Homenajes aquí y allá. Tengan destino de producción en serie y ediciones limitadas o bien de conceptos neo-retrofuturistas, los tributos contemporáneos a los íconos del pasado están a la orden del día. Como en todo lo relacionado al mundo del motor, con nombrar dos o tres casos, ya es suficiente para poder transportarnos a un momento determinado ya vivido en el tiempo. En este pasaje, probablemente el gran exponente –al menos, el de mayor trascendencia– sea el Ferrari 512 S Modulo. Nos situamos en la entrada al 1970…

Recuerdo que alguna vez, en trabajos anteriores, me interesó adentrarme en el universo de uno de los más grandes coleccionistas de clásicos. El japonés Shiro Kosaka, un asiduo de los concursos de elegancia más prestigiosos, es mucho más que aquel Ferrari Mythos que compró tras conocerlo en el Salón del Automóvil de Tokio de 1989. Ni siquiera consideraría que ese concepto “made in” Pininfarina haya sido su coche insignia. La magia real de su obra estaba encendida en la denominada Gallery Abarth Jidosha Museum, casa en las cercanías del Monte Fuji que Kosaka debió convertir en museo para adquirir de Fiat el que, por el contrario, sí considero todo un emblema de su trayectoria: el Abarth 2000 Scorpione 1969.

¿A qué apunto con estos ejemplos? A la rareza de época o, hilando fino, a la rareza en común de los conceptos italianos de aquella época, como si de una escuela consagrada se tratara. Esto me lleva al que se ha confirmado para una edición limitada. No en tributo a una de aquellas exóticas creaciones de Pininfarina, sino a una de Marcello Gandini para Bertone, una obra todavía más exótica que el Stratos Zero Concept que derivó en el Lancia Stratos multicampeón de rally en la década de los setenta. Y ahora que lo menciono, el Stratos también supo inspirarse en el que ha vuelto a escena por estas horas.

Este es el Runabout original, debajo está el Runabout rediseñado

Qué se sabe acerca del regreso del Runabout de Bertone

Para llegar al Fiat X1/9 1972, primero debió desarrollarse su concepto madre. Sí, sobre aquella barchetta tratan estas líneas, pues Bertone acaba de confirmar su reencarnación, de la cual, estando al tanto de que aún es demasiado temprano para conocer datos específicos e integrales, ya tenemos la certeza de una puntual pero importante información preliminar.

El Autobianchi A112 Runabout, aquel hipnótico biplaza aparecido en el Salón de Turín 1969, estará pronto de regreso por medio de su flamante reinterpretación, aunque la firma italiana, a través de su sitio oficial, ya nos ha arrojado definiciones que hacen a su propósito y su destino: será “una serie selecta” para “coleccionistas y conocedores”. Su precio de 350.000 euros parece ser prueba de ello.

A la espera de su producción a iniciarse no antes del 2026, las declaraciones del diseñador del nuevo Bertone Runabout nos confirma otro dato a tener en cuenta. “Una combinación perfecta de diseño tradicional y rendimiento moderno”, de esa manera lo considera Andrea Mocellin. Entonces, además de destacarse una estética fiel al clásico concepto del ’69 –no tanto en su interior, donde se revela una marcada independización en términos de modernización, sino en su exterior, donde se refuerza el estilo retro de su carrocería, se conservan los faros retráctiles y se expresan con mayor énfasis las molduras que hacían a los característicos pasos de rueda del diseño fundacional–, las novedades radican en una mecánica renovada. Aquellos 55 caballos del cuatro cilindros 1.1 original son incomparables con el V6 en posición central que lo mueve con una potencia máxima de 493 CV.

Si bien Bertone no ha informado cuántas unidades fabricará, ya adelantó que la edición se dividirá en dos formatos de carrocería: barchetta y, para quienes lo quieran cerrar –promete y mucho con capota, a juzgar por las imágenes publicadas por el fabricante–, una versión targa.