A pesar de sus 40 años, el Ferrari Testarossa no ha perdido su aura, más bien al contrario

A pesar de sus 40 años, el Ferrari Testarossa no ha perdido su aura, más bien al contrario

Su andadura comenzó en 1984 y desde entonces, su mito no para de crecer


Tiempo de lectura: 4 min.

¿Podríamos considerar al Ferrari Testarossa como el Ferrari más famosos de todos los tiempos? Si no es el más famoso, no debe andar lejos, porque incluso aquellos ajenos al mundo del automóvil conocen el nombre de Ferrari Testarossa. Pueden que nunca hayan visto uno, puede que ni siquiera sepan como es el coche, pero conocen el nombre y saben que se trata de un coche especial, caro y muy rápido.

Y en parte es normal que ocurra algo así, el Ferrari Testarossa, que cumple en 2024 nada menos que 40 años, fue un coche que marcó una época con un diseño que, todavía hoy, crea expectación y levanta toda clase de expresiones de asombro. Ese diseño y, por supuesto, sus prestaciones, lo convirtieron en el Ferrari más vendido de la historia en su momento con algo más de 7.000 unidades.

La magia del Ferrari Testarossa, además del logotipo que adorna su carrocería y de la potencia del motor, está en increíble vista lateral y en anchísima trasera. Son el resultado de necesidades técnicas, solucionadas con maestría y una imaginación desbordante.

El Testarossa tiene radiadores en los laterales y había que practicar aberturas para suministrar el flujo de aire necesario, sin embargo, la normativa de algunos países no permite que haya aberturas demasiado grandes en la carrocería, básicamente, para evitar lesiones muy graves en caso de atropello –se podrían quedar atrapados brazos o piernas, con el consiguiente y nefasto resultado– y Pininfarina salió del entuerto de la forma más espectacular que se le ocurrió.

Ferrari Testarossa (1)

Esas entradas de aire, combinadas con la anchura trasera, crearon una imagen que ha sido un icono de los años 80 y ha influido en otros coches incluso dentro de la misma Ferrari. Ahí está, por ejemplo, el Ferrari 348, con sus entradas de aire laterales o la parte trasera, con los faros cubiertos por una rejilla como en el Testarossa. ¿Conocéis el Opel Calibra Catano? Un trabajo de tuning bastante salvaje que, sin lugar a dudas, tuvo como inspiración las entradas de aire laterales del Ferrari Testarossa.

No obstante, en este coche, aparecido en la década de los 80, no todo es diseño, aunque sea lo primero que llama la atención. El Testarossa fue un coche que metió a la firma italiana en una nueva era, aunque no era un coche totalmente nuevo, sino que partía del Ferrari 512 BBi, al que mejoraba en todo al eliminar muchos de los problemas de los que se quejaba la gente. Por ejemplo, los usuarios del 512 BBi se quejaba de que el habitáculo era muy caluroso, motivado, en parte, por los tubos del sistema de refrigeración, los cuales pasaban muy cerca del habitáculo y que se solucionó en el Testarossa al colocar los radiadores en los laterales y no en el frontal.

Acabados, ergonomía, equipamiento, lujos… todo estaba un paso más allá con respecto al modelo que sustituía, y por supuesto, las prestaciones también. El motor del Testarossa, cuyas raíces llegan también al 512 BBi, fue el primer 12 cilindros boxer con culatas de cuatro válvulas por cilindro que se montaba en un Ferrari de producción, pero mantenía desplazamiento –4.943 centímetros cúbicos–, y las mismas cotas del motor –diámetro de pistones de 82 milímetros, con una carrera de 78 milímetros– que en el 512 BBi. La distribución pasó a ser por correa dentada y no por piñones, al tiempo que adoptaba un encendido Marelli Microplex MED 120 B y un sistema de inyección Bosch KE-Jetronic.

El resultado, para las unidades destinadas al mercado europeo, eran 390 CV a 6.300 revoluciones, mientras que en Estados Unidos rendía 380 CV a 5.750 revoluciones. Suficiente poderío para alcanzar los 290 km/h, una velocidad altísima para mediados de los 80 incluso para un Ferrari de producción. De hecho, en el momento de su lanzamiento, era el motor más potente montado en un deportivo de producción en serie.

Ferrari Testarossa (1)

De todas formas, no todo fueron alabanzas para el Testarossa, siempre hay quien no está contento o tienen alguna opinión diferente a los demás. Por ejemplo, hubo quien criticó la posición del único espejo retrovisor lateral –en el lado izquierdo, como dicta la normativa–, porque, según se decía, el largo soporte aerodinámico de doble brazo tenía un efecto desestabilizador. La rejilla frontal no tenía función alguna, era un simple guiño de diseño a la tradición de la marca, algo que también fue criticado por algunos.

Ahora, 40 años después, el Ferrari Testarossa mantiene ese aura que le hizo tan especial allá en la década de los 80. El mejor ejemplo es que todavía es uno de los Ferrari más deseados de todos los tiempos y su aparición en cualquier lugar es todo un acontecimiento.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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