Coche del día: Porsche 911 Serie G

Coche del día: Porsche 911 Serie G

Supuso los mayores cambios en el modelo hasta la fecha


Tiempo de lectura: 3 min.

El Porsche 911 nació en la década de los 60, como reemplazo para el Porsche 356, el primer modelo de la marca y, recordemos, un coche basado en el Volkswagen. Era una situación bastante curiosa, porque se trataba de dos proyectos creados por la misma familia, uno por el padre y el otro, por el hijo.

La aparición del Porsche 911 supuso el inicio de un icono que todavía soporta el paso del tiempo como el modelo estrella de la marca y, en una ocasión, también estuvo a punto de ser el culpable de su desaparición. Situación que ocurrió tiempo después de que el “Nueveonce” se estableciera como un best seller para Porsche y casi la misma imagen de la compañía.

porsche 911 serie g (2)

El diseño del Porsche 911, ya que se menciona, ha sido el mismo desde su misma puesta en escena. El mismo con los cambios necesarios para soportar el paso del tiempo, obviamente. La icónica silueta siempre ha estado ahí, pero podemos decir que fue con la Serie G, puesta en circulación en 1973, cuando el Porsche 911 adoptó realmente su imagen más reconocida.

Habían pasado 10 años desde que la marca presentara el modelo y con la generación de 1973, el Porsche 911 Serie G, aparecen los cambios más relevantes que se habían hecho hasta el momento, como por ejemplo, la introducción de una carrocería galvanizada. También aparecieron los paragolpes con perfil de goma y unos “acordeones” en los laterales, obligatorios por la normativa de Estados Unidos, pero que la marca ofreció como extra en todos los mercados. Es uno de esos detalles distintivos de la Serie G.

Al mismo tiempo, el Porsche 911 Serie G supuso un gran avance en otros apartados, como la seguridad –cinturones de tres puntos, asientos con reposacabezas integrados, zonas de absorción específicas en los volantes… –. Y por supuesto, se imprimió un diseño que sentó realmente las bases de los Nueveonce. Los faros, por ejemplo, eran más grandes y estaban más levantados con respecto al control comparado con las ediciones anteriores. La trasera, con una caída muy tendida, estrena un detalle que es un distintivo del modelo: los pilotos unidos por una tira de plástico rojo, que crea la impresión de tener un único piloto que abarca todo lo ancho del modelo.

porsche 911 serie g (3)

Como siempre en el Porsche 911, la Serie G contaba con toda una gama propia de opciones y motores. De primeras, desapareció la denominación “E” y el nuevo escalón de entrada pasó a llamarse, simplemente, Porsche 911. Contaba con un motor de seis cilindros boxer –no podía ser de otra forma… – que para la ocasión rendía 150 CV. El Porsche 911 S, el siguiente en la gama, presumía de 175 CV, al tiempo que el 911 Carrera adoptaba el motor del Carrera RS 2.7 con 210 CV.

Obviamente, el Porsche 911 Serie G contó con versiones de competición, el Carrera RS, el primer 911 en recibir un motor de tres litros –rendía 230 CV– y además, la Serie G también fue la encargada de estrenar nada menos que la versión turbo. La Serie G llevaba aproximadamente un año en el mercado, cuando se presentó en París el Porsche 930 Turbo, una de las versiones más icónicas y deseadas, que en aquel momento, además, también era una de las más salvajes y temperamentales con, en primera instancia, 260 CV, que posteriormente pasaron a ser 300 CV.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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