En el año 2024 se terminó la saga Lancer con la salida de producción de la décima generación en Taiwán, el último reducto donde aún seguía fabricándose. Lanzado por primera vez en 1973, el Mitsubishi Lancer entró en la historia de la competición por la puerta grande en 1992 gracias a la primera versión Evolution, Evo para los amigos. Sustituto del Galant VR-4 Grupo A en competición y basado en la sexta generación del Lancer, tuvo dos actualizaciones más antes de pasar a la séptima generación del compacto. Y precisamente el protagonista del vídeo que os traemos hoy toma la base del Mitsubishi Lancer Evolution III.
Mientras que el Evo I partía de 250 CV y el Evo II subía a los 260 CV, el Evo III ofrecía originalmente un motor de cuatro cilindros y dos litros de cubicaje con 274 CV, una cifra nada desdeñable, aunque se queda a la altura del betún con respecto a la potencia de este Lancer: ¡más de 750 CV! Pero antes de entrar en los detalles técnicos, fijémonos en el exterior, su carta de presentación. Y es que, a primera vista y mirando únicamente su frontal, pocos podrían presagiar que se trata de un Mitsubishi: el trabajo realizado es digno de un auténtico Grupo B.
La delantera es sencillamente espectacular. Los grupos ópticos del Lancer han sido sustituidos por faros redondos, las prominentes tomas de aire son un aperitivo de lo que se cuece ahí debajo, y la aerodinámica ha sido trabajada de forma concienzuda, recordando la parte inferior del frontal a vehículos como el mítico Peugeot 405 T16 Pikes Peak. El lateral ya empieza a recordar al Lancer que sirvió de base a pesar de los aditamentos aerodinámicos, lo mismo que la trasera, aunque nunca un Evo hizo gala de un alerón tan sumamente brutal.
Precisamente en uno de los comentarios del vídeo, un amigo de Dimitris Lambrou, piloto de esta máquina, afirma que se encargó de realizar parte de las piezas en fibra de vidrio, entre ellas el efectivo (y nada discreto) alerón, que según Trevor J. Lewis no está construido en fibra de carbono para contener los costes. El paragolpes trasero, de diseño rectilíneo, tampoco se queda atrás. Y el interior, desprovisto de cualquier elemento innecesario, muestra las líneas maestras del salpicadero original, pero poco más.
El motor parte de un 4G63T que ha sido debidamente modificado para alcanzar los casi 760 CV de potencia. El motivo por el que se partió del Evo III no es otro que por la robustez del bloque de hierro fundido, y a pesar del aumento exponencial de la potencia, la caja de cambios manual de cinco relaciones ¡es la original! Las cifras son capaces de quitar el hipo: este monstruo es capaz de pasar de cero a cien en menos de 2,5 segundos. Si quieres escuchar el petardeo que sale por el tubo de escape, debes dirigirte a la aleta delantera izquierda. El sonido del motor es una delicia, adrenalina pura, pero si quieres disfrutar de verdad, es momento de ver el vídeo:
El estilo de pilotaje de Dimitris Lambrou es muy agresivo a la vez que preciso, no en vano ha sido campeón en diferentes subidas de montaña. Sólo hay que ver la limpieza con la que este Evo III traza las curvas de las subidas a Armenochori y Platres, dos de las citas del campeonato chipriota. El bramido del motor se encarga de anunciar a distancia que Dimitris está llegando. Desde la cámara del interior, se aprecia la precisión con la que Lambrou cambia de marchas y hace uso del freno de mano para guiar con maestría y precisión al Lancer por el trazado de asfalto. Y sí, desde dentro la vida se vive MUY deprisa.
¿Qué os parece este Mitsu? ¡Esperamos vuestros comentarios!
Jesus Alonso
Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.COMENTARIOS