Esta versión deportiva del Renault 18 comenzó su producción en 1980 y se presentó en España en 1981, al mismo tiempo que en Argentina, y compartía con éste la mecánica, el chasis y el salpicadero. Supuso el relevo de los modelos R15/17 y su diseño se debió a Robert Opron, autor de los modelos Alpine A310, Citroën CX y SM y Renault 25.

Se hicieron versiones tanto en gasolina como en diesel y eran una retahíla, las enumero a continuación de forma resumida:

• TL/GTL: motor de 1.397 cc y 64 CV (1980 a 1993)
• TS/GTS y AUTOMATIC: motor de 1.647 cc y 96 CV (1980 a 1993)
• TX/GTX: motor de 1.995 cc y 110 CV (1980 a 1993)
• TURBO: motor de 1.565 cc y 132 CV (1983-1992)
• TURBO DIESEL: motor de 2.068 cc y 88 CV (1982 a 1992)

A pesar de ser un vehículo muy fiable y disponer de muy buenos motores no gozaba de una buena imagen y nunca se vendió en los paises que sí utilizaban los coupés. Donde se vendió de maravilla fue en el mercado argentino; se fabricaba en la factoría de Santa Isabel (Córdoba), sólo se vendía la versión de 1.995 cc de gasolina de 110 CV y la versión diesel no se vendió nunca allá.

Tomaremos como muestra la versión GTX, con el motor de 1.995 cc y 110 CV.

En su interior se podían acomodar cuatro adultos en unos confortables butacones, los delanteros con escasa sujección lateral, y un completo equipamiento que constaba entre otras cosas con aire acondicionado, apertura remota de maletero desde el puesto del conductor, elevalunas eléctricos, faros antiniebla tanto delante como detrás, dirección asistida, etc.

Un cambio de cinco relaciones de accionamiento suave y un tarado adecuado de las suspensiones conseguían el equilibrio entre confort y estabilidad. No se podía considerar un deportivo al uso debido a los largos desarrollos del cambio, pero permitían tener unos consumos ajustados, entre 8 y 11 litros de media. Estaba más bien pensado para rodar cómodamente con buenos cruceros y con buena estabilidad, acompañado con un buen aislamiento, aunque se defendía bien por zonas sinuosas sobre todo en segunda marcha.

Al llevar motor delantero su reparto de pesos no era el más adecuado para hacer una conducción ratonera por carreteras de montaña -60/40 en los ejes delantero y trasero- y era subvirador, pero no torpón, y la trasera se descolocaba un poco si pisabas el freno bruscamente en curva o simplemente quitabas gas en plena trazada.

A pesar de llevar tambores en el eje trasero, la frenada era contundente y sólamente se descolocaba algo en firme con mal estado y haciendo el borrico. Sus dimensiones eran las siguientes: 4.358 mm de largo, 1.692 mm de ancho y 1.315 de alto; su peso oscilaba entre los 1.010 y 1.165 kg.

Nos encontramos ante un neoclásico que puede resultar útil hoy en dia, familiar, fiable, distinguido y con encanto que reunía la estética de un coupé y las ventajas de una berlina. Un vehículo que  encaja en la categoría de un GT, aunque sea de forma modesta.