Coche del día: Volkswagen Chico

Coche del día: Volkswagen Chico

El precursor de los híbridos de hoy


Tiempo de lectura: 3 min.

En el mundillo del automóvil es bastante frecuente que las marcas presenten prototipos. Algunos tratan de dar rienda suelta a los diseñadores, otros pretenden sondear al público ante alguna idea nueva, y por último están aquéllos que muestran un modelo próximo a la serie pero debidamente maquillado. En la terminología anglosajona, los dos primeros tipos se denominarían concept cars, mientras que el tercero sería un show car. El Volkswagen Chico está a medio camino. No debemos confundir este modelo con el Volkswagen Chicco desarrollado en 1975.

En 1991, la gama Volkswagen comenzaba en el Polo, que en su segunda generación contaba con tres carrocerías: el Polo Coach, el Polo Coupé y el Polo Classic. La tercera generación estaba próxima ya, e iba a crecer en dimensiones, por lo que la idea de un modelo por debajo no era descabellada.

En este contexto, la marca de Wolfsburg presenta el Chico en el Salón de Frankfurt (IAA) en 1991, en un llamativo color verde metalizado. Bastante más corto que el Polo, el Chico resulta ser un modelo visionario, un precursor de la tecnología actual, ya que contaba con un sistema híbrido formado por un motor de combustión de dos cilindros (0,64 litros, 34 CV) y un motorcito eléctrico con 9 CV. Esta disposición no era habitual, pues normalmente se presentaban prototipos de modelos eléctricos (sin mucha autonomía, eso sí). El Volkswagen Chico se ajustaba perfectamente al significado más literal de la marca (“coche del pueblo”), pues ofrecía una movilidad sostenible para un uso eminentemente urbano (2+2 plazas).

Volkswagen Chico (2)

A pesar de su pequeño tamaño, llamaba la atención la modularidad de su habitáculo, que se veía acompañado de un grupo motor híbrido

Su estética desenfadada, y con un aire muy VW, resultaba agradable. Pero el Chico no tenía sólo una cara bonita: en su interior mostraba ideas ingeniosas como la modularidad (asiento del acompañante que gira 180 grados), las toberas interiores integradas en las propias puertas, y un sistema de apertura de las puertas de doble cinemática con el objetivo de facilitar el acceso al interior. Esta idea se llevó a cabo en el Renault Avantime debido a que las puertas laterales eran enormes y podía suponer un problema su apertura en aparcamientos estrechos, si bien su desarrollo trajo de cabeza a los ingenieros de Renault.

Se dice que el Chico tuvo luz verde por parte de Carl Hann, entonces presidente de Volkswagen (bajo su mandato, Seat entró en el grupo), para llegar a la serie. Incluso se afirma que se llegaron a construir cincuenta carrocerías. Pero con la llegada de Ferdinand Piëch, se le dio carpetazo al proyecto. El Polo siguió como puerta de acceso a la marca hasta la llegada del Lupo (cuyo gemelo español sería el Seat Arosa). Al Lupo lo sucedería el Fox de fabricación brasileña, y por último el Up!

Volkswagen llegó a difundir unas fotografías de una unidad del Chico en color morado, aunque con la misma placa de matrícula que la unidad en verde. ¿Quizá una de las unidades de serie? Podría ser. O bien un cambio de color del prototipo. En cualquier caso, aún se puede ver este modelo injustamente olvidado en AutoStadt, el museo de Volkswagen. Lo que no podemos negar es que fue un auténtico precursor de los modelos de hoy. Todo un grande, Chico.

COMPARTE
Sobre mí

Jesus Alonso

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Javier Gutierrez

Mauro Blanco