Desde su lanzamiento en 2006 tras las victorias en Le Mans de la marca, el Audi R8 se despide de los motores de combustión tras 17 años a la venta. La relativa discreción del modelo con relación a sus rivales, sus apariciones cinematográficas y su éxito de ventas, ha hecho del R8 un pilar dentro del segmento. Con el Audi R8 GT RWD, el final de los V10 de la marca se despide con 333 unidades por todo lo alto, con un adiós agridulce a todos los de su estirpe alimentados por combustibles fósiles.
El Audi R8 fue el primer superdeportivo de los de Ingolstadt, fue concebido como el superdeportivo accesible a cualquier tipo de conductor, al contrario que alguno de sus competidores, que están mucho más cerca de los requerimientos de un piloto que de un conductor al uso. Las líneas suaves y el diseño sencillo nos enamoró en aquel 2003 en el que se presentó el Audi Le Mans Quattro Concept, nombre que causaría confusión por la similitud con el modelo ganador de Las 24 Horas de Le Mans de la marca.
Aquel primigenio Audi R8 venía acompañado de un V8 de aspiración atmosférica, el mismo que fue evolucionando a lomos de los Audi A8, el 4.2 representativo de Audi. El más discreto de los superdeportivos mantuvo en producción su primera generación durante nueve años, pero añadió a sus mecánicas el V10 de los Lamborghini Gallardo tiempo después para mantenerse fresco frente a la competencia. El modelo descapotable denominado Spyder se añadió a la oferta en 2008, diversificando así su modelo de cara a hacer frente a sus rivales.
Para muchos resultará soso, pero su discreción se convirtió en su mejor arma
En 2011 presentaron una versión GT de alto rendimiento, recibiendo un sutil rediseño de sus líneas un año después, a lo que acompañó la versión más prestacional, denominada V10 Plus. Esta generación siempre se consideró entre sus competidores como el superdeportivo para todos los días hasta su despedida en 2015, no destacó especialmente más allá de ser utilizado por cualquiera a diario con lugar a dar rienda suelta a todo su potencial si el conductor lo solicitaba.
En 2015 llega su sustituto, el denominado internamente como Type 4S, heredó el espíritu del Type 42 mejorándolo en todos los sentidos. Se desarrolló a partir de la plataforma modular que compartía con el Lamborghini Huracán, a contrario que su predecesor, que partía de un chasis propio. Su gama de inicio incluyó un modelo completamente eléctrico que posteriormente se retiró por las ventas testimoniales del modelo, con menos de cien unidades vendidas en casi dos años.
Al V10 Plus se le unió el V10 5.2 FSI, y a diferencia de su predecesor, no se dio la posibilidad de adquirirlo con transmisión manual, además de eliminar la versión de acceso con la supresión de la versión V8. No fue hasta un año después que llegó el Spyder, en el que Audi se atrevió a introducir un modelo que solamente tuviese tracción trasera, denominado R8 RWS. En esta generación ha ejercido, a todas luces, como el Lamborghini discreto, con infinidad de versiones que han ayudado al modelo en su imagen polivalente.
La segunda generación vino cargada de versiones que demostraron que podía cumplir perfectamente en la calle y en el circuito
El modelo nacido para ser el superdeportivo “superventas” cumplió con creces las expectativas de propios y extraños, permitiendo a los fans de Audi subir un modelo más al limbo entre los que se encuentra el RS2 y el Quattro Sport. El Audi R8 se despide de los motores de combustión con los eléctricos en el horizonte, y desde aquí, con la incertidumbre de si los eléctricos nos harán sentir la mitad de lo que nos hizo sentir el R8 con cada nueva actualización, solo podemos decir “hasta siempre”.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS