Poco a poco se va completando la gama Octavia 2020. En noviembre de 2019 conocimos a la nueva generación de la berlina checa en sus carrocerías berlina y familiar. En marzo, la firma de Mladá Boleslav mostró las versiones RS iV en ambos formatos, combinando un propulsor de gasolina y uno eléctrico para obtener sensaciones deportivas y bajos consumos. Con la última de las premisas aterrizó hace unos días la vertiente G-TEC de gas natural comprimido (GNC). Ahora es el turno del Škoda Octavia RS 2020 en formato 100 % de gasolina y diésel.

Al igual que con el híbrido enchufable RS iV, el Octavia RS de gasolina ofrece 245 CV. Y hasta aquí llegan las similitudes, pues en este caso nos encontramos un una unidad TSI de 2 litros cuyo par máximo es de 370 Nm, disponible entre las 1.600 y 4.300 RPM. De serie, queda asociado a una transmisión manual de seis velocidades, siendo opcional la DSG de doble embrague de siete velocidades. En esta configuración, hace el 0 a 100 km/h en 6,7 ​​segundos (0,6 s más rápido que el Octavia RS iV), mientras que la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h.

Por otro lado, la variante diésel también hace gala de un tren motriz conocido: un bloque TDI de 2 litros que ahora genera 200 CV y 400 Nm, 16 CV y 20 Nm más que en su versión precedente. A diferencia del modelo de gasolina, el Octavia RS TDI viene exclusivamente asociado a la caja de cambios automática DSG de siete relaciones, y es el único de los dos que puede equiparse con un sistema de tracción total. En cuanto a la hoja de prestaciones, la vertiente de gasóleo 4×4 puede completar el sprint hasta los 100 km/h en 6,8 segundos y lograr una punta de 243 km/h.

En comparación a las vertientes híbridas enchufables, el Škoda Octavia RS 2020 con motor TSI es 112 kilos más ligero en su carrocería berlina y 101 kg en la versión Combi

Independientemente de la versión escogida, el Škoda Octavia RS 2020 viene equipado con una dirección de asistencia progresiva y una suspensión deportiva con una configuración trasera multibrazo que también baja la altura de conducción en 15 milímetros respecto al resto de las versiones de la gama. La suspensión adaptativa (DCC) estará disponible como opción, y el TSI vendrá acompañado –también pasando por caja– de la última evolución del diferencial de deslizamiento limitado con un embrague multidisco húmedo. Al fin y al cabo, bajo la piel es un Golf GTI.

En cuanto al apartado estético, no hay diferencias respecto a la versión híbrida enchufable. Eso quiere decir que nos encontramos con un parachoques delantero y trasero más agresivos, unas salidas de escape dobles y un alerón trasero, así como superficies de Alcántara y acentos de fibra de carbono (de imitación) en el interior, donde también hay unos asientos deportivos con costuras rojas en contraste que tienen pinta de agarrar bastante bien el cuerpo. Tanto el cuadro de instrumentos (Digital Cockpit) como el sistema de infoentretenimiento vienen con gráficos específicos RS.

Después de presentar las versiones estándar, las más deportivas e incluso la más “aventurera” (Scout), tan solo faltaría por ver a la más lujosa de todas, la Laurin & Klement, que esperamos que llegue en algún momento más adelante en el ciclo de vida del Škoda Octavia.

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