Era cuestión de tiempo que viéramos por fin la tercera generación del Nissan Qashqai, el superventas del segmento SUV durante muchos años. Un coche que a pesar de llevar bastante tiempo sin recibir cambios importantes, seguía funcionando como el primer día y apenas notaba la llegada de rivales. Pero ya sabe, como dijo Unamuno, renovarse o morir y el Qashqai no podía seguir impasible porque los rivales comenzaban a poner las cosas muy, muy difíciles.

Lejos de amilanarse, el Nissan Qashqai se renueva por completo y estrena infinidad de cosas que debería mantenerse al frente del segmento SUV, proponiendo además tecnología exclusiva y super interesante como la denominada e-Power que, por cierto, no es un eléctrico de autonomía extendida, es un híbrido en serie. Pero esto lo hablaremos más adelante, pues hay más cosas que tratar y que contar, muchas más de las que puedan parecer a simple vista ya que desaparecen los motores de combustión en solitario, por ejemplo.

Mientras esperábamos a que Nissan acabara con el desarrollo de su bestseller, se anunció que no habría motores diésel, un camino que están tomando muchos fabricantes aunque hayan sido estos motores los artífices, en gran parte, del enorme éxito de algunos modelos. El Qashqai, por ejemplo, le debe gran parte de su éxito a los motores diésel, pero la tendencia actual del mercado es eliminarlos de la gama. En su lugar se adoptará la electrificación, que para determinados recorridos ofrece mejores cifras de consumo.

Rotundo cambio en el diseño, ¿o quizá no tanto?

Hasta el momento, Nissan ha vendido más de tres millones de Qashqai en toda Europa, 325.000 de ellos han sido en España, donde el SUV japonés tiene un enorme tirón comercial. Ha sido el SUV más popular en España durante los últimos 14 años y no parecía que la cosa fuera a cambiar, porque los usuarios seguían apostando por el Qashqai. Es cierto que empezaba a notar la presión de los rivales, sobre todo del Hyundai Tucson, pero aún siendo un coche con algunos años en el mercado, sus resultados de ventas eran más que meritorios. Algo que no tienen intención de cambiar en Nissan, más bien lo contrario, se han propuesto aumentar todavía más las ventas del Qashqai.

Por eso, aunque luce totalmente nuevo, el Qashqai conserva algunos rasgos del modelo saliente. Por ejemplo, en la vista lateral encontramos unas ventanillas que mantienen las líneas maestras, mientras que la silueta sigue siendo muy similar. Si trazamos una línea imaginaria que recorriera desde el paragolpes frontal y acabara en el paragolpes trasero, podríamos trasladarla de una generación a otra sin que hubiera que cambiar gran cosa. Algo similar a lo que ocurre en la parte trasera, donde los pilotos y las formas generales del portón y el spoiler sobre el techo recuerdan totalmente al Nissan Qashqai.

No es malo esta continuidad en algunos aspectos, pues el resto del coche cambia notablemente y se puede apreciar que se trata de un nuevo Nissan Qashqai. Pero mantiene una familiaridad que permite reconocerlo rápidamente como un modelo de Nissan. En esto de reconocerlo como un Nissan también ayuda el frontal, una de las zonas del coche que más cambian y además, lo hace de forma rotunda. Ahora el Qashqai tiene una mirada a lo Juke, es decir, más atrevida, con mayor personalidad y hasta cierta agresividad, un lenguaje bastante alejado del que usaba el modelo hasta el momento, mucho menos personal.

Cabe destacar que a pesar de ser un diseño poco habitual, resulta bastante equilibrado y nada recargado, lejos de soluciones como las vistas en el nuevo Hyundai Tucson. Sigue algunas tendencias actuales, como las líneas de expresión muy marcadas en el lateral, pero su profusión es bastante comedida y da lugar a un lateral bastante liso. Las llantas, como cabe esperar, son enormes y podrá montar unas que alcanzan las 20 pulgadas.

“El punto de partida para el diseño y el desarrollo del nuevo Qashqai lo marcó un análisis profundo de las relaciones que hemos tenido con todos nuestros clientes del Qashqai a lo largo de los últimos 13 años. Eso nos ha permitido entender sus necesidades y, en particular, lo que más valoran del crossover que utilizan y en el que confían a diario“. – Marco Fioravanti, vicepresidente de Planificación de Productos de Nissan Automotive Europe.

Nada queda del anterior habitáculo

Las novedades en cuanto a estilo también las encontramos en el habitáculo, donde todo es nuevo. No comparte nada con el modelo saliente, aunque si toma prestadas algunas cosas del Nissan Rogue (y del nuevo Mitsubishi Outlander). Cosas como la pantalla del sistema multimedia, el selector del cambio y algunos mandos y botones. Lo típico entre marcas del mismo grupo industrial.

El aspecto general es bastante atractivo, aunque resulta sencillo y mantiene algunos mandos físicos (¡bien, Nissan, bien!). Rompe mucho más con el modelo saliente que su exterior y según la marca, se ha mejorado la calidad general, lo que debería repercutir en la sensación al estar dentro y en la vida a bordo. También incorpora una nueva luz ambiental de color blanco que se ha diseñado para ofrecer un ambiente interior relajante.

Uno de los apartados donde más han trabajado los responsables del Qashqai ha sido en la ergonomía. De nada sirve tener infinidad de sistemas electrónicos y asistentes a la conducción, si la ergonomía no está bien estudiada. La seguridad y las sensaciones de conducción se ven seriamente afectadas por una mala ergonomía. Por eso, que se hayan mantenido los mandos físicos es de aplaudir, porque ergonómicamente hablando, son mejores que los mandos táctiles. De hecho, Nissan cuenta que el tacto de los interruptores ha sido muy cuidado para ofrecer una elevada sensación de calidad.

La instrumentación si que adopta tendencias actuales y pasa a ser una pantalla digital configurable de 12,3 pulgadas que como detalle y guiño al ADN japonés de Nissan, cuenta con una textura de vidrio tallado tradicional “Kiriko” al fondo de la pantalla. También estrena un nuevo sistema de head-up display con una superficie de 10,8 pulgadas (la más grande del segmento).

Si quieres tener éxito hoy día, la conectividad y la tecnología es vital y el nuevo Nissan Qashqai apuesta fuerte por ello. Se pueden controlar infinidad de sistemas desde el teléfono móvil, como el claxon, las luces o el bloqueo de puertas. Se pueden configurar alertas inteligentes que van desde el límite de velocidad hasta la hora o la zona por donde se circula.

Plataforma y motores, las claves del Nissan Qashqai

Las claves del nuevo Nissan Qashqai están ocultas en dos puntos vitales: la plataforma y los motores. Dos apartados que cambian rotundamente en esta nueva generación del Qashqai. Y empezando por la base, encontramos la plataforma CMF-C de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que le otorga unas dimensiones bastante similares al modelo saliente, una de las limitaciones que se tenía durante el desarrollo del modelo. Crece 35 milímetros de largo, otros 10 milímetros de algo y 32 milímetros de ancho. Esto se traduce en 4.425 milímetros de longitud, 1.635 milímetros de alto, 1.838 milímetros de ancho y 2.666 milímetros de batalla, lo que supone ganar 20 milímetros adicionales.

El crecimiento de la carrocería no ha afectado negativamente al peso total del conjunto, porque se han implementado algunas soluciones para que no haya aumento de peso, pero se gane en calidad, en durabilidad y en rigidez. La carrocería se fabrican con un material más ligero y mediante nuevas técnicas de estampado y soldadura, destacando el portón del maletero de material compuesto (2,6 kilos más ligero). Las puertas delanteras, las traseras, el guardabarros delantero y el capó se fabrican con aluminio (21 kilos menos) y las nuevas técnicas de fabricación, de las que Nissan no presenta información, ayudan a reducir aún más el peso. Así, la carrocería en su conjunto pesa 60 kilos menos y es un 41 % más rígida.

Bajo el capó de esta nueva carrocería encontraremos muchas más novedades. Como se ha dicho al comienzo, no habrá motores diésel ni tampoco motores gasolina convencionales, todos estarán electrificados. Bueno, en realidad deberíamos decir que el único motor de combustión disponible estará electrificado, porque toda la gama se basa en el 1.3 DiG-T, equipado con tecnología híbrida ligera de 12 voltios. Se podrá escoger en dos niveles de potencia: 140 y 158 CV, tanto con cambio manual como con la automática Xtronic para el más potente. El más potente también se podrá configurar con tracción total (con cuatro modos de funcionamiento). Sin embargo, lo más importante realmente es la nueva versión e-Power.

El Nissan Qashqai estrena en Europa el motor e-Power, un grupo motor híbrido en serie, donde el motor eléctrico es el único que actúa sobre las ruedas mientras el de gasolina hace las veces de generador. A este tipo de motorización se les llama “eléctricos de rango extendido”, pero en realidad son híbridos al contar con dos fuentes de energía. Simplemente, en este caso, el motor de combustión no hace nada más que generar electricidad para cargar las baterías. Es un grupo propulsor clave para Nissan y su estrategia de “Movilidad Inteligente”.

No hay potencia conjunta, pues solo el motor eléctrico mueve las ruedas. Éste rinde 140 kW, equivalentes a 190 CV. El motor de gasolina rinde 154 CV y tiene una tasa compresión variable para mejorar consumos. Incorpora el sistem e-Pedal, para conducir son un solo pedal que, una vez acostumbrado, es una bendición por zonas urbanas. No se mencionan anda sobre autonomía de las baterías (de las que tampoco hay información) ni tampoco el alcance que se tiene con el depósito de gasolina lleno.

Galería de fotos

All-new Nissan Qashqai

All-new Nissan Qashqai

All-new Nissan Qashqai

All-new Nissan Qashqai