Hubo un tiempo en el que Lancia era una compañía innovadora, elegante y deportiva. Los coches que fabricaba la compañía italiana presentaban una ingeniería de primer nivel con modelos como el Lancia Fulvia, un coche que hizo su debut en 1965 con tracción delantera y un peculiar motor V4, frenos de disco en todas las ruedas y suspensión independiente. Como ocurría con Lancia durante muchísimos años, el Fulvia sería un éxito en competición, y tras el cese de su producción, en 1976, se habían construido más de 140.000 unidades.
Todo se fue un poco al garete cuando Lancia entró en la órbita del Grupo FIAT, pues se impuso el ahorro de costes y se cambió, en parte, la personalidad de la marca. Poco a poco, Lancia perdió su personalidad y su peso en el mercado, hasta que un buen día, la marca apenas vendía y se quedó con un único modelo, en Lancia Ypsilon, que además solo se vendía en su país natal. Ahora, la marca está de regreso y en teoría, vuelve con la misma búsqueda de innovación y diseño que antaño, algo que no será nada fácil, pues los tiempos que corren no son ni remotamente parecidos a sus buenos años.
No es la primera vez que Lancia pretende recuperar su imagen del pasado. En el año 2003, la marca presentó un concept car que hizo solar a sus más acérrimos seguidores: el Lancia Fulvia Concept, un automóvil que presentaba una interesante reinterpretación moderna del “viejo” coupé de los años 60 y que levantó muchísima expectación, pues no solo estaban muy logrado, sino que significaba la vuelta de Lancia a sus orígenes, o al menos, un acercamiento a los mismos.
Estéticamente el coche era todo un acierto, con unas proporciones que eran un calco del modelo original, al tiempo que se buscaba combinar rasgos de los Lancia más modernos, sin que ello supusiera una pérdida de equilibrio y de elegancia. Y se logró con creces, el Lancia Fulvia Concept podría haber llegado a producción con cambios mínimos, pero la marca no se comprometió en ningún momento con su futuro pase a producción. La prensa se volvió loca con el coche, los aficionados clamaban que lo pusieran a la venta y muchos prepararon el dinero para ponerlo sobre la mesa, pero finalmente, el coche se quedó con un concept car.
Todo en el Lancia Fulvia Concept había sido pensado para su paso a producción. Por ejemplo, en el vano delantero había un propulsor de 1,7 litros montado transversalmente, capaz de rendir 140 CV, combinado con un cambio manual de cinco relaciones. El monocasco era de acero y los paneles de la carrocería de aluminio, de forma que el peso se quedó en 990 kilos. El interior también se diseñó basándose en el modelo original, y su paso a producción tampoco habría supuesto un problema porque se podían haber empleado elementos de otros modelos en partes como las puertas, el cambio, el volante…
La cuestión es que se decidió que costaría demasiado desarrollarlo con relación a su potencial de ventas y decidieron dejarlo como estaban, no pasaría de prototipo. Además, en 2011 se adquirió el Grupo Chrysler y una demostración de poco aprecio por el pasado y por sus integrantes, el Grupo FIAT decidió que los Lancia en Europa sería modelos de Chrysler remarcados, cuyo éxito, todo sea dicho, fue nulo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".El frontal parece Opel ¿Tendrá algo que ver con el astra coupe (por ejpl.)?
No tiene nada que ver, por entonces Opel y FIAT iban por separado, pero sí es cierto que se parecen muchísimo en la forma de los faros y en el frontal en general.