A medida que la industria automotriz se dirige hacia un futuro cada vez más electrificado, apenas pasan unas horas sin que un fabricante anuncie algún nuevo plan en el sector de los vehículos eléctricos. El último ejemplo es Stellantis: la marca está invirtiendo 130 millones de euros en su planta de Eisenach, Alemania, para ver nacer al sucesor 100 % eléctrico del Opel Grandland.
Aunque la compañía no ha confirmado si mantendrá el nombre “Grandland”, su reemplazo programado para 2024 tendrá un tamaño similar. Estará basado en la plataforma dedicada STLA Medium del grupo, que se implementará por primera vez en el nuevo Peugeot e-3008 a finales de este año. Dado que el mellizo alemán de Opel estará técnicamente relacionado, sabemos que se ofrecerá por tanto con tres opciones motrices (incluido un diseño con una pareja de motores y tracción total) y una autonomía máxima de 700 kilómetros.
Se entiende que el sustituto del Grandland es un modelo separado del renacido Manta, un elegante SUV del segmento C cuyo lanzamiento se confirmó anteriormente a mediados de la década, y el Insignia de próxima generación, del que Opel ya dijo anteriormente que sería una propuesta radicalmente diferente a la berlina que se retiró el año pasado. Seguramente el primero comparta sus entrañas con el Peugeot 408, mientras que el segundo tome como punto de partida al Citroën C5 X, algo a medio camino entre un familiar y un SUV.
Opel fabrica automóviles en Eisenach desde 1992 y el año pasado celebró la producción de su ejemplar número 3,7 millones
A pesar de contar ahora con raíces francesas, Opel aún fabrica muchos coches en Alemania. Su plan de transformación de 130 millones de euros forma parte de la estrategia eléctrica de 30.000 millones de euros más amplia del grupo. “Eisenach, nuestra planta más compacta en Alemania, ha demostrado un fuerte impulso en las mejoras de calidad”, declaró Arnaud Deboeuf, director de fabricación de Stellantis. “Eisenach continuará mejorando el precio y la calidad de los vehículos que producen para deleitar a nuestros clientes”.
La llegada de un Grandland eléctrico equivalente significa que el modelo actual, disponible con motores de gasolina, diésel y una opción híbrida enchufable, se retirará el próximo año, siete años desde su lanzamiento. El modelo incluso recibió recientemente una opción PHEV con la insignia GSe de “altas prestaciones”. De todas formas, la versión eléctrica pura está lista para hacer lo mismo en línea con el plan de Opel para expandir la submarca deportiva a una gama de coches orientados al rendimiento y la “calidad de conducción”.
Las versiones de alto rendimiento podrían presumir de potencias de salida de hasta 450 CV, pero la mayoría de los modelos vendrán en configuraciones de 170 CV y 245 CV
El sucesor de Grandland será el cuarto vehículo puramente eléctrico de Opel, uniéndose al Corsa-e, Mokka-e y Astra-e, Combo-e, Vivaro-e, Zafira-e Life y Movano-e. Desempeñará un papel crucial para ayudar a la marca a prepararse para eliminar los motores de combustión en 2028. “Hemos estado construyendo coches de alta calidad aquí durante 31 años y hemos mejorado nuestra competitividad continuamente. Nos mantendremos en el camino con el sucesor eléctrico del Opel Grandland”, añadío Florian Huettl, CEO de Opel.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS