Cuando Maserati presentó el Levante, su primer SUV, esperábamos un éxito arrollador, como ha ocurrido con otros modelos de similar categoría. Y en parte, así ha sido porque el Maserati Levante es el modelo más vendido de la firma del tridente. Fue presentado en el Salón de Ginebra del año 2016 y ese mismo año, a través de Alibaba, fue capaz de vender 100 unidades en solo 18 segundos. Todo auguraba un espaldarazo enorme para Maserati.

Sin embargo, solo tres años después, en 2019, anunciaba pérdidas de 160 millones tras una reducción del 26% en las ventas mundiales. La marca lo achacaba a diferentes motivos, pero el hecho era que estaban nuevamente en la mala senda. Necesitaban un nuevo empujón, que llegaría en forma de SUV más pequeño que el Levante, que tomaría prestada la plataforma Giorgio del Alfa Romeo Stelvio. Y ese SUV, después de algunos teaser, de fotos camuflado, de especulaciones y demás cosas que siempre giran alrededor de un marca como Maserati, ya está aquí, listo, en teoría, para seguir por la senda que abrió el Maserati MC20.

El nuevo Maserati Grecale (nombre de un viento mediterráneo que sopla desde el noreste) llega, como todos seguramente sabéis, para vender. Los SUV son imparables y casi cualquier modelo de esta categoría acaba teniendo repercusión en las ventas, algo que la marca necesita para seguir con su evolución y para abrir la puerta a los coches eléctricos. El Maserati Grecale tendrá una versión eléctrica, la cual recibe el apelativo de Folgore, siendo el primer coche eléctrico de Maserati, que se adelanta al Gran Turismo Folgore. Al menos, en su presentación oficial.

Maserati Grecale GT

Acaba de salir y ya ha recibido algunas críticas

La firma italiana está poniendo mucha carne en el asador con este coche, un modelo que busca ser un superventas, para lo cual, se han cuidado muchos detalles. Uno de ellos, que suele ser un tema importante y catalizador de numerosas ventas, es su diseño. No cabe duda que estamos ante un Maserati y tampoco cabe duda que se inspira en el MC20, pero sin embargo, el nuevo Grecale ya ha nacido con polémica pues, visto de frente, tiene cierto parecido con un modelo de mucha menor categoría: el Ford Puma. Y sí, hasta cierto punto, tiene una mirada similar a la del pequeño SUV americano, pero los parecidos se acaban ahí, porque el resto del coche, seamos justos, solo se parece en que tiene cuatro ruedas.

El Maserati Grecale, salvando las distancias, tiene cierto regusto al Levante. Su vista lateral es muy parecida, con una línea de ventanas y un pilar C casi calcados. Sin embargo, el Grecale destaca por su baja altura respecto al suelo, con unos pasos de rueda totalmente ocupados por las llantas y un faldón delantero muy, muy bajo en algunas versiones. No cabe duda que el nuevo SUV del tridente apunta a su empleo en asfalto, estando más cerca de un turismo convencional que de un SUV. Nada raro, por otro lado, pues la tendencia de este segmento apunta a ofrecer una imagen un poco más robusta y una posición de conducción un poco más alta, siendo coches puramente asfálticos. Existen muchos ejemplos en el mercado que muestran esta evolución, que resulta, no obstante, totalmente lógica.

Hay que reconocer, pasando por alto ese ligero parecido con el Puma en su frontal, que los diseñadores han logrado un conjunto muy equilibrado, que no resulta muy pesado a la vista e incluso da la impresión de ser más pequeño de lo que en realidad es. La longitud de este SUV alcanza los 4.846 milímetros, mientras que su anchura, incluyendo los espejos, de 2.163 milímetros (la vía trasera, según la marca, alcanza los 1.948 milímetros), la altura es de 1.670 milímetros y la distancia entre ejes llega a 2.901 milímetros. Es decir, no es un coche pequeño, siendo algo más grande que un Alfa Romeo Stelvio, con el que comparte plataforma (4.687 x 1.903 x 1.671, la batalla es de 2.818. Todo en milímetros).

Maserati Grecale Modena

Además, según la versión, las dimensiones cambian ligeramente. El nuevo SUV de Maserati tendrá tres versiones: GT, Modena y Trofeo. Las dos últimas son 31 milímetros más anchas que la primera y el Trofeo gana 10 milímetros más largo por el diferente diseño de sus paragolpes.

Tres versiones, tres niveles de potencia y varias diferencias en el apartado técnico

Cada una de las tres versiones antes mencionadas, anuncia un nivel de potencia diferente. Las dos primeras versiones, el Maserati Grecale GT y Maserati Grecale Modena, tienen un bloque de cuatro cilindros 2.0 turbo e hibridación ligera, con 300 y 330 CV respectivamente. El Maserati Grecale Trofeo, por su parte, hace uso del V6 biturbo del MC20, aunque adaptado para un uso más convencional que en el caso del superdeportivo. Rinde 530 CV y entre otras cosas, adopta un sistema de desconexión de cilindros y abandona la lubricación por cárter seco. Promete una aceleración hasta los 100 km/h desde parado en 3,8 segundos, hasta los 200 km/h en 13,8 segundos y encontrando el tope en los 285 km/h.

La suspensión del Maserati Grecale es de tipo neumático en el caso del Trofeo, siendo una opción a pagar a parte para las otras dos variantes. Esta suspensión tiene seis posiciones de altura disponibles, pero destacan: normal, parking (35 milímetros más baja) y Off Road (30 milímetros más alta).

Maserati Grecale Trofeo

También hay diferencias en los modos de conducción y en los frenos. Los modos de los Maserati Grecale GT y Modena son cuatro, mientras que el Trofeo dispone de uno más. Los modos con Comfort, GT, Sport y Off-Road, más el Corsa, exclusivo del Grecale Trofeo y que, como cabe esperar, es el más deportivo de todos los disponibles. Respecto a los frenos, los GT y Modena montan discos delanteros de 350 milímetros y pinzas Brembo de cuatro pistones, siendo de 360 milímetros y pinzas Brembo de seis pistones en el caso del Trofeo. En las llantas también encontramos diferentes, pues en el GT son de 19 pulgadas, en el Modena de 20 en el caso del Modena y de 21 en el Trofeo.

Maserati Grecale Folgore, el eléctrico

Una de las mayores novedades que trae consigo el Grecale, es la versión con motor totalmente eléctrico. La marca no ha facilitado muchos datos al respecto, pues esta versión está todavía en desarrollo. Aún así, lo que vemos en las fotos es lo que llegará a producción, con una calandra específica (con menos aberturas), unas llantas también específicas (más aerodinámicas) y un color, llamado Rame Folgore, que será exclusivo de esta variante.

Sobre la mecánica solo podemos comentar que contará con una batería de 105 kWh de 400 voltios, que dará energía a un número indeterminado de motores que rendirán (o rendirá) 800 Nm de par. Estará listo a partir de 2023, un año, aproximadamente, un año después del lanzamiento de las versiones con motor de combustión.

Maserati Grecale Folgore

Digitalización y adiós a los botones físicos

El diseño interior del nuevo Maserati Grecale también supone un serio paso adelante en cuanto a formas, aspecto general y, obviamente, en cuanto a tecnología y digitalización. Por desgracia, la firma del tridente se ha dejado llevar por las tendencias y borra de un plumazo la presencia de botones físicos, centrando todas las funciones en dos pantallas. Solo hay cuatro botones en la consola central y en el volante. Los que están colocados en la consola central (una superficie táctil) son los mandos de la caja de cambios automática, prescindiendo así del típico selector, dejando un mucho espacio libre entre los asientos.

La pantalla principal alcanza los 12,3 pulgadas, acompañada de otra secundaria más abajo con 8,8 pulgadas. La instrumentación también es totalmente digital y las plazas traseras tienen otra pantalla para controlar algunas funciones como la calefacción. Incorpora control por voz, que sea activa con el típico “Hey Maserati”, software para el equipo multimedia basado en Android Automotive.

El nuevo Maserati Grecale se fabricará en Cassino (Italia).

Galería de fotos

Maserati Grecale GT

Maserati Grecale Modena

Maserati Grecale Modena

Maserati Grecale Trofeo

Maserati Grecale Trofeo

Maserati Grecale Folgore

Maserati Grecale Folgore