Imagina que tienes un coche pedido a fábrica desde 2017 y que, de momento, lo único que haces es continuar a la espera. No es una situación muy agradable, ¿verdad? Y sobre todo cuando hablamos de la que, posiblemente, sea una de las mejores máquinas de esta década. Sí, nos referimos al Aston Martin Valkyrie, un superdeportivo de ensueño del que ya se especulaba sobre su posible cancelación ante la demora en las entregas, previstas inicialmente para 2019.

Para aliviar los temores, el nuevo CEO de Aston Martin, Tobias Moers, ha aparecido en un vídeo enviado a los titulares de las reservas para confirmar que el inicio de las entregas dará comienzo a mediados de 2021, casi dos años después de lo planeado en primera instancia. “Todavía hay un camino por recorrer”, declara el alto mando de la compañía británica. “Aún quedan muchas cosas por hacer, pero estoy seguro de que tendremos el coche disponible para nuestros clientes a mediados del 21”.

Moers se disculpa por el retraso en las entregas del Valkyrie, citando la complejidad del proyecto, aunque no antes sin echar unas pocas flores sobre la criatura. “Es más sofisticado que todo lo que he visto en el pasado, en mi carrera y en toda mi vida”, dice Moers. “Es un coche muy especial”. Como recordatorio, Moers es el hombre que supervisó el Project One de Mercedes-AMG en su labor previa como jefe de la casa de Affelterbach. Si dice cosas como estas sobre el Valkyrie, tendrá sus fundamentos.

El Aston Martin Valkyrie se mostró junto con el piloto de Fórmula 1 Daniel Ricciardo, quien entonces conducía para Red Bull Racing, socio técnico del proyecto “AM-RB 001”. Desde entonces, el australiano ha conducido para Renault y ahora pasará a McLaren

Aston Martin tenía mucho en juego cuando decidió construir la Valkyrie, empezando por el diseño del coche. Adrian Newey, de Red Bull Racing, estuvo involucrado en este proceso de desarrollo. Pero entonces, el proyecto se topó con un obstáculo: algunos medios apuntaron que el coche se enfrentaba a problemas generales de fiabilidad. Para empeorar las cosas, la compañía informó pérdidas millonarias en la primera mitad de 2019, y hubo rumores de que el proyecto podría acabar por archivarse.

Afortunadamente, la empresa con sede en Gaydon logró obtener financiación y no tuvo que enfrentarse a la vergüenza de tener que devolver los depósitos pagados por los clientes y de prometer una máquina de referencia a nivel mundial que jamás llegaría a las calles. Eso sin mencionar que también habría sido un desastre de relaciones públicas para la marca. Pero eso ya es cosa del pasado e incluso hemos visto al Aston Martin Valkyrie en las calles. Pero más importante aún, queremos verlo batiendo récords en las pistas.

Solo habrá 175 ejemplares del Aston Martin Valkyrie: 150 destinados a ser versiones de carretera y 25 de circuito (Valkyrie AMR Pro). Desafortunadamente, no habrá vertiene para competir en la categoría Hypercar de las 24 Horas de Le Mans (WEC)

Si bien no tiene el motor de un Fórmula 1 como el modelo de Stuttgart, el Valkyrie cuenta con la combinación de una construcción de fibra de carbono, una aerodinámica desarrollada por un gurú del flujo del aire y cerca de 1.160 CV que emanan de un motor de combustión interna V12 atmosférico de 6,5 litros desarrollado por Cosworth combinado con un sistema híbrido de estilo KERS. A los propietarios les espera un verdadero placer auditivo, ya que ese V12 suena como un motor de F1 de los 90.