El Škoda Enyaq cambia, evoluciona en busca de mejorar lo que, según parece, ya era bueno. Y decimos “según parece” porque no le hemos puesto las manos encima, y posiblemente, a esta nueva generación tampoco lo hagamos. De todas formas, eso no nos impide analizar y pensar en el futuro que le espera al modelo checo y, ¿por qué no?, también en el futuro que le espera al coche eléctrico. Nos quedan apenas un puñado de años para que Europa nos obligue a todos a comprar coches eléctricos –siempre que no sean usados– y en lugar de avanzar, parece que todo empieza a ir marcha atrás…

Aunque los vehículos de propulsión eléctrica pueden parecer muy recientes, la realidad es que los fabricantes los llevan planteando como posibilidad desde hace muchas décadas. En el caso concreto de Škoda, ¡construyeron un camión eléctrico para transportar cerveza a finales de los años treinta del siglo pasado! Posteriormente presentaron el Octavia Green E Line en formato conceptual en 2010. A este Octavia le siguió el prototipo Škoda Vision E en el año 2017.

El primer modelo eléctrico de serie del fabricante checo sería el Citigo e iV, gemelo de los Seat Mii Electric y Volkswagen e-up! Y previamente a la presentación del Enyaq, Škoda mostró el Vision iV, que adelantaba las líneas maestras de la variante coupé. El Enyaq aparecía en el año 2020, con un diseño bastante conservador y funcional, como suele ocurrir en los modelos de VAG desde hace ya unos cuantos años.

Estrenaba la nueva estructura de denominaciones de los modelos eléctricos de Škoda, con la E delante, terminando por la Q, identificativa de los modelos SUV de la marca, y acompañada del apellido iV. Este Enyaq podía equipar una interesante calandra iluminada en su frontal, a modo decorativo, y fue el primer modelo del fabricante checo en estar asentado sobre la plataforma MEB. Estaba disponible con potencias entre los 146 CV y los 340 CV de la versión RS, y la posibilidad, según versiones, de propulsión trasera o tracción total.

La gama Enyaq se ha mantenido sin grandes cambios hasta principios de este año 2025, en el que el SUV ha recibido un considerable restyling, que desde finales de febrero está saliendo de la planta de Mladá Boleslav, en la RepúblicaŠkoda Enyaq Checa, la misma que producía la versión anterior. El nuevo lenguaje de diseño Modern Solid, adelantado por el concept car Vision 7S y posteriormente por el prototipo Epiq y el nuevo Elroq, llega especialmente al frontal del Enyaq. Y, sinceramente, le queda muy bien en mi opinión. Le da un aire más moderno y personal, que era lo que le faltaba al anterior modelo para mi gusto.

La nueva calandra frontal, que Škoda denomina “Tech-Deck”, viene acompañada de unos grupos ópticos que están ahora a dos alturas. Es cierto que, antes que en la marca checa, los hemos visto en Citroën desde el Grand C4 Picasso de 2013, también en el Jeep Cherokee del mismo año, o en modelos como el primer Hyundai Kona, por citar algunos ejemplos. Pero bajo mi punto de vista está bastante bien resuelto en el nuevo Enyaq. También encontramos el nuevo logotipo de Škoda, ya sólo con la grafía de la marca tanto en el frontal como en la trasera y en el volante (los fans del escudo de la flecha alada podéis estar tranquilos, ya que aún la encontraréis en las llantas). El frontal gana en agresividad y modernidad.

Sin embargo, a nivel estético parece que Škoda sólo ha echado el resto en el frontal, ya que la trasera y el interior apenas presentan cambios. La zaga de los prototipos Vision 7S y Epiq aún no se ha implementado en ningún modelo de serie. Esto, que en el caso del restyling del Enyaq puede ser comprensible con vistas a contener los gastos, resulta bastante difícil de entender en el Elroq, que es un modelo de nueva factura.

De cualquier forma, el mantener el estilo antiguo de la zaga en los dos SUVs eléctricos les garantiza un mayor aire de familia. Donde sí hay cambios es en el tema de las motorizaciones, pues el nuevo modelo arranca en los 204 CV de la versión Enyaq 60, y termina (al menos de momento, ya que aún no se ha anunciado la versión RS) en los 286 CV de los Enyaq 85 y 85X. El Enyaq 60 cuenta con una batería Li-ion de nueve módulos y 63 kWh; el motor eléctrico síncrono de imanes permanentes mueve las ruedas del eje posterior. En el Enyaq 85, la batería es de doce módulos y 82 kWh. Por último, la versión 85x cuenta con tracción total gracias a la adopción de un segundo motor eléctrico, asíncrono en este caso, en el eje delantero.

La autonomía aumenta con respecto a los de la gama precedente gracias a su aerodinámica mejorada: Škoda anuncia más de 580 kilómetros para el Enyaq, mientras que para la carrocería coupé declara más de 590 kilómetros, siempre siguiendo el procedimiento WLTP. Las tasas de carga oscilan entre los 160 kW del Enyaq 60 y los 175 kW de la versión 85x. En estaciones de carga rápida con corriente continua, la batería más pequeña puede pasar al 80% en 24 minutos, tiempo que se prolonga hasta los 28 minutos para la grande. En estaciones de corriente alterna, todos los Enyaq están preparados para cargar hasta a 11 kW.

Una parte importante de la competencia del nuevo Enyaq se encuentra precisamente dentro del grupo, o muy cerca de él. Estamos hablando de los Volkswagen ID.4 e ID.5, los Cupra Tavascan (Volkswagen ID.Unyx en China), los Audi Q4 e-tron y Sportback, y… los Ford Explorer EV y Capri, que también están asentados sobre la plataforma MEB de VAG; he de reconocer que todavía me cuesta asumir que Ford haya recuperado el nombre Capri para un crossover eléctrico, cosas del marketing. Fuera de estos modelos, el Enyaq puede competir con el recientemente actualizado Tesla Model Y (Juniper), el MG Marvel R, el Nissan Ariya, el Renault Scénic E-Tech o los Peugeot E-3008 y E-5008.

Modelos interesantes, pero con el importante hándicap de que la autonomía siempre se va a resentir en condiciones desfavorables. Frente a los denostados motores de combustión, el usuario de un modelo 100% eléctrico siempre tendrá que estar revisando el nivel de carga para no encontrarse con sorpresas desagradables. Es cierto que en nuestro mercado ya tenemos un buen número de puntos de carga, pero la infraestructura todavía queda lejos de otros países europeos. Y eso por no hablar de casos puntuales como el de un usuario que fue a cargar su flamante nuevo modelo eléctrico a su pueblo y el diferencial saltaba.

Ahora que parece que la Unión Europea está dando marcha atrás en el calendario tan restrictivo que había impuesto inicialmente, la opción de combustión con tecnología híbrida todavía es interesante (y más económica) para una buena parte de usuarios, ya sea con soluciones en las que el motor ICE se encarga de mover el vehículo, o bien con soluciones como la del Nissan X-Trail e-POWER, en las que el motor ICE sólo se emplea para cargar la batería. Para todos los demás, modelos como este nuevo Škoda Enyaq a buen seguro satisfarán sus expectativas.