La fusión entre FCA (FIAT Chrysler Automobiles) y PSA (Peugeot Société Anonyme) ya es una realidad, conformando el cuarto grupo automovilístico del mundo. Además, con esta fusión, Peugeot se hace con el control de una de las firmas más deseadas del mundo como es la americana Jeep, cuyo éxito ha mantenido, casi por sí solo, a flote a FCA. Jeep es una mina de oro y lo saben en PSA.

Pero los yankees no serán los principales beneficiados de la creación de Stellantis, será Alfa Romeo. La Anonima Lombarda está nuevamente en una situación difícil, necesitada de nuevos desarrollos y de la implantación de la tecnología eléctrica, algo que tienen muy olvidado y que gracias a PSA podría estar resuelto. Al menos en teoría, claro, porque todavía falta por ver como evoluciona el nuevo grupo automovilístico y que posiciones toman las diferentes marcas que lo forman.

Las últimas noticias que tenemos, apuntaban a una posición premium de Alfa Romeo junto a Lancia, un sello que languidece con un solo coche en su mercado local, aunque con unas ventas bastante llamativas. Sin embargo, lo único real que podemos asegurar es que el Alfa Romeo Giulietta no se fabrica desde diciembre de 2020, que los Giulia y Stelvio contarán con actualizaciones dentro de poco y que todo los esfuerzos están centrados en el Alfa Tonale, un nuevo SUV que ya conocimos en formato concept y que debería ser el encargado de llenar las arcas de Alfa. Un objetivo que no siempre se cumple, aunque el segmento de los SUV sea el que más tirón comercial tiene. Si no que se lo digan a Maserati o, sin ir más lejos, a la propia Alfa.

Así podría ser el próximo Alfa Romeo Giulietta según X-Tomi Design

Sin embargo, de dónde puede sacar mucho provecho Alfa Romeo es las plataformas y los motores. Las sinergias entre marcas se han demostrado completamente válidas y totalmente rentables, de hecho, fue FIAT quien comenzó con esta práctica con la primera generación del FIAT Tipo, cuya plataforma dio sustento a otros coches como los Alfa 145, 146 y 155, los Lancia Dedra y Delta o dentro de la propia FIAT, el Tempra y el Coupé. Y sería la acción ideal para recuperar su presencia en el segmento de los compactos, parcela del mercado que en Europa ofrece jugosos ingresos.

Aunque hay marcas que nunca han logrado triunfar o conseguir la suficiente rentabilidad con un compacto, como Nissan, se trata de una parcela de mercado muy importante donde Alfa Romeo siempre ha estado presente. Ahora que ya no fabrican el Giulietta han dejado este hueco de mercado sin cubrir y podría solucionarse tomando prestada la plataforma del próximo Peugeot 308, que también daría la base para la próxima generación del Opel Astra: la EMP2. Obviamente, todo lo que tenga que ver con diseño y puesta a punto correrá a cargo de los técnicos italianos, pero plataforma, motores y mucha tecnología será PSA.

Esto permitirá que Alfa Romeo entre de lleno en la hibridación, haciendo uso de los motores de tres cilindros y microhibridación de Peugeot, los Pure Tech con sistema eléctrico de 48 voltios, así como los híbridos enchufables que ya montan el Peugeot 3008 Hybrid y el Peugeot 508 Hybrid, cuya potencia puede llegar a los 300 CV. Y por supuesto, no se debería descartar una versión totalmente eléctrica, aprovechando parte de la tecnología empleada en el Citroën ë-C4 aunque desde el medio francés L’Argus afirman que compartirá mecánica y baterías con el Peugeot e-308.

La plataforma EMP2 se fabrica actualmente en Mulhouse, en Francia, y en Rüsselsheim, en Alemania. Dos lugares donde podría montarse el hipotético nuevo compacto de Alfa Romeo, aunque todo está por ver, son solo suposiciones.