en los colores, y ahí los fabricantes Premium permiten tanta variedad como la que hace gala en su indumentaria habitual.
Chicote ya ha entablado negociaciones con los recambistas de las citadas marcas para que entreguen todas las piezas del paragolpes y el frontal necesarias para instalar debajo los fogones y los sumideros para apartar el sobrante, como las grasas y los restos de la preparación. La del BMW X7 es especialmente costosa, pero tiene un gran potencial para el restaurante. “Ahí por lo menos se pueden hacer varios cochinillos a la vez”, añadió.
El cocinero se empezó a fijar en las parrillas frontales de estos modelos Premium después de no ser atropellado por los pelos, “por un momento creí que me iba a hacer filetes el tío ese, no me jodas, pero le vi una posible utilidad gastronómica. Y seguro que alguno paga por eso, lo tengo claro”, sentenció.
“No me termino de decidir, no sé si tener varias parrillas de distintos modelos o que sea algo monomarca. Podría ocurrir que me venga un cliente y me diga que no se sienta a una mesa si su comida se prepara en la parrilla de un BMW si él tiene un Mercedes-Benz, quedaría mal ante los amigos del club de padel”. – Alberto Chicote, chef y filósofo
En definitiva, el nuevo restaurante, cuyo nombre está por definir, permitirá comer carne a la parrilla hecha con mucha personalidad y un toque Premium. Baste mencionar que en la entrada habrá expuestos motores a los que se ha reemplazado el aceite de automoción normal por uno Virgen Extra de olivas de Jaén. “Es mi toque personal”, dijo el cocinero, el que se define como alguien a quien le corre el aceite de oliva por las venas.
NOTA: lo que acabas de leer es una noticia ficticia, total o parcialmente, únicamente con propósitos humorísticos. espíritu RACER se ampara en la figura legal del animus iocandi, es simplemente humor, chanza y coña. Cualquier persona nombrada, hecho o situación que coincida con la realidad es pura coincidencia.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.En Estados Unidos también hay calandras de órdago. Podría traerse alguna de allí, cocinar carne al estilo yankee y cobrar un plus por ser ‘género de importación’. El Hyundai Palisade, por ejemplo, es una buena muestra de parrillas ‘made in USA’.
La de Lexus es demasiado irregular y la Audi demasiado plana.
Creo que la de BMW es la más adecuada. Aunque es una pieza, presenta 2 zonas diferenciadas para poder hacer diferentes tipos de alimentos y/o tener 2 intensidades de calor. Y con los bordes del perímetro no hay peligro que que algún pedazo se caiga al fuego.
Sabias apreciaciones las tuyas.
Después de ver el BMW concept 4 todo lo que has dicho cobra una buena dimensión, más grande en concreto. XD