A diez años vista de la entrada en vigor de la famosa normativa que acabará por desterrar a los motores de combustión en Europa, y en vehículos de más de dos ruedas, todavía hay marcas que se resisten a dar una fecha para dejar de fabricar vehículos con motores de combustión. Marcas como Aston Martin, que parece vivir una buena época y que, al parecer, mantendrá los motores de combustión todo el tiempo posible.

Que Pagani, una fabricante que nunca tiene más de un coche en su catálogo y lo cambia cada diez años, es lógico que no se aventure con ciertas cosas, sobre todo cuando ofrecen productos que son, básicamente, bajo pedido. Si nadie pide coches eléctricos, ¿por qué fabricarlos? Nadie se los pide a ellos, claro, ni tampoco se lo piden a Aston Martin o a Ferrari, y por tanto, cuando se decidan a poner en circulación un coche eléctrico, será porque no queda más remedio o porque los pedidos de los clientes han cambiado. El éxito de Tesla no es comparable, pues Tesla es, por así decirlo, como Apple. La gente no compra un coche eléctrico, compra un Tesla, es como un símbolo, un objeto de modas o destinados a determinados usuarios que buscan más la imagen y el tener algo específico, que la propia tecnología en sí.

Pero no ha sido Aston Martin quien ha comunicado esta decisión, ha sido una publicación aparecida en la revista británica Autocar la que afirma que sus compatriotas retrasaran su transición a la electricidad todo lo posible y en su lugar, adoptarán la hibridación para los últimos diez años de vida del motor de combustión. Los últimos diez años de vida siempre que no cambien las cosas, que según está el panorama, quizá, deberían revisar las fechas. El presidente ejecutivo de Aston Martin, Lawrence Stroll, tiene planes para híbridos enchufables mucho más allá de los plazos contemplados por los principales fabricantes, y además, afirma que los comentarios de los clientes incluyen tener “sonido y olor” de motor combustión interna. Es decir, Aston Martin se basará en lo que piden sus clientes, y por ahora, no piden coches eléctricos.

El eléctrico que estaba previsto para 2025 ha sido cancelado, aunque no desechan la idea, obviamente, tarde o temprano habrá un Aston Martin eléctrico, pero según declaraciones de Stroll a Autocar, “la demanda de coches eléctricos es particularmente debil en los segmentos de lujo, ya que los Aston Martin normalmente no son los ‘primeros’ coches para sus clientes”. Una situación que contraste con la de Rolls-Royce, por ejemplo, cuyo eléctrico, el Rolls-Royce Spectre, es un auténtico éxito de ventas e incluso han tenido que poner en marcha medidas para evitar la especulación con el modelo. Medidas drásticas como no volver a vender uno de sus productos a quien especule con el coche.

Aston Martin ya tuvo un coche eléctrico, el Aston Martin Rapide E, del que se tenía previsto fabricar 155 unidades, pero tiempo después de su presentación en China, se anunció que la producción había sido cancelada. El Rapide E se basaba en el sedán que la marca británica ofreció entre 2010 y 2020, y prometía buenas prestaciones si hacemos caso a los datos publicados por la marca. Contaba con dos motores eléctricos con una potencia combinada de 610 CV y 949 Nm de par, alimentados por una batería de 65 kWh suministrada por HyperBat Limited. El sistema eléctrico trabajaría a 800 voltios y contaría con una autonomía de hasta 322 kilómetros, con una carga, según lo comunicado en su momento, de hasta 297 kilómetros cada hora gracias a un cargador de 400 voltios y 50 kWh. Los 800 voltios de la batería, también permitirían una carga de hasta 498 kilómetros por hora si se usaba un cargador de 100 kilovatios.