Todos conocemos que significa la palabra swap, ¿verdad? Hace referencia al cambio de motor en un coche, una referencia totalmente correcta, pues la traducción de dicha palabra es “intercambio”. Es una acción bastante habitual en el mundillo, siempre en busca de mejores prestaciones, y a veces, con la idea de crear inventos locos, como un smart con motor Hayabusa, por ejemplo.
En esta ocasión, podríamos considerar que el proyecto va en los dos sentidos, en busca de prestaciones y con el objetivo de crear un invento algo loco, ¿cómo, si no, podríamos definir el hecho de ponerle un motor turbodiésel de origen Mercedes en un Ford Mustang Fox body, para correr en drift? Además, no es un motor cualquiera, sino el OM606 de seis cilindros y tres litros de cubicaje.
Si no conoces el OM606, es porque no conoces el Mercedes W124, pues es uno de los modelos más famosos en montar este motor. De hecho, el seis cilindros 3.0 turbodiésel es uno de los motivos por los que se ganó parte de su fama el W124, pues su fiabilidad es a prueba de bombas, o mejor dicho, a prueba de turbos bestiales y potenciaciones absurdas. Y ese se debe, entre otras cosas, a su bloque de hierro fundido. Exactamente, tiene 2.996 centímetros cúbicos, de origen llegó a rendir 177 CV y 330 Nm de par.
Cabe esperar que Gabba Racing, responsables del proyecto, no hayan dejado el propulsor de origen y aunque no sabemos el rendimiento obtenido, sí conocemos algunos de los elementos que se han cambiado. Por ejemplo, la bomba de inyección es nueva, suministrada por Dieselmeken, los colectores, tanto de admisión como de escape, son de The Kangaroos Team –carísimos, por cierto, la admisión son casi 700 euros y el colector de escape cerca de 500 euros–, la válvula de descarga también es nueva, de la marca Tial, mientras que el turbo es un Turbosystem HTX3058. Podemos imaginar que los 177 CV quedaron bastante lejos, ¿verdad?
El Mustang Fox también ha tenido que recibir algunas atenciones. El frontal cuenta con un nuevo subchasis creado ex profeso con tubo de acero para el motor, un otro subchasis en K de Accurate Fabrication para la suspensión. El radiador se cambió de posición a la parte trasera –había que dejar hueco delante para otras cosas– y todas las líneas del circuito de refrigeración fueron modificadas, obviamente. La transmisión, una ZF5 manual de BMW adaptada para la ocasión –con cinco relaciones–, también recibe un nuevo soporte fabricado por The Kangaroos Team.
Suspensiones, frenos, chasis… todo fue modificado y reforzado para poder afrontar la práctica del Drift. El resultado, pintado de un tono morado metalizado, es bastante llamativo y aunque no lo hemos visto en acción, no tenemos dudas sobre sus capacidades para torturar neumáticos.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS