Tras la victoria de Takuma Sato en las 500 Millas de Indianápolis de 2020, uno de sus antiguos monoplazas de Fórmula 1 ha estado en búsqueda de nuevo hogar. El coche en cuestión es un Jordan Honda EJ12 de la temporada 2002, y lo mejor de todo es que la casa de subastas The Market afirma que es una unidad completamente operativa, aunque tal vez no exactamente igual a cómo uno lo podría esperar. Sin embargo, lo peor de todo es que ya ha cambiado de manos por 167.500 libras esterlinas, unos 185.000 euros.

El equipo Jordan Honda (predecesor de Racing Point) tuvo algunos destellos de competitividad, pero 2002 fue una mala temporada para ellos. Sato solo logró sumar dos puntos (en el GP de Japón), mientras que su compañero de equipo, Giancarlo Fisichella, lo hizo un poco mejor, con dos quintos puestos. El coche subastado se usó en las pruebas de pretemporada en Silverstone en enero de 2002 y se exhibió en el programa de lanzamiento de la temporada de Jordan al mes siguiente, pero el anuncio no dice si realmente llegó a competir en alguna prueba del año.

También se cree que es uno de los cinco ejemplares que quedan, el chasis número #4 con el que Sato obtuvo su quinto lugar, se encuentra actualmente expuesto en el museo de Honda, así que parece poco probable que se venda alguna vez. En cuanto a esta unidad, adornando el exterior podemos encontrar la misma librea que tenía el coche en el Gran Premio de Suzuka de octubre de 2002. Se menciona que el alerón delantero fue dañado por el propietario anterior, pero el nuevo dueño no tendrá de qué preocuparse pues había otro de reemplazado.

Originalmente planeado para durar tres temporadas, el acuerdo con DHL se canceló porque el Jordan Honda EJ12 no cumplió con su promesa original, siendo la mejor posición un quinto puesto

Si bien esta bestia de las pistas figura como “conducible”, hay un gran pero. Y es que tras el asiento no tiene su motor Honda V10 original, capaz de subir hasta las 18.000 RPM. En su lugar hay un motor Judd KV8 Zytec S3000 de un monoplaza de Fórmula 3000 acoplado a una caja de cambios Lola/Hewland de cinco relaciones secuencial. Esta configuración es más barata de ejecutar y más utilizable, según el vendedor. El motor fue reconstruido en algún momento de 2016 o 2017, y desde entonces solo ha acumulado 500 kilómetros de una vida útil de 5.000 km.

Con la venta se incluyen varios juegos de neumáticos de repuesto, así como algunas piezas de repuesto y herramientas. Pero no cabe duda de que lo más llamativo es el precio alcanzado en la subasta. Normalmente, un Fórmula 1 suele cotizarse unas cuantas-bastantes decenas de miles de euros más, y es difícil hacerse con un ellos. Por poco menos de 185.000 euros, alguien –que ojalá fuese yo– va a poder disfrutar de una máquina tan selecta como lo es un Ferrari F2002, un 412 T2 o un 312T; un Brabham B198, un BMW-Sauber F1.07 o incluso el Williams FW07.

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