Estoy en el tren camino a Chamartín. Tengo que ir a recoger un SEAT Ibiza FR con el motor 1.5 TSI Evo de 150 CV, que será uno de los contendientes para nuestra comparativa de utilitarios y se tendrá que ver las caras con el Opel Corsa 1.2T y el Hyundai i20 N Line, una idea que surgió el mismo día que hacíamos las fotos al GR Yaris y al i20 N. Una conversación como otra cualquiera, en la que recordamos aquellos tiempos cuando íbamos todos los meses a comprar las revistas y lo mucho que disfrutábamos con ello. La verdad es que siempre acabamos igual, y al final pasa lo que pasa, que nos liamos la manta a la cabeza y organizamos alguna comparativa como esta que nos ocupa. Bueno, para ser más exactos habría que decir que me lío la manta a la cabeza, porque siempre soy yo quien se pega los viajes para recoger y entregar los coches, y en esta ocasión, tengo que ir a por tres coches, cada uno en una punta de Madrid…
Cuando se nos ocurrió esta comparativa, la idea era buscar coches deportivos, o al menos más dinámicos que la media pero que fueran opciones coherentes para noveles, para usuarios con el carnet recién sacado y que quieran un coche con más carácter que el de sus colegas. No fue fácil seleccionar los contendientes, pues hay pocos que se puedan encuadrar en la definición de “utilitario deportivo”. De hecho, de los tres que aquí tenemos presentes, podríamos haber eliminado al Opel Corsa sin mayores problemas, pero sabemos que cuenta con un buen chasis y un motor de 130 CV que le otorga unas prestaciones muy decentes y además, queríamos contar con tres opciones y el Corsa se quedaba muy cerca de lo que buscábamos.
Así, nos juntamos con tres coches, tres utilitarios que personalmente, me resultan muy interesantes. Por un lado, el mencionado Opel Corsa, coche que ya ha pasado por aquí anteriormente –de hecho, es la misma unidad–, equipado con el motor gasolina de 130 CV y cambio automático de ocho relaciones. Junto a él, el SEAT Ibiza FR con el motor 1.5 turbo de 150 CV y cambio DSG de siete marchas, otro coche que también ha pasado por las páginas virtuales de espíritu RACER y que tendría como tercer compañero al Hyundai i20 N-Line, que tenía el motor 1.0 turbo con 120 CV, combinado también con un cambio automático con siete relaciones. Este último, por cierto, es el único que no habíamos probado con anterioridad y resultó ser toda una sorpresa.
Puede que parezcan coches potentes para un conductor novel, sobre todo el Ibiza, pero en el fondo, son automóviles muy equilibrados, fáciles de conducir y cargados de asistentes electrónicos. También hay que tener en cuenta que los coches son cada vez más potentes y en la gama del Ibiza están las opciones de 110 CV o bien, esta de 150 CV. En caso del Corsa ocurre algo similar, aunque la unidad probada dejará de estar disponible en breve porque se presentó el restyling al poco de hacer la prueba. En lo que respecta al i20, se trata de la versión más potente antes de entrar en terrenos más serios, dominados por el i20 N, un coche que no es precisamente el más indicado para un novel.
¿Esto qué es? ¡Menuda locura!
Como decía, son tres coches que me resultan bastante interesantes, porque, además de ser un tipo de coche que miraba con ansia cuando tenía el carnet recién sacado, creo que ofrecen una buena combinación de tamaño, potencia y economía de uso –los precios son un disparate–. Para muchos, posiblemente, resultarán coches pequeños, pero seguro que se olvidan que hasta hace poco, los compactos eran tan grandes como estos utilitarios –un Volkswagen Golf III, por ejemplo, medía 4.020 milímetros de largo, mientras que el i20 N Line aquí presente alcanza los 4.040 milímetros– y había familias con dos o incluso tres hijos con uno en la puerta de casa.
Nos hemos acostumbrado a que los coches sean cada día más grandes, cuando en realidad, según las circunstancias de cada uno, un SEAT Ibiza podría quedarse incluso grande. El problema viene de las calidades y las cualidades de los coches más pequeños, que por lo general, están por debajo de cualquier otro vehículo. Son cuestiones de costes, no pueden vender un urbano pequeñito a precio de compacto, como cabe esperar. Precisamente eso, los costes, han provocado que los precios se disparen hasta cotas de pura locura. ¿Quien, en su sano juicio, pagaría 25.000 euros por un Hyundai i20 N Line o casi 26.500 euros por un SEAT Ibiza FR 1.5 TSI Evo? Se nos ha ido de las manos, y sí, se nos ha ido a nosotros, a los usuarios, que con tal de tener una pantalla enorme y cuatro chorradas tecnológicas, estamos dispuestos a pagar barbaridades. Luego nos quejamos de que los coches son caros…
Esos precios, que hace poco eran más propios del segmento de los compactos, tienen su motivo, no son por pura ansia de ganar dinero por parte de los fabricantes –donde meten la puñalada es en los SUV–. Estos tres utilitarios, por ejemplo, son realmente buenos, tanto a nivel de fabricación como de tacto, comportamiento o equipamiento, y eso requiere de una inversión por parte de los fabricantes que no siempre se tiene en cuenta. Cuanto mejor es un coche en determinados apartados, como el nivel de los ajustes o el comportamiento en carretera, por lo general, mayor es el precio que tenemos que pagar por él, ya que se han necesitado una elevada inversión previa para lograr esos resultados. No obstante, si la obsesión de la gente por las pantallas y los automatismos se fuera al garete, el precio de los coches bajaría bastante, porque ya se dijo en una ocasión que casi el 40% de la inversión en el desarrollo de un coche, se va en la electrónica y en el equipo multimedia (el desarrollo de software).
Por eso, no hemos tardado en encontrar el primer escollo de estos coches si nos mantenemos fieles a la idea de la comparativa: coches para noveles. Los precios que tienen estos tres coches no son para chavales que acaban de sacarse el carnet, a no ser que tengan un trabajo bien remunerado –con 18 o 20 años, es complicado–, o bien, que lleven toda la vida ahorrando cada céntimo que cae en sus manos. También puede ser que los padres echen un cable para la compra, pero eso solo allana un poco el camino, las financiación hay que pagarla…
La primera impresión pone al Hyundai i20 N Line en cabeza
Dejemos, no obstante, el tema de los precios y entremos en otras materias, como son los propios coches. No en balde, al final, todos hacemos un esfuerzo cuando queremos algo y si hace falta trabajar un poco más para tener ese coche que nos quita el sueño, pues se trabaja. Y más aún cuando estos tres coches ofrecen algo más que una imagen molona y un poco potente, sobre todo el Hyundai i20 N Line, que ha resultado ser, como se ha comentado al inicio, la sorpresa de la comparativa. Retomando el hilo con el que arrancamos, recojo el Ibiza y marcho hacia casa, pues tengo que ir a por los otros dos y no me puedo desdoblar. Debo reconocer que el Ibiza es un coche que me gusta, al menos el FR con el grupo motor-transmisión que monta la unidad –recordad, 1.5 TSI Evo con el cambio DSG de siete marchas–. Tiene buena pisada, resulta agradable de conducir, el grupo motor-cabio se entiende a las mil maravillas y el coche corre que se las pela, de hecho, sirva de adelanto que es el coche más rápido de la comparativa.
La primera toma de contacto con el SEAT Ibiza no me dice nada nuevo, ya lo apreciamos la primera vez que lo pudimos probar y es una lástima que SEAT vaya a terminar como terminará. Pero bueno, no nos desviemos del asunto, porque el Corsa, que fue el que recogí después, no me dio la misma impresión que la primera vez. El hecho de bajarme del Ibiza para coger el Corsa, dejó patente que ya necesitaba una revisión, como finalmente ha ocurrido y que se presentó poco después de terminar esta comparativa. Lo primero que noté fue la posición al volante, claramente por detrás del Ibiza, y después, y esto me llamó la atención, una sensación de flotabilidad en el eje delantero. No recordaba haber tenido esta sensación la vez que lo pude probar en solitario, así que lo achaqué al contraste entre uno y otro modelo. Así, mientras le daba vueltas a la esa sensación, dejamos uno de los coches en casa y con el otro, a modo de “coche escoba”, nos fuimos a por el tercero en discordia, el Hyundai.
Cuando puse el i20 en marcha, en un “menos dos”, el sonido que inundó el sótano me puso los pelos de punta. Lo primero que pensé fue que me habían dado un i20 N, así que salí del coche, eche un vistazo por fuera y comprobé que no, no era un i20 N, era un N Line. ¿En serio suena así un N Line? Ya de entrada, el Hyundai se ponía en cabeza con un aparente carácter que se confirmó al iniciar la marcha. ¡Es el coche con la suspensión más dura de los tres! Y cuando digo dura, es dura, bastante deportiva, al igual que la dirección –el Hyundai es el que menos gira de los tres–. Enorme sorpresa la del i20 N Line, sin duda alguna, que se refutaba con cada bache, junta de asfalto y con cada giro del volante. Estos de Hyundai no se cortan un pelo… ¡me encanta!
Nada más llegar a casa no puedo evitar mandar un mensaje a Pablo y a Miguel, tenía que contarles el sorpresón que se iban a encontrar. El Hyundai i20 N Line, al menos durante este primer trayecto hasta casa, dio muestras de ser el más deportivo de los tres, y también dio muestras de ser el coche con un carácter muy marcado. Lástima que, durante estos primeros kilómetros también demostró ser el más lento de los tres presentes. Es cierto que es el menos potente, sobre todo comparado con el Ibiza, pero da la impresión de que faltan más caballos de los que, a priori, separan a los contendientes. Si lo comparamos con el Corsa, no parece haber una diferencia de solo 10 CV, parece que la brecha es mayor y estoy convencido de que se trata del poco desplazamiento del motor. Da igual que los fabricantes se empeñen en desarrollar motores muy pequeños, que gracias al turbo ofrecen mucha potencia, al final, el cubicaje se nota y en este caso, me juego lo que sea a que la falta de cilindrada es culpable del poco empuje del i20 N Line.
El Ibiza es el más equilibrado, pero le falta carisma
A lo largo de la semana que tuve los tres coches –sí, tuve los tres a la vez, una locura, os lo aseguro–, los cuales fui intercalando para sacar conclusiones antes de quedar con el equipo, pude confirmar esas primeras sensaciones iniciales. El Ibiza es el más completo, sin duda, en todos los apartados, mientras que el Corsa es el más confortable y tiene un motor bastante bueno, aunque el cambio afea el resultado final, al tiempo que el i20 es el más deportivo de los tres y el que tiene un carácter más fuerte. Solo el sonido del escape deja clara su personalidad. Las diferencias también se dejaban notar en otros apartados, como el tacto general y las calidades, un apartado donde encontramos muchos contrastes. Por ejemplo, el salpicadero del Corsa es el que mejor aspecto tiene, pero también cuenta con algunas cosas, como la instrumentación, que resulta muy, pero que muy pobre tanto por gráficos como por información o acabados, o como los controles de la climatización, que quedan inexplicablemente lejos y obligan a separar la espalda del asiento para gestionarlos. Por su parte, el Hyundai es el que ofrece el ambiente más deportivo y unas calidades más que decentes, con una posición al volante muy buena y un tacto general tirando a duro, pero también más incómodo. El Ibiza es el equilibrio en todos los apartados, aunque no me gusta nada el aspecto general del salpicadero, da la impresión de ser el peor de los tres cuando en realidad no es así.
Donde los tres pecaban de cutres, y lo siento por la expresión pero es que no se me ocurre otra mejor, es en el acabado de las puertas traseras. ¿En serio es necesario tanto ahorro? Básicamente, las puertas lucen una simple plancha de plástico duro, de tacto barato y feo, y además, sobre todo en el caso del Ibiza, el sonido al cerrar la puerta es espantoso. Parece que has cerrado la puerta de un coche con más de 20 años…
Obviamente, todo esto se lo comenté al equipo cuando nos vimos, había que ponerles en antecedentes, principalmente a Pablo, que es especialmente exigente incluso con los utilitarios y estaba seguro que iba a repartir estopa a diestro y siniestro. Y efectivamente, lo primero que hizo fue criticar la posición de conducción del Opel y la sensación de flotabilidad del eje delantero.
– Pablo: el Opel no me gusta nada, el motor y el cambio no parecen entenderse y la dirección no ofrece aplomo de ningún tipo.
– Miguel: a mi me ha sorprendido el motor, tiene bastante empuje, aunque hay un lag, un retardo en la respuesta que lo mata.
– Javi: es el coche con más años en el mercado de los tres, es lógico que haya algunas cosas a mejorar, pero estoy con Pablo, la dirección no ofrece sensación de aplomo.
El SEAT Ibiza FR se ganó algunas alabanzas, no en balde, el grupo motor-transmisión es el mejor de los tres y el chasis ofrece un equilibro destable, aunque como todo VAG, al final, es tan neutro, tan fácil de llevar al cualquier ritmo, que no emociona al conducirlo. Siempre he sentido cierta simpatía hacia SEAT, siempre hemos tenido algún SEAT en al familia; mi padre tuvo un 127, mi tía un Ibiza del Sol, mi abuelo un 1430 y mi primer coche fue un Ibiza SXi, pero no puedo evitar pensar que este Ibiza FR, por muchos 150 CV que tenga, está falto de carisma.
Los FR perdieron su esencia hace tiempo en un movimiento de marketing que nunca acabaré por entender. Las siglas FR eran para SEAT como las siglas GTI para Volkswagen, y sin embargo, han acabado como un simple e insulso acabado más dentro de la gama y ahora, te puedes encontrar versiones FR con motores de 110 CV. Al menos, el Ibiza FR aquí presente monta los mejores frenos de la comparativa, aunque curiosamente el equipo de frenado es el más pequeño de la comparativa.
– Pablo: el Ibiza es un VAG en toda regla, subvira enseguida y no te deja apurar para divertirte; me saca de quicio. Al menos el motor es el mejor de los tres y el cambio casa muy bien. El tema de las puertas traseras es inadmisible, hay bordes cortantes.
– Miguel: omitiendo el tema de las puertas traseras, tengo que decir que el Ibiza me paree muy equilibrado, que vale para todo: ir a la compra, al trabajo, llevar a los niños al cole… y lo puedes llevar rápido, porque el motor es el mejor de los tres y la frenada es muy buena, pero el chasis no te deja pasarlo bien de verdad.
– Javi: el Ibiza es un VAG en toda regla, pero no es un FR como los de antaño. También me parece el más equilibrado y es muy agradable, pero no emociona al conducirlo. Eso sí, es el que más corre ¡y el que menos gasta!
Como se ha dicho anteriormente, la sorpresa de la comparativa fue el Hyundai i20 N Line por su marcada personalidad y su talante casi radical. No esperábamos, ninguno, que siendo un “simple” acabado, fuera tan deportivo y tuviera un carácter tan marcado. Es, sin lugar a dudas, el que más carisma tiene de los tres. El sonido del escape está presente en todo momento, la suspensión es la más dura de los tres –bastante más firme– y la hibridación ligera que asiste al motor, le otorga una forma de entregar la potencia muy llamativa. A bajas revoluciones tiene una zona de funcionamiento donde el empuje es notable, casi abrupto, un toque de mala baba que si no fuera por la falta de empuje a partir de las 3.500 revoluciones, habría hecho del Hyundai i20 N Line todo un objeto de deseo.
Es el que menos me gusta por diseño, aunque esta variante tiene un toque me atrae; también es el más lento de los tres y también tiene el habitáculo más pequeño de la comparativa –o esa sensación me dio a mi–, pero creo que sería, claramente, mi elección si tuviera que elegir uno de estos tres contendientes. Tiene algo que los demás no tienen, y es carácter; personalidad.
– Pablo: Hyundai me gusta cada día más, hace las cosas muy bien. El chasis es soberbio, pero el motor desentona. Con 20 CV más sería una bomba. Si le pones el motor del Ibiza al i20 me lo compraba ahora mismo.
– Miguel: Estoy de acuerdo, Hyundai ha hecho muy bien su trabajo y el i20 N Line tiene el mejor chasis de los tres, sin duda. El paso por curva sorprende, la posición al volante me gusta mucho y la caja de cambios es sobresaliente, tanto, que en algunos momentos consigue mitigar la pobre respuesta del tricilíndrico de 120 CV. Los frenos, como en el caso del i20 N, son pobres.
– Javi: es el más deportivo de los tres, es hasta macarra con ese sonido de escape. EMe parece el más lento, pero el que más sensaciones ofrece y el que más carisma tiene. Estoy de acuerdo con Pablo, un poco más de potencia y este coche ganaría muchísimo, pero me gusta tal y como está, que ya es decir mucho.
¿Con cuál te quedas?
Por una vez, y que no sirva de precedente, los miembros del equipo estamos de acuerdo. El SEAT Ibiza FR 1.5 TSI Evo es el más equilibrado y, en el fondo, el mejor coche de los tres comparados. El Opel Corsa 1.2T 130 Ultimate se quedaría como el peor, con una posición de conducción mejorable, una flotabilidad del eje delantero a alta velocidad que resta mucha confianza y una instrumentación muy pobre. El Hyundai i20 N Line es el que más nos convenció por su deportividad general, por su tacto y por su sonido. El motor es el menos gratificante, pero el resto del coche tiene tanto carisma, que para la ocasión, resulta como vencedor indiscutible. Incluso yo, que a veces tengo dudas sobre cual elegiría, lo tengo claro.
– Pablo: es una pena que el i20 tenga un motor tan flojo, porque el chasis es muy bueno. Está claro que el mejor motor lo tiene el Ibiza, pero esas puertas traseras estropean todo el conjunto.
– Miguel: pienso lo mismo, el motor es lo peor del coche, pero nada que no pueda solucionar una buena “repro”. El que menos me gusta es el Opel, que además, todavía sigo buscando una explicación a la “prohibición de obesos” en la parte trasera. A poco que seas grande, no entras por ese hueco que deja la puerta…
– Javi: creo que es la comparativa donde más claras tengo las cosas; es el que menos me gusta estéticamente y el que menos corre, pero yo me compraba el i20 N Line. Por otro lado, la comparación directa no le ha sentado bien al Corsa, aunque su motor corre y gasta poco, un detalle que no debemos pasar por alto.
Así pues, con la idea de buscar un coche para noveles que sea divertido como piedra angular, y tras poder comparar estos tres coches durante una semana, personalmente, lo tengo claro –y mis compañeros también–: Hyundai i20 N Line. Por potencia, no habrá problemas y cualquier usuario tendrá todo bajo control, lo que además, permitirá que aprenda a exprimir al máximo las prestaciones del coche con cierta seguridad y el chasis está muy por encima del motor, además, ofrece muchas sensaciones que también servirán para que el hipotético novel aprenda a entender las señales que ofrece el coche. Para colmo, es el único de los tres con etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico.
Galería de fotos
Galería de fotos SEAT Ibiza 1.5 TSI Evo FR
Galería de fotos Opel Corsa 1.2T Ultimate
Galería de fotos Hyundai i20 N Line X 1.0T-GDI 48v
Comparativa utilitarios
25600 eurosA favor
- SEAT Ibiza: grupo motor-cambio; prestaciones; equilibrio general
- Opel Corsa: acabados; motor; confort
- Hyundai i20: carácter, chasis, sonido de escape
En contra
- SEAT Ibiza: detalles de acabado; falta de carisma; sin mandos físicos para calefacción
- Opel Corsa: posición al volante, flotabilidad del eje delantero; suspensiones blandas
- Hyundai i20: falta potencia; gira poco; solo con cambio automático
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS