Hace solamente 10 años hablábamos de que la industria del automóvil estaba matando al coche eléctrico, y ahora hasta las marcas de lujo se preguntan si necesitan uno. Bentley ha dado el primer paso en ese sentido, presentando en Ginebra el EXP 12 Speed 6e Concept. Hasta la fecha, Bentley no había presentado ningún prototipo eléctrico, y obviamente tampoco ha comercializado ninguno.

Este biplaza descapotable es una declaración de intenciones, una mezcla entre lo conocido y lo nuevo. Si el fabricante de Crewe encuentra demanda suficiente, se planteará su fabricación, teniéndolo listo a comienzos de la próxima década. Tener como empresa matriz a Volkswagen, en plena ofensiva hacia la electrificación -para que olvidemos el Dieselgate- es una ayuda evidente. Solo en China, Londres o California puede haber suficientes clientes potenciales.

Dispone de la capacidad de recargarse de forma inductiva (sin cable) y con el método tradicional (con cable)

Rolls-Royce ya intentó esto con el 102 EX, un prototipo de Phantom 100% eléctrico que no despertó el interés suficiente. Eso fue en 2011, en términos de tecnología es mucho tiempo. Ni en ese año era una seguridad que los eléctricos pudiesen convertirse en productos de comercialización masiva. En 2017 ya lo son en algunas partes del mundo, véase Noruega, donde ya van por delante de los petroleros (diésel).

Bentley no ha comentado nada sobre prestaciones, autonomía o baterías

A corto plazo, Bentley pondrá en la calle un Bentayga híbrido enchufable, seguramente con tecnología similar a la que emplea el Porsche Cayenne S e-Hybrid. Los eléctricos puros son una opción, el mercado de lujo es muy especial, y si realmente existe una demanda para ese tipo de coches, debe ser atendida. Ahora mismo, excluyendo a fabricantes artesanales, el coche eléctrico más lujoso a la venta es el Tesla Model S P100D.

¿Y dónde se fabricará ese eléctrico? No existe la seguridad de que sea en Crewe (Reino Unido), porque Bentley ya está explorando la posibilidad de dejar de producir coches en ese país debido al “Brexit”. En palabras de Wolfgang Dürheimer, es preferible fabricar Bentleys fuera de UK a directamente no hacerlo. Dado que la quinta parte de los pedidos son de Europa, la falta de acceso al mercado común y que los empleados tengan problemas con inmigración no gusta nada a los directivos.

Esta obra, cuyo autor soy yo mismo, se publicó el 9 de marzo de 2017 bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.