El Tourning Superleggera Veloce12 es una muestra más del auge que han cogido los restomod, aunque la definición de restomod en realidad no cuadra al 100% con lo que se ha creado últimamente. Estamos, más bien, ante una reconstrucción de un nivel altísimo, pero que cambia demasiadas cosas para poder ser considerado un resmotod, aunque eso no quiere decir que estemos ante este tipo de trabajos.

Los resmotod, básicamente, son restauraciones a las que se añaden algunos cambios en diferentes apartados, con elementos más modernos. No tienen porqué ser de última generación, con ser más modernos que el coche sobre el que se trabaja ya es suficiente. La forma de trabajar que tienen en Alfaholics, por ejemplo, es claramente resmotod: carrocería base restaurada y reparada, esquema de suspensiones de origen, pero con conjunto muelle-amortiguador modernos, motor Alfa Romeo pero más moderno que el coche base –que no de última generación– y restauración y adaptación completa del habitáculo, pero sin perder la esencia original.

El movimiento resmotod nació en Estados Unidos, donde la cultura alrededor del automóvil es mucho más grande y está mucho más asentada que en Europa. Pero ellos no llegan tan lejos como lo que presentan, por ejemplo, marcas como Kimera o como lo que nos ha mostrado Touring Superleggera. Un Ferrari 550 Maranello que se ha transformado en un modelo bastante diferente, aunque se pueden apreciar claramente las raíces de las que se parte. No tiene la gracia ni la clase que luce el 550 Maranello original, pero mejorar un diseño como ese no resulta fácil y en Touring se ha esforzado notablemente.

Touring Superleggera es una compañía con más de 100 años de historia, ligada a los fabricantes más famosos y prestigiosos del mundo. Ha realizado carrocerías y estructuras para todas las marcas que nos podamos imaginar y ahora, bajo la dirección de Markus Tellenbach, buscan abrir un nuevo capítulo en su historia. De hecho, que el Ferrari 550 Maranello haya sido el modelo escogido para este trabajo no es casualidad, pues el señor Tellenbach posee una unidad de la que está totalmente enamorado.

Según Markus, “el Veloce12 supone un gran paso adelante para nuestra marca. Aunque se inspira en nuestros modelos icónicos, es inconfundiblemente atemporal. Hemos honrado intencionadamente nuestra rica herencia, pero también hemos adoptado la innovación moderna para crear un vehículo que represente la experiencia de gran turismo más exclusiva. El Veloce12 encarna el espíritu del Touring Superleggera en cada detalle”.

Como decíamos antes, el Veloce12 de Touring Superleggera no es un resmotod, es una reconstrucción total. La carrocería, por ejemplo, se realiza con fibra de carbono y ha sido diseñada por el actual jefe de estilo de la compañía, el señor Matteo Gentile, que según dicen desde el propio fabricante, se ha inspirado en el vasto catálogo de Touring, pero también en la naturaleza y en el tiburón blanco. El resultado, al menos para nosotros, es elegante y equilibrado, respetando las líneas básicas del 550 Maranello, pero aportando nuevos detalles como las aletas aerodinámicas del paragolpes frontal, la nueva calandra o los nuevos faros, que le otorgan una mirada bastante expresiva, pero lejos del 550 Maranello.

Atrás encontramos algo similar, con un enorme respeto por las líneas originales, pero con una sensación algo extraña. El tamaño de los pilotos, la nueva forma en la zona de los hombros y el nuevo paragolpes se combinan para cambiar la expresividad de la parte trasera sin que se pierda, curiosamente, la esencia del modelo original.

Los cambios en la vista lateral también son apreciables, aunque para notarlos realmente es necesario poner un 550 Maranello al lado del Touring Superleggera Veloce12. De esa forma, podremos notar como las branquias que hay tras las ruedas delanteras, tienen una forma diferente y están posicionadas más altas, detalle que puede parecer nimio pero cambia bastante la sensación general. La estribera, lo que sería el bajo de la caja, también es específico y entra ligeramente en la zona que ocupa la puerta, cambiando la forma inferior de la misma y dando un nuevo aire a esa zona.

Como cabría esperar, no solo se ha trabajado en el exterior, también se han tocado cosas que no se ven, pero se sienten. Cosas como el motor, el conocido como F133 que, obviamente, se ha visto completamente reconstruido con nuevos componentes como una línea de escape Supersprint o un sistema de refrigeración PWR, entre otros como todas las juntas del motor, el alternador, las bujías… El resultado es un 30% más de potencia, lo que supone ganar 25 CV con respecto al 550 Maranello y anunciar 503 CV. Se queda ligeramente por debajo del Ferrari 575M Maranello, pero al contrario que este, mantiene el cambio manual de seis relaciones.

Encontrar un V12 con cambio manual a día de hoy es tarea casi imposible, a no ser que acudas a modelos sumamente exclusivos como el GMA T.50 o el Pagani Utopia, todos los demás han dado la espalda al cambio mecánico mientras que, los restomod y los modelos del mercado de ocasión ganan más protagonismo cada día. El cambio manual se ha convertido en un elemento de capricho, solo destinado a coches muy exclusivos y potentes.

Chasis, frenos y demás apartados del coche han sido igualmente revisados y modernizados, como los frenos, que ahora son Brembo con discos de 380 milímetros en los dos ejes, o la suspensión, que monta un equipo de TracTive adaptativa mediante un sistema patentado. Se trata de una válvula de ajuste dinámico controlada por un sensor G multieje y una serie de algoritmos desarrollados gracias a décadas de experiencia en competición.

Tourgin Superleggera asegura que ha trabajado para convertir al Ferrari 550 Maranello en una representación del máximo lujo y del estilo y eso se tiene que notar en su interior, donde afirma que se ha creado una oda al lujo “pure italianita”: artesanía, piel de primera calidad, nuevos mandos físicos –se retiran los botones de plástico–… Opulencia y estilo que, siempre según gustos, será un espectáculo visual o algo un poco hortera. En nuestro caso, la combinación de tonos marrones con elementos de aluminio nos parece acertada, aunque cambiaríamos algunas cosas para que todo fuera perfecto.

Se tiene previsto fabricar un total de 30 ejemplares del Touring Superleggera Veloce12, cuya producción comenzará durante el primer trimestre de 2025. Cada unidad requerirá más de 5.000 horas de trabajo y el precio es realmente descabellado: 690.000 euros más el coche donante.

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