Hay que reconocer que la primera generación del Nissan Juke rompió todos los moldes con su puesta en escena. Primero lo hizo por concepto – explotaba la idea aplicada al Qashqai, pero en el segmento B–, y después lo hizo por diseño. De hecho, este último apartado fue uno de sus principales argumentos de venta y llegó a influir en el diseño de sus rivales y en sus hermanos de gama, como el propio Qashqai. Las ventas fueron un auténtico éxito, siendo, en parte, culpable del auge que ha tenido el segmento de los B SUV.

La segunda generación, la que tenemos actualmente, no ha tenido un impacto tan importante, pues, entre otras cosas, el segmento B SUV es uno de los más competidos de Europa y además, los rivales han sabido adaptarse y “copiar”, en parte, el concepto del Juke. De hecho, uno de los niveles más duros y preparados, el Hyundai Kona, presenta el mismo concepto que el Juke, tanto por diseño como por soluciones y objetivos. También influye que la oferta actual es mucho más amplia que cuando apareció por primera vez. Además, la gama del modelo japonés era bastante escueta y tardó, quizá, un poco más de la cuenta en disponer de una opción híbrida.

Ahora, los dominadores del segmento son el SEAT Arona y el Peugeot 2008, mientras que el Nissan Juke no despierta el mismo interés. Las ventas hablan por sí solas y los líderes de la categoría rondan las 1.500 unidades al mes, frente a los menos de 400 ejemplares que se matriculan del SUV japonés en el mismo periodo.

Algo pasa con el Juke y por ello, Nissan ha puesto a trabajar a los ingenieros y han revisado el modelo de cara a su segunda mitad de vida de comercial. Trabajo cuyo resultado nos muestran ahora, aunque la forma de hacerlo es, desde nuestro punto de vista, peculiar. La nota oficial destaca que “el Juke le da la bienvenida al amarillo”. Color que fue muy popular en la primera generación y que desapareció con la puesta en escena de la actual iteración del modelo japonés.

La inclusión del color amarillo se debe, sencillamente, a un intento por hacer del modelo una opción más interesante para la gente joven. La actual generación no desprende esa sensación de “desenfado” que si se notaba con la primera entrega, un detalle que suele restar algunas ventas, sobre todo cuando también se habla de un coche que se ha vuelto más grande y más caro. El caso es que la gente de marketing ha visto una buena idea centrar la atención en el nuevo color, a pesar de que hay otros apartados más importantes que reciben cambios. De hecho, en realidad solo hay un apartado que ha sufrido cambios notables: el habitáculo. El resto apenas varía más allá de la adopción del acabado N-Sport, que destaca por, precisamente, incorporar el color amarillo – que, todo sea dicho, es muy llamativo–, combinado con unas llantas de 19 pulgadas.

Cuando presentamos por primera vez la segunda generación del Juke, la pregunta que más nos hacían era ¿habrá uno amarillo?” Arnaud Charpentier, Vicepresidente regional de Estrategia de Producto y Precios de Nissan AMIEO

Como hemos dicho antes, los cambios se han centrado en el habitáculo, que para la ocasión recibe un salpicadero casi totalmente nuevo. Pero ojo, es nuevo el salpicadero y solo parte de éI, junto a todo lo que se encuentra situado en el mismo, es decir, aireadores centrales, pantallas – instrumentación y multimedia– y toda la cubierta superior. La parte inferior del salpicadero – mandos de la climatización y toda la cubierta de alrededor, junto a la tapa de la guantera– se mantiene intacta. Lo mismo ocurre con la zona del túnel central, selector del cambio, volante, paneles de puertas, volante, asientos –los delanteros, la banqueta trasera es nueva, según afirman desde Nissan–. La nueva pantalla multimedia alcanza las 12,3 pulgadas, mismo tamaño que tiene la pantalla para la instrumentación.

Sin embargo, el restyling del Juke sigue por el mismo camino que antes y la gama se mantiene igual de escueta. Todo aquel que piense en comprar un Nissan Juke, solo tendrá dos motores para elegir: un gasolina 1.0 turbo de tres cilindros y 117 CV y 180 Nm de par –200 Nm con función Overboost–, o bien, el grupo híbrido procedente de la gama Renault con 143 CV –el más interesante por su buen rendimiento y lo bien que mueve todo el conjunto–.

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