Por alguna razón, BMW no vio necesario competir contra su archienemigo de Audi, el RS6, con una carrocería en el mismo formato. Partiendo de un BMW 540i del 2003, pareció resultarle aburrido el V8 original y prefirió sustituirlo por otro vitaminado, utilizando como referente al tope de la gama, pero en una carrocería que no se fabricó. Sea como fuere, este BMW ha dejado de ser el típico vehículo familiar de uso diario, ya que un aficionado reprodujo el BMW M5 E39 ranchera que la marca decidió no construir, incluido un motor S62, y las piezas aftermarket justas para mejorarlo si cabe.

El S62 es un V8 de 4,9 litros y aspiración natural es, quizá, el artífice de la mejor generación del M5 de todos los tiempos, el E39. Doy cabida a ese “quizá” siempre y cuando le dé permiso su sucesor, el M5 E60, que con su propulsor S85 derivado del mundo de la competición, nos sigue poniendo los pelos de punta con su sonido. El propietario no reveló las cifras exactas de rendimiento de su obra, pero como referencia y sin necesidad de que se hayan visto incrementadas, la unidad de potencia de ocho cilindros de BMW generaba alrededor de 400 CV y ​​500 Nm de par al salir de la fábrica.

El automóvil cuenta con una reprogramación, por lo que podría entregar algo más de potencia. La caballería se envía a las ruedas traseras a través de una transmisión manual de seis velocidades y un diferencial de deslizamiento limitado, heredado de un M5, y el subchasis fue reforzado con silentblocks firmados por Powerflex. El trabajo incluye el cambio de llantas por las Style 65 de 18 pulgadas del M5, se reemplazaron los brazos delanteros y traseros y poco más. Se mantuvo el sobrio color original Titanium Silver Metallic.

La cremallera de dirección, los frenos y los espejos se extrajeron del M5, y se complementaron con una pequeña selección de piezas orientadas a la deportividad. Un buen ejemplo de ello son los amortiguadores Koni Yellow Sport, que van acompañados de los neumáticos Firestone Firehawk Indy 500, un difusor trasero de fibra de carbono que rodea las salidas del escape Eisenmann Race y un tubo Supersprint X-pipe que acaba de redondear el sonido del V8.

Al entrar en él, el vehículo ofrece aún más equipamiento extraído del BMW M5, incluidos los indicadores M, los parasoles, las placas de umbral de las puertas y las alfombrillas. Los asientos delanteros del M5, junto con los paneles de las puertas, el asiento trasero rediseñado y el embellecedor de la palanca de cambios, están acabados en cuero rojo. Completan las comodidades interiores, un techo retapizado, un reproductor de música de fábrica y un sistema de aire acondicionado con el que ya contaba el 540i.

Todas las modificaciones realizadas en este familiar BMW se instalaron entre 2021 y 2022, por lo que este proyecto aún está fresco y además solo cuenta con 82,000 millas en su odómetro. Está a la venta en Bring A Trailer, y es más que probable que alcance un buen precio, ya que se puede apreciar que está perfectamente conservado.